Sarandunga (República Dominicana)
En Baní, República Dominicana, el 23 y 24 de junio, la Cofradía de San Juan Bautista de Baní, comienza su ciclo central de festividades en honor a su patrono. Por la noche se celebra la fiesta llamada La Sarandunga, que consiste en tres bailes y una procesión. Los bailes se llaman Capitana, Bomba y Jacana, mientras que la procesión se denomina Morano.
Cuenta la tradición que hace mucho tiempo un señor fue de Baní a Haití a vender una pesa de ganado y se encontró con un hombre que llevaba la imagen de San Juan y tres tambores. Le propuso cambiar la imagen y los tambores por la pesa de ganado (una pesa de ganado equivale a 36 reses). El hombre hizo el cambio y aprendió los toques, bailes y cantos de San Juan. Desde entonces se acostumbra a celebrar la fiesta cada año por los hermanos de la Cofradía de San Juan Bautista. La fiesta comienza cantando un salve a las 19:00 horas y si hay algún hermano de la cofradía enfermo, le llevan la imagen a su casa, cantando Moranos por las calles. Delante del enfermo bailan, luego vuelven a la casa y amanecen bailando. Generalmente se comienza bailando la Jacana después de la medianoche. A este baile se lo llama “de los viejos”, ya que es lento. En la madrugada, cuando va a amanecer, toman al santo y, cantando Moranos se van al rio y se paran en una sola fila a esperar que salga el sol. Cuando asoma el primer rayo del sol, el que lleva la bandera o guion rojo que se presenta al santo, se moja las manos, se lava la cara y, con ellas húmedas, toca las manos de la imagen y se dice que bañaron a San Juan, entonces los demás asistentes se lavan la cara, pero mientras el santo es bañado, nadie puede meter ni un pie en el agua, ya que esto traería mala suerte. Entonces se bailan las tres piezas en el río y esto se conoce como Pavoneo. Luego recogen la imagen y la llevan a la casa de todos los hermanos de la cofradía durante todo el día 24. Posteriormente la imagen es llevada a su ermita donde espera un año más. Los rituales de las cofradías incluyen oraciones, cantos, música y danzas al son de sus instrumentos musicales característicos, que son tres tambores con parches en ambos lados y una güira.
La fiesta de San Juan Bautista daba regocijo a públicos de acentuado saber profano, haciendo carreras de caballos, en las que cabalgaban tanto personas de punto, como la gente menuda, así mismo los hombres que participaban en las alegres correrías disimulando su presencia por medio del uso de máscaras. De acuerdo a la folklorista Edna Garrido, el baile de la Sarandunga se ejecuta de la siguiente manera: la mujer, con la falda graciosamente recogida por ambos lados, toca el hombro de su compañero y empiezan los primeros pasos girando según el caso, de un lado y otro, siempre describiendo un círculo dentro de la rueda que forman músicos y espectadores. El hombre, con postura arrogante y llevando un pañuelo en la mano derecha, el cual sacude y agita delante de su pareja, la persigue. Ella, siempre con graciosos giros, lo esquiva y huye de su lado. Algunas veces, el hombre levanta los brazos en actitud de abrazar a su compañera, pero ella se aleja oportunamente, otras veces le zapatea o se tocan los hombros, o la mujer le baila de frente, pero cuando él se acerca mucho, lo esquiva. La segunda celebración de la Sarandunga se lleva a cabo el 29 de junio, fiesta de San Pedro y San Pablo en la comunidad rural de Fundación de Peravia, cerca de Baní. Ahí, el acento de la fiesta es vuduísta, en donde se dan trances individuales y colectivos. Se entremezclan elementos sagrados y profanos. No sólo se ejecutan las piezas de la Sarandunga, sino que también se tocan y bailan géneros de música típica. El ambiente es de alegría y religiosidad. Finalmente, la tercera celebración, se efectúa el sábado siguiente al 29 de junio. Tiene lugar en la comunidad afrodescendiente de La Vereda. El emplazamiento del caserío da la impresión de haber sido un maniel o refugio de negros cimarrones (esclavos que huían de sus amos). Luego de la invocación al santo y el recorrido del mismo por la comunidad en medio de rezos y cánticos, comienza el jolgorio de la Sarandunga, que dura todo el día. El ritmo de los tambores y la ejecución del baile se lleva a cabo alrededor de un frondoso árbol de guasábara. Se baila, se toma, se come, se juega, se coquetea y se flirtea.
Investiguen mejor y pregunten en La Vereda cómo se llama el árbol en donde los músicos y bailadores practican la danza.
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