Música Húngara













Hungría, gracias a su fecunda vida musical y a sus excelentes intérpretes de fama mundial, ha conquistado un lugar ilustre entre los países que cuentan con tradiciones musicales de varios siglos. La nación Magyar es pequeña, pero considerada una súperpotencia musical. No ha sido nada fácil conquistar ese calificativo, ya que los acontecimientos de la atormentada historia del pueblo húngaro, repercutió en la música. Pese a esto, los talentosos músicos de todas las épocas, mantuvieron al país dentro de las corrientes musicales de Europa. A lo largo de los siglos la música popular pudo conservar la esencia de las antiguas melodías. Dentro de los estilos antiguos se encuentran las Endechas, que se remontan a la época anterior de la Conquista de la Patria (896); la danza de gaitas y de porquerizos, de origen medieval y las melodías en tono mayor y menor procedentes del siglo XVIII. La documentación más antigua de la música en Hungría data del siglo XI, cuando se introdujeron los cantos Gregorianos. La música secular de esa época sigue siendo prácticamente desconocida. Los instrumentos musicales más antiguos documentados son el Silbe de 1222, el Kobzos en 1326, el Fiddle en 1358, la Gaita en 1402 y al Laúd en 1427. Entre los siglos XII y XIII los soberanos húngaros recibían gustosos a músicos extranjeros de visita en sus cortes. Así fue que pasaron varios poetas y trovadores de renombre por los palacios húngaros. Ese polícromo y fecundo mundo musical fue destruido violentamente por la dominación turca entre 1524 y 1686, con el desmembramiento del país en tres partes. Los territorios centrales pasaron a manos de los turcos y allí prácticamente dejó de existir la vida musical. Luego de la liberación de la ocupación turca, la vida cultural fue reconstruida y se tomó el modelo musical barroco europeo. La música bailable húngara de finales del siglo XVIII, se compone de colecciones de música instrumental que combinan el sonido occidental de armonías y formas con las tradiciones de la antigua música bailable. Estas danzas se caracterizan por elementos decorativos y motivos rítmicos que tienen un carácter propiamente húngaro. A esta danza se la llamo Verbunkos y originalmente era una danza masculina que se bailaba en el reclutamiento de soldados, pero más adelante se convirtió en una pieza de danza autónoma. Llegó a ser el punto de partida de la renovación lingüística musical húngara del siglo XIX. Debido a que esta música la tocaban principalmente orquestas gitanas, mucha gente erróneamente la identificó como música gitana. Los verbunkos se transformaron en la imagen de lo húngaro, tal como lo demuestran las obras de varios compositores extranjeros como Hydn, Beethoven, Mozart o Brahms, que interpretaron verbunkos. En las últimas décadas del siglo XIX, cuando la música folklórica había prácticamente desaparecido, surgió la canción popular húngara de nuevo estilo. Las grandes migraciones que acompañaban las faenas agrícolas temporales, así como el servicio militar obligatorio lejos del suelo natal, contribuyeron a la difusión de las nuevas canciones populares. A partir de 1945 era sinónimo de las canciones patrióticas impuestas por los rusos. En 1956 comenzó un largo período de lucha cultural, basándose sobre todo en el Jazz. Las bandas de Rock surgidas en la década del 70, debían pasar por la inspección de un comité de censura para evitar la desobediencia ideológica. En los 80 el gobierno comunista instaba a los jóvenes a cantar los principios de comunismo y obediencia. Luego del derrumbe del comunismo, la escena musical húngara se transformó convirtiéndose a los estilos tocados en el resto de Europa.

Cigánycsárdás (Gypsy Csárdás)



Mihály Halmágyi - Gyímesi bál



Sadowski Piotr - Czardasz

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