Carnaval de Baklahorani (Turquía)
El Carnaval de Baklahorani, también conocido como el Carnaval Tatavla, es una celebración de las comunidades multiculturales de la ciudad de Estambul que inició como una tradición cristiana de la Cuaresma. En el pasado Siglo XX, Tatavla era el nombre de un barrio al noroeste de Taksim, habitado por una gran población de origen griego.
Después del incendio que devastó el vecindario en 1929, pasó a
llamarse Kurtuluş, que significa “liberación, liberación”. A pesar de contar
una importante cultura, esta celebración dejó de realizarse luego de la
prohibición de máscaras en 1943. Sin embargo, volvió a la vida en 2010 luego de
que se levantara esta ley. La antigua comunidad ortodoxa griega, en los días
previos al Miércoles de Ceniza organizaba cada año un carnaval de tres días de
duración. El ‘apokriá’ griego –algo así como “lejos de la carne”- cuyo origen
se remonta a unos cinco siglos, y cuya fecha de inicio varía de acuerdo con el
calendario de Pascua, pero siempre previo al inicio de los 40 días de Cuaresma,
un período mucho más importante para la religión ortodoxa que para la católica.
La celebración tradicional del Carnaval de Tatavla comenzó en el
siglo XIX o antes, y cesó cuando fue prohibido su festejo público por las
autoridades turcas en 1941. Entre 1943 y 2009, el Apokriá se siguió
festejando en un círculo cerrado de la pequeña comunidad griega de la ciudad
por temor a una posible controversia. La celebración del 2010 de llevó a cabo
de una forma modesta por motivos de seguridad, pero fueron el inicio de futuras
celebraciones mucho más alegres y fortalecidas. Durante siglos, las comunidades
griegas locales de Estambul celebraron el Carnaval con semanas de desfiles
extravagantes, bailes y fiestas callejeras. A pesar de ser únicamente dirigidas
por la comunidad ortodoxa griega, las celebraciones eran públicas e
intercomunitarias. Las fiestas se llevaban a cabo generalmente en los distritos
de Kurtuluo, Gálata y Pera. Las raíces de Baklahorani se remontan a principios
del siglo XIX, cuando las comunidades griegas y armenias de la ciudad se
juntaban y celebraban durante las semanas previas al Lunes de Carnaval y el
inicio de la Cuaresma. El carnaval alcanzó su punto máximo después de la
Primera Guerra Mundial, durante los años de la ocupación aliada de la ciudad
(1918-1922). Continuó después del establecimiento de la República de Turquía
hasta la Segunda Guerra Mundial. Las celebraciones de los Carnavales de Baklahorani
tuvieron lugar en Estambul donde eran consideradas únicas y diversas como la
propia ciudad. En los eventos participaban diferentes comunidades cristianas
marchando en desfiles enmascarados, mientras bailaban y tocaban música.
Sin
embargo, duran la década de 1940 se decretó la prohibición del uso de máscaras
y como resultado el Carnaval de Tatavla llegó a su fin. Baklahorani fue una de
las fiestas más famosas de los cristianos en Estambul hasta su última
celebración en 1941. Después de eso, los griegos, junto con las otras
comunidades no musulmanas de la ciudad, fueron objeto de discriminación social
y financiera. Desde la prohibición no se celebraban los Carnavales de Baklhorani
en Estambul, hasta que finalmente se levantó esta ley en 2010 en un esfuerzo
por mostrar la diversidad religiosa y el multiculturalismo de la ciudad. En
2010, casi 70 años después de la última celebración, el carnaval histórico fue
revivido por un grupo celebrante de griegos y turcos que cantaron, bailaron y
desfilaron disfrazados por las calles del distrito de Şişli. Los principales
organizadores de la reencarnación del festival fueron Hüseyin Irmak, un
investigador nacido en Kurtuluş, y Haris Theodorelis Rigas, un griego
que ahora vive en Estambul, donde toca música en tabernas, especializándose en
un estilo “casi extinto”. de música que mezcla influencias griegas y turcas. Irmak
y Rigas
consideran que el restablecimiento del carnaval es una oportunidad para que la
gente redescubra el pasado multicultural de Turquía, al tiempo que agrega
“color” a la vida de las personas. Debido a preocupaciones sobre la seguridad,
la celebración de 2010 se llevó a cabo a pequeña escala sin anuncios por
adelantado, pero la celebración de 2011 fue un evento público “a gran escala”.
Las celebraciones más grandes tuvieron lugar en la plaza principal frente a la
histórica iglesia de Hagia Dimitri. Aunque el evento fue iniciado
principalmente por griegos locales, pronto se convirtió en un festival que
reúne a personas de varios barrios y de diversos orígenes religiosos, étnicos y
culturales. Antiguamente se llevaba a cabo un desfile de máscaras en el que se
entonaban y danzaban bailes folclóricos acompañados de varios instrumentos
tradicionales, como tambor, zurna (un instrumento de viendo), clarinete y
mandolina. Los residentes de las diferentes localidades como Bakerkiy, Samatya,
Fener, Balat cruzaban el Cuerno de Oro, estuario de 7.5 kilómetros de alto y
750 metros de ancho, a través del Puente de Gálata y Unkapaná. Luego llegaban a
bailar a la plaza frente a la iglesia de San Demetrio en Kurtuluş. Además,
varias personas de los barrios del Bósforo, Ili, Kemerburgaz se reunían frente
al Cementerio Católico de Pangaltá y marchaban por la calle principal hasta la
misma plaza, donde culminaron las celebraciones.
Hoy en día se celebra de una
forma más o menos similar, pero de una forma un poco más modesta. Se realiza un
pequeño desfile en varias localidades del distrito de Şişli de la ciudad en
donde un grupo de personas desfilan por las calles. Algunos hombres cubren sus
caras con harina, mientras que otros la pintan de negro. Estos desfiles son una
representación de los antiguos desfiles que se realizaban siglos atrás. El uso
de máscaras es esencial y algunos jóvenes usan la Fustanella, un tipo de falda
o vestido griego. También se ven personas usando disfraces con diferentes
temáticas como de bandidos o doctores. Afortunadamente, las celebraciones están
adquiriendo cada vez más y más fuerza para intentar volver a la forma y
magnitud que tenía hace poco menos de 100 años atrás. Al finalizar el desfile,
se celebra con comida y bebida, música en vivo y una presentación de Laterna.
Otros eventos pequeños se realizan en diferentes partes de la localidad durante
varias semanas. A pesar de que los carnavales se hayan reanudado hace poco
tiempo, están tomando más fuerza para volver a sus antiguos años de gloria
cuando los diferentes grupos étnicos participaban en las celebraciones.
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