Un informe recientemente filtrado
de la Recording Industry Association of America (RIAA) revela que la descarga
de archivos musicales de Internet no constituye la mayor causa de piratería
musical en los Estados Unidos. El estudio que proviene de NDP Digital Music
Study aduce que de las dos terceras partes de la obtención de música por fuera
de la legislación vigente, una gran porción se obtiene a través del intercambio
físico (offline trading) y menos del 30% proviene del P2P o de los sitios más
aclamados por el público como MediaFire o el censurado MegaUpload. La
información que no quiso dar a conocer públicamente la asociación que
representa a la industria discográfica estadounidense explica que del total de
la música que se distribuye dentro de la legalidad, el 19% corresponde a las
descargas en línea, tal es el caso de iTunes y el 16% a la compra tradicional
de discos compactos. Por fuera de la ley el 4% comprende a los servicios
Digital Lockers, un 19% se intercambia vía disco rígido, 27% se obtiene de la
copia de discos compactos y el 15% de los servicios P2P. Vale destacar que a través
de estos datos se deduce que aun predominan las maneras más antiguas de obtener
música por fuera de los mecanismos legales: el intercambio a través de, por
ejemplo, un pen drive entre usuarios que gusten de la música;el tráfico o préstamo de discos compactos
copiados; y por último, los servicios P2P que pioneramente irrumpieron en la
red y sacudieron el apacible dominio de las compañías multinacionales
discográficas – para el recuerdo queda el primigenio sitio Napster a fines de
los años noventa, el cual saboreó las mieles del éxito para luego caer
estrepitosamente como objeto de demandas judiciales.
Noticia reconfortante para todos
aquellos mayores de 35 años: unos científicos han descubierto que la música pop
moderna es en realidad más alta y toda suena igual. Investigadores de España
han utilizado un enorme archivo conocido como Million Song Dataset, que
desglosa todo el audio y las voces en datos que se pueden comprimir, para
estudiar las canciones pop entre 1955 y 2010. Un equipo liderado por el
especialista en inteligencia artificial Joan Serra, del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) de España, combinó la música de los últimos
50 años con unos complejos algoritmos y descubrió que las canciones pop sonaban
intrínsecamente más altas y anodinas en términos de coros, melodías y tipos de
sonido empleados. "Encontramos pruebas de una homogeneización progresiva
de la música", dijo Serra. "En concreto, obtuvimos indicadores
numéricos de que la diversidad de transiciones entre combinaciones de notas,
hablando de coros y melodías, ha disminuido constantemente en los últimos 50 años".
También descubrieron que la denominada paleta de timbres se había vuelto más
pobre. Se dice que la misma nota tocada al mismo volumen en un piano y una
guitarra tiene un timbre diferente, así que los investigadores concluyeron que
la música pop moderna tenía una variedad de sonidos más limitada. La industria
de la música lleva tiempo siendo acusada de subir el volumen de las canciones
que graba en una "guerra del sonido más alto", pero Serra dice que es
la primera vez que se ha medido apropiadamente utilizado una gran base de
datos.
La cantante estadounidense Taylor
Momsen se presentó en Buenos Aires y convirtió a su recital de rock, en todo un
show erótico. Varias madres y padres que acompañaron a sus hijas al Teatro de
Flores se quedaron con la boca abierta cuando Taylor hizo subir a dos chicas
argentinas al escenario y las fue desnudando. Cuando la música comenzó a sonar,
Momsen se levantó la remera del 'Che' Guevara que llevaba puesta y mostró que
sus pezones estaban tapados con cinta adhesiva negra XX. Luego, comenzó a
acariciar a las fans y a una de ellas la dejó con los pechos al aire. Mientras
todo el público gritaba, las dos chicas subidas al escenario terminaron el show
solamente con una tanga puesta, luego del juego sensual que hicieron con la
cantante. Ante un público compuesto en su mayoría por adolescentes, en especial
chicas, Momsen se presentó por primera vez en la Argentina acompañada de su
banda The Pretty Reckless. Momsen es también conocida por su participación en
la exitosa serie "Gossip Girl" y por varias actuaciones en cine, que
le dieron una imagen de chica levemente "rebelde" de la escena
rockera. Las actitudes de Momsen le han valido más de una condena en Estados
Unidos y muchos medios la comparan con la escandalosa Courtney Love.
La energía rítmica nació de en 1948 y como
tantos chicos de esa época siguió un legado familiar: la música. Desde pequeño
trabajó como baterista del trío que familiar que formó con su padre Antonio y
su hermano mayor Hugo. Osvaldo Fattoruso fue uno de los portadores, junto a su
hermano, del estandarte de la música uruguaya. Para que se entienda la
importancia histórica de este personaje: parte del rock latino nace de su
trayectoria. Como Los Gatos en Argentina, Los Shakers en Uruguay. Osvaldo
tocaba la guitarra y cantaba. Junto a Hugo erigieron uno de los bastiones
musicales latinoamericanos. Abrieron camino y sembraron legado en la segunda
mitad de los años '60. Rock, candombe, murga, jazz. Beatlepop, funky y más.
Todo era Fattorusso. Con Rubén Rada dirigió la filarmónica Municipal. Después,
se fue a Estados Unidos y formó Opa en 1976. Fusión de música latina donde
tocaba con su hermano y en una etapa el "Negro" Rada. En los 80 se
instaló en Buenos Aires y pasó a ser parte del Rock Nacional. Tocó con Litto
Nebbia, Luis Alberto Spinetta, León Gieco y Fito Páez entre otros. El nuevo
milenio lo encontró moderno formando y reviviendo el Trío Fattoruso, siempre
con Hugo y sumando a su sobrino Francisco. Pulso y compás. Moderno y clásico
aggiornado. Fattoruso trasciende a los músicos. Fattoruso es un legado.
Fattoruso es un sello de calidad. Fattoruso musical es eterno.
Mil y una veces hemos visto la
misma historia, el mismo canto al perdedor, al hombre vencido por las
circunstancias que se resiste a ser borrado al mismo tiempo que se pregunta
cuánto de culpa tiene él en su situación y si no se lo tendrá bien merecido, y que
encuentra una última oportunidad de redención, de resurrección. Y la veremos
mil y una veces más y todas y cada una de ellas funcionará si la cara la da un
actor como Jeff Bridges y proporciona un recital interpretativo como en Crazy
heart. Bad Blake (Bridges) es un cantante de música country cuya vida transita
al margen de los grandes circuitos musicales y que arrastra una existencia
nómada por locales de segunda y tercera clase tras el fracaso de sus múltiples
matrimonios y demasiados años de apego al alcohol. Sin embargo, en una de esas
paradas en medio de ninguna parte que surcan el oeste norteamericano, conoce a
Jean (Maggie Gyllenhall), una joven periodista madre de un hijo a través de la
que descubrirá su verdadera naturaleza bajo la pared de rebeldía y cinismo que
ha levantado para los demás. Crazy heart es al mismo tiempo bella y fea, con un
estilo tan agradable como ocasionalmente incómodo, el guión no logra huir del
todo de ciertas tentaciones sensibleras y cae en situaciones previsibles cuya respuesta
emocional es la habitual, la indiferencia del espectador ante el sabor de ‘ya
visto’ o, por el contrario, la turbación más conmovedora, según gustos.
Sin
embargo, la interpretación de Jeff Bridges (sostenido por pequeños papeles de
Colin Farrell o Robert Duvall) es tan brillante, tan ajustada como un guante al
personaje, tan creíble, que bien pudiéramos pensar que se trata de una vieja
gloria del Country que se interpreta a sí misma. Claro que, en un filme de este
tipo, hay algo casi tan importante como la historia: la música. La mayoría de
las canciones que interpreta Bad Blake en la película fueron escritas por T
Bone Burtnett y el fallecido Stephen Bruton, dos leyendas del country. Los
seguidores de este género, por lo tanto, tienen una cita imperdible ante la
gran pantalla.
Título original: Crazy Heart / Año: 2009 / Duración: 110 min. / País:
EEUU / Dirección: Scott Cooper / Guion: Scott Cooper. / Novela:
Thomas Cobb / Música: T-Bone Burnett / Fotografía: Barry Markowitz / Intérpretes:
Jeff Bridges, Maggie Gyllenhaal, Robert Duvall, Colin Farrell, Sarah Jane
Morris, Beth Grant, Annie Corley, Tom Bower, Josh Berry, Jack Nation, Ryan
Bingham.
Wendell Roach, nacido en 1956 en
Chéticamp, Cabo Bretón, Canadá es un cantante de música Country.A los 16 años comenzó con la música y a los
19 años se unió a la Légion Royale Canadienne de Chéticamp, permaneciendo por
28 años. Su influencia es la música películas de vaqueros americanas antiguas
como George Jones, Merle Haggard y Buck Owens. En 1999 grabó su primer álbum,
Souvenir Country, que consta de catorce covers: tres en francés y once en
inglés. A raíz del éxito de este primer disco inició una gira y regresó a
estudios en el 2000 para grabar Country Encore con tres composiciones
propias.Luego llegó un disco en francés
L’Acadien Country y en 2006 Sur la route des festivals.
Amo el country
Desde que me acuerdo
escucho la radio
La música country la encuentro
muy bonita
El violín, la
guitarra steel y el piano
Me influyeron
demasiado
Amo el country, es
uno de mis amores
Puedo escucharlo
todos los días
No hay mejor
pasatiempo
Que cuanto escucho a
los antiguos músicos
El country lo llevo
en la sangre
No me hablen de otra
música
Una bonita canción
country calienta el corazón
Una canción de amor o
también de héroes
Palabras bellas que
nos hacen temblar la piel
No puedo explicar el
sentimiento
Que con música
country experimento
Nada puede compararse
a las bonitas canciones
Oh! Sí, el country lo
tengo en la sangre
“Jambalaya (On the Bayou)” es una
canción escrita y registrada por el cantante country norteamericano Hank
Williams, lanzado en julio de 1952. Utiliza música Cajún y palabras creole ha
sido versionada por infinidad de artistas alcanzando desde renombre en varios
géneros musicales. Con una melodía basada en la canción Cajun “Grand Texas”,
algunas fuentes dicen que la canción fue coescrita por Williams y Moon
Mullican, cediendo este último los derechos de autor. Alcanzó el número uno en
las ránkings Country de EEUU por catorce semanas no-consecutivas. “Jambalaya”
sigue siendo la canción más popular de Hanks Williams hasta hoy en día. Puesto
que la melodía original de la canción era de una canción francesa de Cajun
llamada “Grand Texas,” la canción es un reflejo de esa cultura. Después de que
Williams lanzara su versión, el grupo Cajuns registró de nuevo la canción
usando los instrumentos de típicos. Sin embargo, utilizaron las letras de
Williams traducidas a la lengua francesa Cajun. En las últimas décadas, la
versión francesa Cajun ha sido realizada por muchas bandas incluyendo Aldus
Roger y Jo-El Sonnier. La letra de Williams es una canción sobre un amor
perdido, una mujer que dejó al cantante para irse con otro hombre, alternando
sobre su vida, fiestas y la comida típica de la cocina de Cajun. Se refieren
dentro de la canción platos tales el jambalaya, la empanada de cangrejos y sopa
de filetes.Williams compuso una segunda
parte de la canción desde la perspectiva femenina, con Jimmy Rule, aunque no
fue muy popular. Como con “Jambalaya” se especula que Williams compró la
canción de Mullican. Entre los artistas que versionaron Jambalaya se destacan
Jo Stafford, Mitch Miller, Jimmy Boyd, The Carpenters, Jerry Lee Lewis, Jimmy
C. Newman, Leon Russell, la hindú Usha Iyer y el grupo duranguense K-Paz de la
Sierra.
Sólo en Japón están tan
deliciosamente locos como para diseñar, construir y poner a la venta algo como
esto. El horror mecánico que veis sobre estás líneas se llama Kuratas y es,
literalmente, un robot gigante de cuatro toneladas pilotable. Kuratas KR-01 es
el primer ‘Mecha’ de su clase y ha sido creado por Suidobashi Heavy Industry
que lo vende por algo más de un millón de euros (1.250.000 para ser más
exactos). La criatura mide cuatro metros de altura, pesa cuatro toneladas y
tiene un amplio compartimento en su pecho para albergar al piloto. Kuratas se
desplaza mediante unas patas terminadas en ruedas aunque mucho nos tememos que
su motor diesel apenas le da para alcanzar una velocidad de 10Km por hora. Sus
brazos, eso sí, están completamente articulados y se manejan mediante un mando
que imita sus movimientos en la cabina. El izquierdo, aparte de sujetar
objetos, incorpora dos ametralladoras tipo Gatling de Airsoft capaces de
disparar 6.000 de estas pequeñas pero agresivas balas de plástico por minuto. Para
activar este arma, la cabina dispone de sistema de puntería y una cámara con
reconocimiento facial. Sólo hay que apuntar y sonreir, un control que se nos
antoja un poco inconveniente para la rutina diaria. El ‘Mecha’ integra un
sistema operativo propio denominado V-Sido compatible con todo tipo de
smartphones para que podamos manejar a Kuratas desde nuestra pantalla táctil
aunque no estemos en su interior. Suidobashi lleva desde 2010 construyendo el
KR-01 para una feria tecnológica ‘Wonder Festival’ en el distrito de Chiba, y
lo ha puesto a la venta en distintos colores de carrocería que incluyen negro y
rosa. A continuación, os ofrecemos un vídeo imperdible en el que una simpática
piloto japonesa nos ofrece algunos consejos sobre el manejo diario del Kuratas.
El Crowdfunding está logrando que
salgan adelante proyectos un tanto inusuales y algunos, cuanto menos,
discutibles. Uno de ellos es esta carcasa Yellow Jacket Case, que esconde en su
interior nada menos que un taser de contacto. Este tipo de arma de
electrochoque libera una carga eléctrica de 650kV que causa aturdimiento,
parálisis temporal en el miembro alcanzado así como un considerable dolor.
Semejante invento ha surgido de la mente del ex-policía militar Seth Froom, que
sufrió un atraco en su domicilio. Froon tiene en su casa diversas armas de
fuego y tasers para defenderse, pero no tuvo tiempo de llegar a ninguna de
ellas y se encontró con su iPhone como única herramienta defensiva. De esa
desagradable experiencia nació esta idea que se sometió al veredicto popular en
la web de crowdfunding Indiegog y que ya ha reúnido el capital suficiente para
iniciar su fabricación. El diseño de Froon está pensado para no activar el arma
accidentalmente. Para diaparar el arco eléctrico es necesario retirar una
cobertura de plástico que protege los electrodos en la parte superior y
desplazar una palanca de seguridad en el lateral. El proceso, no obstante, sólo
lleva unos segundos de maniobras voluntarias en caso necesario. La descarga no
afeca al teléfono aunque la carcasa sí que aumenta bastante el tamaño del
terminal, que alcanza los 25 milímetros de grosor y dobla su peso en el caso
del iPhone. Froon comenzará por producir la carcasa específica para el iPhone 4
y 4S a un precio de 125 dólares, pero tiene pensado desarrollar versiones
específicas para otros modelos populares como el Samsung Galaxy SIII o el HTC
EVO. Sea como fuere, dudamos mucho de que se autorice su venta en España.
‘Me están disparando. Estoy
herido. Please RT #mehandado #aycomoduele #ADV CC @Misargento’. Uno está ahí,
liado en el campo de batalla intentando tuitear un mensaje como este y no hay
manera de encontrar una WiFi en condiciones. Los campos de batalla es lo que
tienen, que no son muy buen sitio donde conectarse a internet, pero tranquilos.
Un grupo de estudiantes de la Universidad de Bostón ha creado un robot capaz de
crear redes WiFi allí donde ningún Starbucks ha llegado todavía. Hacer checkin
de Foursquare en el nido de ametralladoras por fin será una realidad anhelada
por miles de soldados huerfanos de social media. Lo cierto es que, ironías
aparte y aunque podamos considerar cuestionable la necesidad de una red WiFi en
territorio hostil, el dispositivo ideado por estos estudiantes es digno de todo
elogio. El robot tiene forma de un pequeño tanque de aproximadamente un metro
de largo y dotado de unas ruedas de oruga con las que moverse por cualquier
terreno con una distancia de hasta 12 horas y una capacidad de carga de hasta
90 kilos. ¿Y para qué necesita un robot como este cargar algo? Ahí está la
genialidad de la idea. El CommBot, que así es como lo apodan sus creadores, va
dejando a su paso pequeños módulos estancos y a prueba de colpes que contienen
un router WiFi autónomo con batería. Estas cajas son las que general una red
WiFi extendiendo la señal al paso del robot a partir de cualquier red funcional
en el área. Al ser descentralizada, la red de routers que crea este robot puede
seguir funcionando aunque uno de los dispositivos sembrados se quede sin
baterías o sea destruido. El robot puede ser también dirigido por control
remoto gracias a su cámara y sensores de infrarrojos. El equipo de Boston se queja
del excesivo tamaño de los routers que ha tenido que utilizar para su diseño y
lo cierto es que, con cuatro ajustes de las 'semillas' que siembra, este
pequeñín podría ser de gran utilidad en el campo de batalla aunque sólo sea
para consultar en internet cómo va la guerra.
La Música Country Australiana
tiene una gran riqueza y tradición, con una potente asociación, la CMAA
(Country Music Association of Australia), con una interesante escuela de
artistas con decenas y hasta cientos de producciones anuales, festivales
importantísimos como Tamworth, patrocinadores y un
mercado muy extenso, la situación del Country en Australia es óptima. Los
orígenes del folklore autóctono Country australiano hay que remontarlos a la
segunda mitad del Siglo XIX, a la herencia de las músicas traídas al continente
oceánico por los inmigrantes europeos y a la influencia de poetas como Henry
Lawson o Andrew Barton “Banjo” Peterson, quien fue el autor del Himno no
oficial de Australia, “Waltzing Matilda”.
Australia
comparte similitudes con EEUU, como una extensa geografía que recuerda a los
paisajes del Lejano Oeste y un proceso de colonización similar llevado a cabo
por una amalgama de descendientes de deportados, inmigrantes aventureros y
buscadores de fortuna. Los orígenes culturales y musicales anglosajones, celtas
y europeos de esta colonización son similares también a los norteamericanos. La
música Country australiana no sería la misma sin uno de los artistas que
vinculó musicalmente el pasado folklórico con el presente Country y abrió
puertas y nuevas rutas musicales dando a conocer esta música al mundo: Slim
Dusty. Considerado el Rey de la música Country Aussie, fue el primer
artista australiano que consiguió éxito internacionalmente.
Entre los pioneros de la música
Country australiana se encuentra Tex Morton (conocido como el padre
del Country australiano), y otras estrellas tempranas como Buddy Williams, Shirley
Thoms y SmokyDawson Morton, quien alcanzó mucha
popularidad en la década de 1930 al realizar el espectáculo “Rodeo
& Wildwest Show” en los años 40. En 1949 viajó por los EEUU y
Europa causando gran suceso entre el público. Actuó en varias películas y
compartió escenario con artistas como Hank Williams. En 1951 el cantante y
compositor de canciones Country Reg Lindsay comenzó una emisión
radial en Sydney, permaneciendo al aire por doce años. En 1964 llevó su show a
la TV, “The Cowboy and Western Hour”, que se transmitía en cadena por
toda Australia y que se emitió durante siete años y medio.
El programa dio
oportunidad a cientos de nuevos artistas de mostrarse al gran público. Johnny
Ashcroft tuvo gran éxito en los inicios del Country Rock australiano,
mientras que Frank Ifield triunfó en los ránkings británicos en la década de
1960. Ted Egan fue el primero en componer sus canciones utilizando el
argot australiano. En los años 90 muchos artistas Country comenzaron a ser
incluidos en los ránkings de la música Pop, como James Blundell, James
Reyne y Casey Chambers. Slim Dusty grabó su álbum número
cien en el año 2000. Ese mismo año tuvo el honor de cantar “Waltzing
Matilda” en la clausura de los Juegos Olímpicos de Sydney. En años
recientes el Country consolidó su posición como un género popular en Australia,
con festivales multitudinarios y un mercado discográfico en permanente
crecimiento.
Mantenga a una vaca feliz, y le
dará buena leche...En un insólito
esfuerzo por conocer cómo las vacas se relacionan entre sí, científicos de la
Universidad de Exeter insertaron rastreadores de proximidad en los rumiantes
para estudiar sus comportamientos. Esto les permitirá saber a ciencia cierta
cuáles de los integrantes del rebaño son más sociales y cuáles los
"marginales" y por ende, los más tristes. "Las vacas son
animales sociales que forman estructuras grupales," dijo el Dr. Darren
Croft del Grupo de Investigación de Comportamiento Animal de la Universidad de
Exeter. "Queremos saber qué tan importante que son estas
estructuras". El estudio está siendo co-financiado por el Departamento de
Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (Defra) y DairyCo, una
organización financiada por los productores de leche británicos. Natasha
Boyland, una estudiante de doctorado que tiene la tarea de observar a las vacas
en el campo explicó: "Vamos a mirar la naturaleza de las interacciones
para ver cómo se forman las relaciones y se mantienen dentro de la
manada". "En combinación con los resultados de proximidad y demás
información sobre los animales, tales como su estado de salud, esperamos reunir
pruebas que se puedan traducir en consejos prácticos para los
agricultores," concluyó el Dr. Croft.
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