Demasiadas Noches 8 (FM Identidad)


 






Mario Orlando Hamlet Brenno Benedetti nació el 14 de setiembre de hace 83 años en Paso de los Toros, Tacuarembó. Mario "etcétera" Benedetti logró aferrarse a los extremos de su nombre oficial y suprimir todo el resto en documentos y afines luego de un par de batallas contra la burocracia.

Benedetti no terminó sus estudios primarios y a los 14 años empezó a trabajar en una casa de repuestos de automóviles. A los 18 años probó suerte en Buenos Aires.

En 1945 publicó su primer libro de poemas ''La víspera indeleble" que él prefiere recordar como un experimento iniciático.

Las décadas fueron regando otros azares sobre Benedetti. Hoy su rostro luce arrugas de poesía y a veces su mirada dice más que mil historias, aunque él las haya escrito casi a todas.

Hace más de medio siglo que las imprentas les ponen cubiertas a las palabras de Benedetti, que ya suman 80 títulos entre ediciones originales y antologías. Imposible contabilizar los millares de ejemplares del escritor uruguayo que se han editado en todo el mundo, en casi 30 idiomas.

Este Benedetti que transitó todos los géneros posibles, supo anclar sus textos en la mayoría de los puertos que inquietan a la condición humana; el amor, la muerte, el tiempo, la miseria, la injusticia, la soledad, la esperanza. Y lo hizo de una manera tan simple y directa que miles de lectores lo convirtieron en su cómplice y todo. le En 1973 la dictadura uruguaya lo empujó a Buenos Aires, donde la Triple A lo amenazó de muerte y le dio 48 horas de plazo para buscar su destino. Hizo una escala en Perú, donde no tardaron más de 6 meses en deportarlo. Estuvo 4 años en Cuba hasta que decidió completar su exilio en España. Fueron 12 años nómades en los que, sin embargo, la literatura de Benedetti alcanzó, de una vez y para siempre estatura universal.


Benedetti en el cine y la canción.

La literatura de Mario Benedetti no resistió sus jaulas de papel y desde hace años viene levantando vuelo hacia la música y el cine.

Existen más de 60 canciones populares que entonan letras del poeta uruguayo. De todos los poetas latinoamericanos, el cantante catalán Joan Manuel Serrat, no dudó en elegirlo cuando en 1985 encaró el proyecto de su álbum "El sur también existe".

Los acordes cotidianos del escritor se elevaron a la categoría de himnos populares en canciones como "Por qué cantamos" y "Te quiero", ambas con música de Alberto Favero y cantadas por casi 40 intérpretes de todas partes del mundo. Sus poemas se Incluyen en los repertorios de: Nacha Guevara, Daniel Viglietti, Los Olimareños, Gianfranco Pagliario, Dianne Denoir, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Sandra Mianovich y tantos otros.

De sus novelas, es "La tregua" de 1960, la que alcanzó mayor impacto internacional. Fue trasladada a la radio, al teatro y a la televisión, además de la versión cinematográfica que en 1974 dirigió Sergio Renán, luego finalista para el Oscar de la Academia de Hollywood a la Mejor Película Extranjera En 1983, este mismo realizador llevó a la pantalla grande la novela "Gracias por el fuego" (1963). En medio, tres cuentos suyos fueron la base del filme "Las sorpresas" (1975), dirigido por Luis Puenzo, Alberto Fischerman y Carlos Galettini. El propio escritor tuvo su debut cinematográfico en 1992 de la mano de Eliseo Subiela en la película "EI Lado Oscuro del Corazón", una experiencia que el mismo director repitió en 1996 con "Despabílate amor". Pero fue en la primera, disfrazado de marinero, donde Benedetti jugó una breve escena en la barra de un cabaret uruguayo. Con un vaso de whisky en la mano, mientras ve pasar a una prostituta, le recita en perfecto alemán: "Porque te tengo y no / Porque te pienso / Porque la noche está de ojos abiertos / Porque la noche pasa y digo amor". Esos pocos segundos se convirtieron en un gran homenaje a su poesía.




Variaciones Sobre un Tema de Boris Vian

 


Cuando me canse de escuchar

llantos de niños en la brisa

cuando me canse de mirar

pueblos que apenas son ceniza

 

me iré con lluvias estrelladas

que son diamantes en el barro

glacial cometa de miradas

vivo la noche y desamarro

 

y con estrellas miel y flores

que son rubíes y topacio

tendré el silencio en los albores

del infinito eterno espacio

 

cuando me canse de la lluvia

y de la sangre y de la guerra

cuando me canse de esta tierra

me mudaré a la luna rubia

 

ah tierra-luna tierra-luna

atrás quedó la suerte perra

atrás los muertos y la guerra

adiós

 

ah tierra-luna tierra-luna

me pongo hoy las alas de oro

y cielo arriba cual meteoro

me voy

 

así que ahora no te asombres

si desde esta luna hueca

me burlo de la tierra seca

y de los pobres simples hombres

 

ah tierra-luna tierra-luna

adiós ciudad mi corazón

globo tullido de aflicción

adiós

 

cuando me canse de esperar

a los indómitos que huyen

cuando me canse de soñar

sueños que siempre se concluyen

 

me iré otra vez inoportuno

y apostaré por el que pierde

y volveré cuando ninguno

me necesite ni recuerde

 

y con el tímido derroche

de una paciencia vengadora

tendré las dudas de la noche

sin las respuestas de la aurora

 

cuando me canse la rutina

de que me ultrajen y me roben

 

cuando me canse de esta ruina

me mudaré a la luna joven

 

ah tierra-luna tierra-luna

atrás quedó la suerte perra

atrás los muertos y la guerra

adiós

 

ah tierra-luna tierra-luna

me pongo hoy las alas de oro

y cielo arriba cual meteoro

me voy

 

alguna vez mi vida quieta

verá estallar en el pasado

mi triste y cándido planeta

que se creyó civilizado

 

ah tierra-luna tierra-luna

mundo caótico y podrido

pierrot de arriba me despido

adiós

 

Benedetti, Mario

 

 







Titulo Original: Bleu (Trois Couleurs: Bleu), Francia-Polonia, 1993, 105 minutos.  Dirección: Krzysztof Keslowski. Guion: Kieslowski - Pieslewicz. Fotografia: Slawomir Idziac. Música: Zbigmew Preisner. Intérpretes: Wliette Binoche, Benoit Regent, Charlotte Very.

Después del accidente en la ruta que costó la vida de su esposo (un famoso compositor) y de su pequeña hija, recién salda del hospital, Julie parece haberse convertido en un zombie. Maquinalmente, en apariencia, procede a cortar todos los lazos que la unen al pasado y a los sentimientos, en una escena ha intentado suicidarse, en otra ha despachado a la periodista que procura revelar algunos secretos del célebre difunto, en otra ha arrojado a la basura partituras inconclusas. en esta -tan exacta, económica y magistral como todas-, Julie se encuentra desmantelando la casa de campo del matrimonio. un ruido la distrae. busca, hasta encontrar a la criada deshecha en llanto. "Qué le sucede, Marie, por qué llora?" "Porque usted no lo hace", dice la vieja mujer con temor.

Curiosa situación para una película como Bleu, cuyo tema principal es la libertad, primera parte de una trilogía anunciada como una revisión actual de los valores esenciales de la revolución francesa, que continuara hablando de la igualdad, en Blanc, y culminara, en Rouge, con la fraternidad.

La libertad de la que se habla, es la última, la existencial. trágica, dolorosa, impiadosamente la vida ha dejado a Julie en situación practicante inmejorable respecto de la libertad. insensibilizada por el dolor y en total independencia. Pero las cosas nunca son tan sencillas. Y la vida, de nuevo, comenzará a tramar sus ataduras. El discípulo del difunto marido  (Benoit Regent), que intentaba vanamente concluir el concierto que el maestro estaba escribiendo para la comunidad europea (sabiendo que la amaba en secreto, idealizándola, en la primera mitad Julie pretende cortar también este lazo acostándose con él, demostrándole que es una mujer como las demás, que suda y tose); el muchacho que fue testigo del accidente, la puta (Charlotte Very), que vive en el piso de abajo, a la que los  restantes inquilinos pretenden desalojar; un músico ambulante que duerme en la calle y ejecuta una melodía conocida, la rata que ha tenido cría en su desván... y por fin, esa otra dulce (Florence Pernel)  que supo ser amante sin esperanzas y ahora esta embarazada del marido muerto, dos veces tramposo.

El final es infinitamente bello y mueve a infinitas reflexiones. El espectador es sumergido en un mundo de dolor y descubrimientos, pero quiere que la experiencia no termine. La fotografía, con sus azules predominantes, es tan funcional, rigurosa y bella como el filme todo. Abundan las tomas cámara en mano. La música, llena de pompa y circunstancias, ayuda a imaginarse al compositor que, según la ficción la escribió. y Juliette Binoche es un sujeto-objeto absolutamente imprescindible. La cámara la sigue; la envuelve, la penetra, refleja alguna imagen en sus pupilas, sin que ella falle nunca. Por cierto, sabe sacar partido de la insólita expresividad que tiene, de por sí, su rostro. Y está bien que lo haga porque es, además, una actriz excelente. La escena en el asilo, con su madre y otra en la que Julie contempla, desde su ventana, una gresca callejera, son apenas un par de ejemplos de su brillante actuación. o el plano final, cuando, por primera vez, las lágrimas corren por su rostro. Ahora es una mujer más común todavía: suda, tose... y llora.

Premios: Festival de Venecia 1993, Mejor Película, Mejor Actriz; Cesar Mejor Actriz: Juliette Binoche.

 

Blanc (1993): (Igualdad). Transcurre en Varsovia protagonizada por Julie Delpy y Zbigniew Zamachovsky. Trata sobre las desventuras de un peluquero polaco tras ser abandonado en París por su hermosa mujer francesa. El protagonista busca hacerse valorar haciendo plata de cualquier manera, aunque su ética personal lo lleve a asociarse con un compatriota muy diferente a él. Buena descripción de los polacos tras los cambios políticos del este. Gano El Oso de Plata en el Festival de Berlín de 1994.

 

Rouge(1994): (Fraternidad). Transcurre en Suiza protagonizada por Irène Jacob y Jean-Louis Trintignant. El teléfono es uno de los protagonistas principales, ya que este sirve aquí para espiar la vida ajena. Jacob interpreta a Valetine, quien cruza llamadas, casi siempre decepcionantes, con un novio lejano. Gracias a varias coincidencias, conoce a un viejo y misántropo juez que se pasa la vida escuchando las conversaciones telefónicas del vecindario (conversaciones de cualquier tipo, del peor tipo), sólo para ponerse en el lugar del otro y como una manera de despreciar a la humanidad. Finalmente, este personaje tiene un doble mucho más joven cuyo destino manipulará para torcer el propio. Compitió en Cannes pero no logro ningún premio.

 

En marzo de 1996 fallecía a los 54 años el director polaco Krzysztof Kieslowski. Había nacido el 27 de junio de 1941. Famoso por la trilogía fílmica Bleu, Blánc, Rouge, el drector había anunciado su retiro a finales de 1994. Un infarto lo obligo a someterse a una operación que resulto exitosa, sin embargo, el mismo día sobrevino un segundo infarto que determinó su muerte en Varsovia. Se había graduado en la célebre escuela polaca de Lodz en 1969. Realizo catorce cortometrajes, pero se dio a conocer internacionalmente en el festival de Cannes de 1987, en cuya sección "Una Cierta Mirada" se proyectó su filme “El Azar”. Al año siguiente volvió al festival con “No Mataras” y gano el premio del jurado. En su país ya era bien conocido por su famoso decálogo, realizado para tv. De los 10 films, dos se exhibieron en cine: ”No Matarás” y el otro “No Amarás”. Ambos fueron estrenados en la Argentina. La fama internacional le llego con “La Doble Vida de Verónica” (1990), un film en el que una muchacha polaca muere y otra francesa la continúa. Allí, Kieslowski reflexionaba sobre la vida y la muerte. Por su trabajo, Irène Jacob obtuvo en Cannes el premio a la Mejor Actriz. Con “Bleu”, Kieslowski estuvo postulado al Oscar por Mejor Dirección y Mejor Guion. A fines de 1994 el director había venido a Buenos Aires, ya habla estado en 1985, a dictar un seminario sobre la trilogía y él mismo presentó “Rouge”. Allí, también confirmo su decisión de retirarse del cine. Las versiones sobre su abandono de la profesión a una prematura edad podrían haberse debido a su estado de salud. Pero como dice el juez de “Rouge”, "juzgar que es la verdad y que no lo es constituye un ataque de inmodestia". Una frase que le pertenece a Kieslowski es: "mi cine en un cine del director, mientras que el americano es un cine a lo Mc Donald's. Con ello no quiero decir nada contra Mc Donald's. pero hay gente que prefiere cocinar, yo entre ellos."







Nació el 23 de noviembre de 1953 en Agen y creció en Astafford un pequeño pueblo de 2000 habitantes cerca de Toulouse, en una familia primaria del Friuli, Italia. Su padre era obrero en una galletearía y su madre cajera en una cafetería. Tiene dos hermanos: Martine y Philippe,

Cerca de los 13 años escuchó por primera vez en la radio "Like a Rolling Stone” de Bob Dylan. Fue una revelación que cambió su destino. Gracias a la guitarra que le regaló su tío para Navidad él compuso su primera canción

Aprendió inglés traduciendo canciones de Neil Young, Leonard Cohen y por supuesto Bob Dylan.

A los 17 años formo grupos de Rock-Folk, que fueron efímeros. A los 19 años trabajó en una zapatería y los fines de semana tocaba la guitarra con el grupo "Ray Frank et le Jazzmen". En 1974 participó de un concurso radial en Toulouse, organizado por la estación local "Sud Radio". Entre 400 finalistas él ganó con su canción "Petite Marie", dedicado a su esposa Mariette. Esto le abrió las puertas del sello CBS, con el que firmó un contrato.

En 1977 apareció su primer álbum "Les murs de poussière" en el que apareció el single "Petite Marie'

Su segundo disco 'Les chemins de traverse", editado en 1979 lo convirtió en estrella. Vendió 400 mil copias en pocas semanas, sobre todo por la canción "Je l’aime à mourir" que se oponía a los ritmos Disco de ese momento y que se convirtió en un clásico de la música francesa.

“Fragile", su tercer trabajo de 1980, contiene "L'encre de tes yeux" y la balada roquera "La dame de Haute-Savoie" que se convirtió en una de las canciones que marcaron su carrera. Ya radicado en París, Cabrel grabó su nuevo álbum "Carte Postale" con títulos como "Carte postale", ''Chauffard" y "Repondez-moi".

La aparición de su sexto álbum 'Quelqu'un de l'intérieur" en 1983 marcó su evolución como compositor con canciones como ''La fille qui m' acompagne" y "Le temps s'en allait". Con su nuevo trabajo "Photos de voyages" Cabrel tomó posición contra el racismo, el Appartheid y la pobreza en el tercer mundo. La canción "II faudra leur dire" fue escrita para el bautismo de su hija y cantada por los niños de Astaffort.

Después de 3 años de gestación apareció el álbum "Sarbacane" (1989), vendió cerca de 2 millones de copias e incluía la canción ''Sarbacane", dedicado a su hija, y "C'est écrit".

Después de meses de giras y participaciones en obras humanitarias en el 91 apareció un álbum triple en vivo intitulado "D'un ombre à l'autre". Ese mismo año fue padre nuevamente y se convirtió en consejero municipal en Astaffort.

Como resultado de una gestación de 5 años editó su nuevo trabajo en 1994 "Un samedi sur la tèrre" que incluía los singles "Je t'aimais, Je t'aimes et Je t' aimerai", "La cabane de pêcheur" y "Corrida" que es una denuncia contra esta práctica bárbara". Este disco fue elegido como el Mejor Disco del Año y obtuvo el Premio Victoire de la Musique.

En el 95 creo su sello discográfico "Cargo”.

En 1998 el fotógrafo Claude Gassian editó un libro de fotos consagrado a Cabrel 'Hors Saison", que incluía un CD, un dúo grabado en español durante el Fracopholies de Buenos Aires con Mercedes Sosa: "Yo vengo a ofrecer mi corazón" que se convirtió en un suceso en las radios.

Luego de 5 años apareció su nuevo disco en 1999 que se llama "Hors Saison" que vendió un millón de copias.

Un triple álbum registrado en vivo "Double Tour" aparecido en el 2000, paralelamente Francis participó del ''Enfoirés du Coeur”.

Actualmente Cabrel se encuentra componiendo las canciones de su próximo álbum, cuya aparición se prevé para el próximo año.

 


La corrida


 

En el tiempo que llevo esperando

En esta oscura habitación

Oigo como se divierten y cantan

Al final del corredor

Alguien ha abierto la puerta

Y me encuentro en el gran día

He visto las fanfarrias, las barreras

Y la gente alrededor

En un principio

Creí que solo era necesario defenderme

Pero esta plaza no tiene salida…

Empezó a comprender

Han vuelto a cerrar detrás de mí

Temiendo que retrocediera

Al final nos la veremos

Con este bailarín ridículo

¿Acaso es serio este mundo?

Andalucía, ya me acuerdo

Aquellos prados bordeados de cactus

No voy a temblar

Ante esta marioneta enclenque

Lo voy a atrapar a él y a su gorrito

Haré que giren como un sol

Esta noche, la mujer del torero

Dormirá sobre sus dos orejas

¿Acaso es serio este mundo?

Ya he perseguido a estos fantasmas

Casi alcanzo a sus bailarines

Me han golpeado fuerte en el cuello

Para que me incline

¿De dónde salen estos acróbatas

Con sus trajes de papel?

Jamás aprendí a pelearme con muñecos

Mi cabeza baja, siento la arena

Es de locos que esto les pueda gustar

He implorado para que todo termine

Andalucía, ya te recuerdo

Oigo como se ríen mientras agonizo

Veo como bailan mientras muero

Jamás pensé que se pudiera pasar

Tan bien alrededor de una tumba

¿Acaso es serio este mundo?

Sí, sí, hombre, hombre

Baila, baila

Hay que bailar de nuevo

Y mataremos otros

Otras vidas y otros toros

Y mataremos otros

Venga, venga a bailar

Y mataremos otros

 










Jaime Andrés Roos Alejandro (Montevideo, 12 de noviembre de 1953) es un cantante, músico, compositor y productor uruguayo.

Su formación musical comenzó con la asimilación de la música de su entorno familiar (el Jazz de su padre francés, la música latinoamericana de su madre uruguaya) y del entorno cultural de su barrio Sur natal (el Candombe, la Murga, el Tango).

Los tambores que recorren el Barrio Sur, lo que transmitía la radio, la música de los tablados del carnaval, los Beatles (a quienes descubrió a los 9 años) y el Rock han sido algunas de las influencias que asimiló para luego plasmar una música con personalidad y sello propio que le ha valido el éxito con el que cuenta en su país, y que se extendió a nivel internacional. Estas características hacen que sea uno de los cantantes uruguayos más populares, con gran venta de discos, y conciertos con entradas agotadas.

Roos es zurdo, pero se la ingenió para dominar el lado diestro del instrumento, debido a que no existían modelos para zurdos.

Vivió desde chico en un departamento sobre la calle Convención a metros de Durazno, esquina que inmortalizó en una de sus canciones más conocidas, ”Durazno y Convención”.

En 1970 inició una intensa carrera como músico profesional, actuando en obras de teatro y grupos de Rock y música nacional como “Los Roberts”, “Epílogo de Sueños” y ”Aguaragua”, cuyo líder era Pajarito Canzani.

A mediados de 1974, integró el grupo “Patria Libre”, junto a Raúl "Tintabrava" Castro, Jorge Bonaldi y Jorge Lazaroff, en reemplazo de Miguel Amarillo, en donde tocaba el bajo y se dedicaba fundamentalmente a los arreglos de los temas.

En 1975 integró por un breve lapso el grupo ”Canciones para no dormir la siesta”, y posteriormente viaja a Europa radicándose en París y un año más tarde grabó allí sus primeros 4 temas. Regresó a Uruguay en 1977 donde terminó de grabar su álbum debut, “Candombe del 31”.




Entre mayo y julio de 1978, en Normandía, grabó “Para espantar el sueño”, teniendo como músicos invitados al percusionista uruguayo Jorge Trasante, al argentino Carlos Grasso en flautas y a la francesa Emmanuelle Parrenin en cítara y espineta.

En 1978, se radicó en Ámsterdam donde fue bajista en varios grupos de Salsa, Rock y Jazz permaneciendo hasta 1984 en que volvió a Uruguay. Entre 1980 y 1983, editó dos discos de éxito moderado: “Aquello” (1981) y ”Siempre son las 4”.

En 1984, ya instalado en Uruguay, presentó ”Mediocampo”, donde se incluía uno de sus más famosos temas, “Durazno y Convención”. Otra canción memorable de esta placa es ”Los futuros murguistas”, en referencia a los jóvenes integrantes de las murgas del carnaval uruguayo, inspirada en el entonces platillero de la murga ”Falta y Resto”, Eduardo Pitufo Lombardo.

Paralelamente a su actividad solista, integró hacia 1984, el grupo ”Repique” junto a otros músicos como Jorge Vallejo, Alberto Magnone, Andrés Recagno, Gustavo Etchenique, Jorge Galemire y Carlos “Boca” Ferreira. Las actuaciones de este grupo junto a las de José Carbajal “El Sabalero”, representaron una nueva modalidad de espectáculos llamados “candombailes”, los cuales junto a otras expresiones artísticas comenzaron a dar forma a la música popular uruguaya post-dictadura.


 


En 1985, ya radicado nuevamente en Montevideo, publicó “Brindis por Pierrot”, uno de los discos de mayor venta de la historia de su país. Luego de ello se suceden “7 y 3”, “Sur”, “Estamos rodeados”, “Cuando juega Uruguay”, “La Margarita”, además de varias producciones para otros artistas del medio local.

A principios de los 90 logró sus primeros éxitos a nivel de público en Argentina, y en 1993 duo comienzo su mega-gira uruguaya “A las 10”, que recorrió todos los departamentos del país con récords de audiencia.

En 1988, representó a Uruguay en el prestigioso festival de la canción latinoamericana de Varadero (Cuba). En 1990, con un Estadio Obras completo, inició en Buenos Aires su trayectoria en Argentina. En 1992, compuso la música para la Selección Uruguaya de Fútbol, “Cuando Juega Uruguay”.

En 1997 para conmemorar sus 20 años dedicado a la música realizó en el Teatro Solís el llamado “Concierto aniversario” que le dio el nombre al disco que tiene una recopilación de sus mejores trabajos. En el concierto participaron Hugo Fattoruso y dos de los tres hermanos Ibarburu.

En los años siguientes se afianzó como uno de los artistas más representativos de la música nacional, tanto dentro como fuera de su país. Siguió publicando álbumes (“El puente”, “Si me voy antes que vos”, “Contraseña”), realizando conciertos por el mundo, escribiendo bandas sonoras de cine y teatro y produciendo discos para artistas rioplatenses.

 

 

 

 


 



¿Y qué es la radio si no es poesía?


Yo no concibo la radio sin poesía. Así como no concibo la música sin silencio.

¿Cómo no hacerle un homenaje a la palabra cada vez que un micrófono está encendido? ¿Cómo no susurrar palabras dulces cuando desde cualquier lugar del mundo alguien te está escuchando en el ritual más personal anclado a un par de audífonos?

¿Cómo no pensar antes de hablar y buscar que las palabras encuentren su cauce y fluyan como ríos sonoros que lleven a algún mar al pensamiento de quien escucha?

¿Cómo no hilar las historias, hilar las canciones, hacer más preguntas que respuestas, charlar con la mente del otro, escuchar su silencio y percibir su reacción cada vez que le pones play a una canción?

Es difícil de asimilar la radio sin poesía hecha por periodistas sin pasión. De aquellos que hablan a la velocidad de la luz y casi sin respirar pretenden que entiendas todo lo que dicen. De los que utilizan un micrófono para juzgar, criticar y no para reflexionar y denunciar.  De los que gritan en vez de hablar. De quienes promueven odio y capturan y compran oyentes jugando con el dolor ajeno.  De los que creen que lo único que interesa es el sexo. De los que alardean hablando mil idiomas pero ni siquiera dominan el materno. De quienes comunican dando por hecho.

De quienes no son conscientes que son un servicio y lo hacen para alimentar sus seguidores y falso estrellato digital. De quienes no enseñan porque nunca aprenden. De quienes no comparten y por debajo de cuerda piden. De quienes no escuchan y en sus entrevistas su sordera se hace evidente. De quienes se creen más abogados que periodistas. Y de quienes son estrellas de la radio en vez de iluminar con su trabajo y palabras el cielo ciudadano.

La radio existe porque existe la poesía, es aquella literatura orquestada de quienes prefieren informarse con cadencia y de manera más cercana. Es de frases cortas, de palabras contundentes. Una voz que te sorprende. Alguien que te acompaña y constantemente te conquista. Algo que ninguna playlist reemplazaría. Es poesía amable y generosa que siempre le pone color a tu día. Que hace más llevable la vida. Que te sorprende con cada página encendida de una sorpresiva melodía. 

Esa es la radio del ayer, del futuro, de nuestros días. La radio para todos, la que convoca y nunca divide ni estratifica.

 


 


Días de radio

Hacer radio es un trabajo que se teje con palabras, minuto a minuto, cada día y cada noche. Una vorágine de teléfonos que suenan, movileros que van a donde esté la noticia, mate, café, papeles en montaña y la luz roja que se prende para anunciar que se está en el aire y donde salen a la luz las noticias y surgen historias como estas:


• Mitad de los años 30. No muy conocida es la historia del comisario Ramón Cortés Conde. Cuando ninguna radio había incorporado aún el comentario de noticias policiales, este policía empezó a hacerlo en Radio Mitre. "Ronda policial" se llamó la audición y de apoco Cortés Conde empezó a dramatizar esas noticias. Seducido por el medio, el comisario terminó por convertirse en autor de radioteatros. Y abandonó el uniforme para quedarse en el éter.

Culpa de una prenda ínfima, el hombre no pudo estar en Radio Mitre en 1952. Había conseguido de auspiciante a Cassi, una reconocida marca de calzoncillos. Y esa, junto con corpiño y bombacha, era una palabra prohibida en las radios. Así, Délfor Dicásolo se fue con "La revista dislocada" a probar suerte en otras emisoras. Tuvo que convencer al auspiciante de utilizar la palabra "anatómicos" en lugar de calzoncillos. Fue tal el éxito del programa que el dueño de Cassi dejó de auspiciarlo: Su producción no daba abasto con la demanda de calzoncillos.

• Una noche en los 70, el operador le avisa a la locutora Georgette Graieb que el top de la hora no funciona. Y ella, a las 21 en punto, muy seria largó "Pip, pip,pip, pip Piiiip" (Pausa) "Hora 21 en todo el país"

 

 

• Sucedió en la década del 60 cuando la radio tenía números en vivo. Uno de ellos era un cuarteto típico que hacía muchas entradas por día. Estaban tan mecanizados que ingresaban al estudio minutos antes de salir al aire. Una tarde el "Cuarteto Sara" entra al estudio y es anunciado al aire, mientras el director del cuarteto da tres golpes para empezar, levanta la tapa del piano… que no tenía teclas. Se lo habían llevado para reparar.

 

 

• Era el 28 de diciembre de 1998 y los periodistas hacían guardia en la casa del Ministro Carlos Corach. Por esa época se hablaba mucho de la imagen de los políticos. Una periodista le preguntó al Ministro su opinión sobre una encuesta de Zuleta Puceiro que señalaba que el 90% de los argentinos tenían una imagen positiva de Corach. Se puso muy contento y asintió como si él también lo hubiera leído. "Que la inocencia le valga" dijo la periodista. La broma salió hasta en un informe de la CNN sobre el día de los inocentes.

 

 

 


• Escrito con grandes letras azules, el jefe del informativo colocó un comunicado al personal que advertía sobre el indebido uso de los teléfonos. Una tarde, un locutor reconocido por su mal humor, vio la nota y la leyó en voz baja. Al finalizar la lectura levantó la vista y apuntó su mirada inquisidora al jefe. "¿Me podés decir a que cráneo se le ocurrió escribir semejante cartel'?", disparó el locutor. El jefe se levantó con el dedo índice en alto: "Se me ocurrió a mi". ¡Rápido de reflejos el locutor levantó sus dos manos y contestó ‘Hiciste muy bien i Por fin una buena idea en esta radio!" Los demás no pudieron ocultar su risa.

 






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