Demasiadas Noches 12 (FM Identidad)
La palabra viet proviene del chino antiguo y significa ”allá lejos”. El pueblo viet era, hace 5000 años, una tribu nómade de raza mongol que se instaló en el confín del sudeste asiático.
En 1859, la armada francesa desembarcó a sangre y fuego en la península de Indochina apoyada por neerlandeses y portugueses. Los vietnamitas no se rindieron fácilmente. Sólo en 1913 el dominio francés quedó afianzado. En 1945 los vietnamitas de la mano de Ho Chi Minh declararon la independencia. Ho observaba con su minuciosa atención de estratega, las doctrinas y tácticas bélicas y políticas de Mao Zedong en China, y eso genera terror en Washington. Los franceses no se retiraron y continuaron en Vietnam hasta 1954 cuando, derrotados en Ðiện Biên Phủ, se fueron para siempre. Entonces llegaron los norteamericanos. Primero desembarcaron políticamente apuntalando en el sur a Ngô Đình Diệm, un fervoroso anticomunista católico. De hecho, Vietnam se partía en dos y Ho y Giap, apoyados sinuosamente tanto por China como por la Unión Soviética, reiniciaron la larga marcha hacia el sur. El 2 de enero de 1964 (según la versión de Washington), dos destructores norteamericanos que patrullaban en el golfo de Tonkín fueron atacados por lanchas soviéticas. El presidente Lyndon Johnson respondió con la operación “Trueno arrollador”. Desembarcaron marines y así comenzó el desastre.
En 1967 EEUU estaba bombardeando casi todo Vietnam del Norte y había enviado unos 500 mil hombres a Vietnam del Sur. Este aumento de la intervención estadounidense produjo un gran debate nacional que se intensificó en 1968 tras la ofensiva de Tet, durante la cual los norvietnamitas atacaron las principales ciudades de Vietnam del Sur.
La intervención estadounidense provocó que fueran enviados al sur unidades regulares del ejército norvietnamita. En 1968, tras la sangrienta ofensiva del Tet, que hizo que se tambalearan los cimientos del nuevo régimen autoritario de Saigón del presidente Nguyên Van Thieu, la administración Johnson decidió buscar un acuerdo negociado.
El nuevo presidente de EEUU Richard Nixon continuó con la política de Johnson, aunque las tropas estadounidenses fueron retirándose gradualmente. En enero de 1973 la guerra finalizó temporalmente con la firma de un tratado de paz en París. El acuerdo estableció la retirada total de las tropas estadounidenses en Vietnam, y Hanói acordó tácitamente aceptar el régimen de Thieu mientras se preparaban elecciones nacionales. Sin embargo, el acuerdo se rompió al poco tiempo y, a comienzos de 1975, los comunistas lanzaron una ofensiva militar que en seis semanas les permitió ocupar Saigón (30 de abril). La Guerra de Vietnam concluyó con más del 15% de la población vietnamita muerta o herida.
Pisar Vietnam es un shock muy fuerte. Será tal vez porque en el imaginario occidental, ese pequeñito país del sudeste asiático todavía aparece ligado a una de las guerras más crueles del siglo XX. Entonces la curiosidad se agiganta: ¿cómo vivirá actualmente el único régimen comunista del globo que atraviesa un feliz matrimonio de más de 10 años con la economía de mercado?
El 50% de la población está compuesta por menores de 25 años, que saben de la guerra lo que los padres le han contado. Esta es la primera generación en décadas que no pasa hambre, tiene acceso al confort, el entendimiento y la información. Los jóvenes no salen demasiado en Hanói: las pocas discotecas son para mayores de 18.
El país tiene uno de los índices de alfabetización más altos del mundo: el 91% de la población lee y escribe. Y si bien el sistema educativo es básicamente público, ahora también hay escuelas privadas para los más ricos.
Vietnam es gobernado por una Asamblea Nacional de Diputados elegidos por el voto universal y secreto que designa al primer ministro y al presidente del país. Vietnam tiene, desde 1975, un único partido: el PVC (Partido Comunista Vietnamita). En 1986, el liderazgo vietnamita se encontró en medio de una encrucijada: el fracaso socialista por un lado y la pujanza del milagro del sudeste asiático por el otro. Fue entonces cuando se diseñó el “Đổi mới” (Nuevo pensamiento), una política de apertura y liberalización económica que comenzó a funcionar en 1991 con la privatización de empresas estatales y el desembarco de capitales extranjeros. Repuesto con agilidad de la crisis asiática del 97, es ahora el segundo exportador mundial de arroz, detrás de EEUU, y el tercer vendedor de café, caucho y maní del globo.
Son casi dos millones por año los turistas que llegan a Vietnam, que hoy se autopromociona como “El destino del milenio”. En su mayoría franceses, coreanos, australianos, japoneses y norteamericanos.
Por las calles de Saigón cientos de carteles recuerdan que se cumplen los 990 años de Hanói y los 110 años del nacimiento de Ho Chi Minh. La terraza en ochava desde donde los corresponsales vieron hace 29 años cómo los tanques hacían su entrada triunfal en Saigón, hoy sigue siendo el hotel Rex, pero cubierta de neones por fuera y de dragones y bonsáis en el interior. Abajo la rutina sigue ágil: motos, peatones y ciclistas marchan decididos. El futuro ya llegó para un pueblo que marcha guiado por su estrella.
Título original: Platoon, 1986, EEUU.
Director: Oliver Stone.
Intérpretes: Willem Dafoe, Charlie Sheen, Tom Berenger, Keith David, Forest Whitaker, Francesco Quinn.
Música: Georges Delerue.
Producción: Arnold Kopelson
El narrador de la historia es Charlie Sheen, aquí convertido en alter ego de Stone, quien a través de las cartas que escribe a su abuela, nos cuenta todo lo que ocurre en el campamento militar y en los enfrentamientos. Por cierto, antes de pasar a contar el argumento, destaquemos que el elenco fue sometido a 14 días de entrenamiento, en plena selva de filipinas, lejos de todas las comodidades y forzados a vivir en las mismas condiciones de sus personajes.
La oscuridad es despedazada cuando una aeronave, lentamente pone al descubierto, el sofocante polvo naranja de Vietnam. Estamos en 1967. Un fracasado estudiante universitario de 18 años, Chris (Sheen), es uno de los nuevos soldados que arriba al campamento. Apilados, junto a la nave, están los cuerpos de los soldados que hacen su retorno a casa, sólo que el retorno lo hacen en sacos. Un veterano clava los ojos en Chris mientras este sube al autobús que lo llevaba a su unidad. El pelotón que le toca a Chris, es un grupo muy desunido. En un lado está el sargento Barnes (Berenger), quien luce una horrible cicatriz, producto de una de sus varias misiones. El tipo tiene una moral corrupta, es una máquina de matar, que no muestra remordimiento por sus actos. En el otro lado, otro veterano, el sargento Elias (Dafoe), igualmente experto en métodos de muerte. Elias aún guarda ciertas cualidades humanas y trata de transmitir compasión y responsabilidad a sus hombres. Durante el tiempo libre, Barnes, vía cerveza y borbón, escapa del horror de Vietnam, mientras que Elias utiliza marihuana y otras drogas. Chris se encuentra entre las personalidades de los dos sargentos y él describe esto como “la batalla por la posesión de mi alma”.
En la siguiente misión, el pelotón es enviado a cavar a una zona donde se supone que el vietcong va a atacar. Ellos no lo saben, pero son usados como cebo para el enemigo. La mayoría de los hombres tiene un mal presentimiento. Esto se cumple, cuando un centenar de vitcongs atacan en medio de la noche. El campamento es invadido por el enemigo. El capitán es forzado a lanzar un ataque aéreo sobre sus propios hombres. Chris, loco y malherido, encuentra al sargento Barnes durante la confusa batalla. El sargento va a matarlo con una pala, pero en ese momento comienza el ataque aéreo y todo se vuelve oscuridad para Chris. Por la mañana hay cráteres por doquier, con centenares de cadáveres. La mayor parte del pelotón ha muerto. Chris está vivo, el sargento Barnes también, aunque muy malherido. Barnes le ordena a Chris que busque a un médico. El joven toma un rifle y apunta al sargento. “Hazlo”, dice Barnes burlonamente. Chris dispara y mata a Barnes. Otro pelotón llega al lugar. Una máquina excavadora acumula los cadáveres en una fosa común. Los heridos son evacuados. Chris, en medio de todo ese caos, decide largarse definitivamente y es sacado de la masacre en un helicóptero.
Premios: Oscar a la Mejor Película, Mejor Director, Mejor Edición, Mejor Sonido Original. Candidatos a Mejor Actor de Reparto: Tom Berenger - Willem Dafoe.
Ha escrito canciones para Johnny Hallyday, Florent Pagny, Patricia Kaas, Zazie y para muchos otros artistas. Luego de componer la comedia musical “Les Dix Commandements”, Pascal Obispo se dedicó a otro de sus proyectos: la lucha contra el SIDA. El enorme suceso de la canción “Sa raison d'être” reunió 45 millones de francos, de los cuales la primera mitad se reservó para la búsqueda de la cura de la enfermedad y la otra mitad, para ayudar a las familias de los afectados. Ese año, el disco ” Noël Ensemble” reunió cerca de 110 artistas, contra los 48 reunidos para la primera edición.
Obispo nació el 8 de enero de 1965 en Bergerac. Hijo de un ex futbolista del Girondins de Bordeaux, su sueño era convertirse en basquetbolista profesional. Sus padres se separaron en 1978 y Pascal se instaló con su madre en Rennes. Fue ahí que el descubrió su verdadera pasión por la música. Étienne Daho y Niagara surgieron de la escena de Rennes a comienzos de los 80.
Obispo formó su primer grupo “Senso” en 1988 y firmaron contrato con el sello Epic. Grabaron un disco que pasó desapercibido ”Le Long du fleuve”.
En 1992 apareció el disco “Plus que tout au monde”, esta vez el éxito fue inmediato gracias a la canción que da nombre al disco, pero los otros temas fueron también exitosos.
En 1994, su nuevo álbum ”Un jour comme aujourd'hui” fue igualmente un suceso. Para promover el disco el cantante emprendió una gira entre febrero y marzo del 95 en 60 liceos de Francia. Escribió la canción ”Zen” para su amiga y cómplice de siempre Zazie. A comienzos del 96 fue telonero de Céline Dion durante cuatro noches en Paris Bercy.
El 26 de octubre del 96 el álbum llamado “Superflu” apareció en las disquerías. La canción “Lucie” batió records vendiendo 80 ejemplares en un mes. En febrero del 97 la obra vendió 300 mil copias y Pascal se presentó en el mítico Olympia durante seis noches y luego en el Zénith de París.
El disco “Soledad” apareció en diciembre de 1999, luego de lo cual Obispo se dedicó a la escritura de la comedia musical ”Les Dix Commandements”, puesta en escena por Elie Chouraqui. Este espectáculo representó la ocasión de descubrir una de las más bellas voces, como la de Daniel Levi, un artista francés mucho tiempo desconocido.
En lo concerniente a su vida privada, Pascal Obispo se comprometió con Isabelle Funaro en Tahití el 31 de diciembre de 1999 y se casó el 4 de abril del 2000. De esta relación nació Sean el 11 de octubre del 2000, el día del debut de “Les Dix Commandements”.
Sa Raison d'être
Ella vio todos los dolores
Ella volvió de muchos combates
Ella tiene tanta ternura en su corazón
Ahí donde los otros bajaron los brazos
Ella dijo que después de ciertas visiones
Las palabras se volvían irrisorias
Hace las cosas porque se lo obligan
Sin preguntar por qué
Puede ser
Una gota en el mar
Puede ser
Una gota de agua en el desierto
Sí, pero es su razón de ser
Ella secó sus ojos
Bajó sus pupilas
Olvidándose que el cielo es azul
Mientras se inclina en el polvo
dijo que siempre se puede encontrar
Excusas para no moverse
Ella entonces prefiere callarse
Y hacer lo que tenga que hacer
Ella ha quebrado su silencio
Dio gritos contra las paredes
Con ecos de la indiferencia
Con su resentimiento más duro
Porque hoy, si la existencia aquí
No se limita a la supervivencia
Necesita saber que el ala de una mariposa
Puede cambiarlo todo para el bien
A Luca se lo ve como un conquistador europeo, como a un misionero bueno del Rock que recaló en tierras argentinas para educarnos. Siempre se lo envidió por haber estado ahí cuando pasó lo que pasó (el post-hippismo, el Punk) y por haberse mimado a ser más argento que los mismos argentinos.
Es como un alienígena nacionalizado: siempre tan lejos como cerca. El “pelado” atesora un plus envidiable: vivió más a fondo que todos (hasta víctima de la más temida heroína) y de ahí su imán como figura de perfil heroico. Aterrizó aquí en plena época del Rock Post Malvinas como un mesías. Sí, el encargado de refundar el Rock argentino en los 80 fue un ítalo-inglés que devino en ícono del Rock Barrial de los 90, a fuerza de estetizarse la pelada, la campera de cuero, las sandalias, los lentes negros y la ginebra.
Se decidió por estas tierras al recibir una tarjeta postal de las sierras cordobesas que le envió su viejo amigo Tommy McKern, otro ex compañero de estudios. Al poco tiempo, llegó a nuestro país, más precisamente a Mina Clavero. Luego se afincó en una vieja casona de Hurlingham y allí conoció a algunos de los músicos que más tarde integraron la banda. Sumo se formó en 1981, con Luca Prodan en voz y guitarra, Alejandro Sokol en bajo, Germán Daffunchio en guitarra y Stephanie Nuttal en batería. Debutó en febrero del 82 en el pub Caroline’s de El Palomar, y se presentó en el boliche Mastropiero con gran aceptación.
Tras un memorable ciclo en el Bar Einstein la banda logró, junto a Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, ponerse a la cabeza del incipiente movimiento underground de nuestro país. A fines del 83 se unió a la banda Roberto Petinatto en saxo. Tras este acontecimiento, Luca realizó un viaje a Europa y muchos pensaron que era el final de la banda. Sin embargo, Luca volvió con más fuerza que nunca. La reunión fue el 17 de agosto de 1984 en el Auditorio Buenos Aires. En esta presentación la banda mostró algunos cambios, de la formación anterior permanecieron Luca, Arnedo y Petinatto. Los nuevos integrantes que se sumaron eran: Alberto “Superman” Troglio en batería y Ricardo Mollo en guitarra. Ese año editaron para CBS su primer disco titulado “Divididos por la felicidad”. Se grabó entre los meses de octubre del 84 y enero del 85 y lo presentaron en el Teatro Astros. Este disco se consideró el primero oficial de la banda, ya que a fines del 83 habían editado en forma independiente el casete ”Corpiños en la madrugada”, que vendió 15.000 copias.
El domingo 13 de octubre de 1985 se presentaron en el Festival Rock and Pop que se llevó a cabo en el estadio Vélez Sarsfield. Junto a ellos estuvieron Nina Hagen, John Mayall, INXS, Los Abuelo de la Nada, La Torre, Fito Páez y Zas.
Entre los meses de marzo y abril del 86 grabaron su segundo disco ”Llegando los monos”, también para el sello CBS. Lo presentaron en vivo en el Estadio Obras Sanitarias el 9 de agosto. El 15 de noviembre del 86 volvieron a Obras compartiendo escenario con el grupo brasileño Os Paralamas do Suceso, en su primera actuación en Buenos Aires. Un mes antes se presentó el trabajo “Sumo en video”. Tenía una duración de 50 minutos y documentaba el show presentación de “Llegando los monos”. Además, incluyó temas como “Heroína” y “La rubia tarada” (cuyo título original era "Una noche en New York City"). Vendieron unas 15.000 copias.
La última actuación del grupo con Luca se realizó el 20 de diciembre de 1987 en la cancha del Club Atlético Los Andes, junto a Los Violadores. El 22 de diciembre de 1987 Luca Prodan fue encontrado muerto, víctima de un paro cardíaco y una cirrosis hepática. La despedida emocionada de Sumo fue en el Chateau Rock de 1988. Allí, Pettinatto y Mollo se alternaron frente al micrófono para rendirle homenaje al alma mater de la banda de la única forma posible: tocando rocanrol.
En 1988 comenzaron a circular unos casetes semipiratas, con temas y ensayos que habían sido grabados directamente en el portaestudio de Luca. Al año siguiente, el sello CBS lanzó "Fiebre", con las canciones que hubiesen integrado el siguiente disco de Sumo.
Dos recopilaciones oficiales salieron a la calle en 1991: "Collection" y "Grandes Éxitos". Desde el mismo día de su entierro, cientos de fans visitan su sepultura en el cementerio de Avellaneda. Los homenajes van desde la clásica pintada "Luca Not Dead" hasta enterrar por el pico una botella de ginebra. La mayor convocatoria se da en el aniversario de su muerte.
En mayo de 1995 se lanzó "Fuck You", un disco doble homenaje a Sumo, en el cual participaron Lethal, Los Pericos, Los Auténticos Decadentes, A.N.I.M.A.L., Pedro Aznar, Diego Torres y Attaque 77, entre otros.
Dos grupos derivaron de Sumo: Divididos (con Arnedo y Mollo) y Las Pelotas (Daffunchio / Sokol).
Buenos Aires, barrio del Abasto
Luego de vivir sus primeros tiempos en Argentina deambulando entre la casa de los McKern en Hurlingham, y la ciudad de Nono en la provincia de Córdoba, en 1983 Luca Prodan se instaló en una casa de la calle Gallo 492, en el porteñísimo barrio del Abasto.
Aquel Abasto nada tenía que ver con el de hoy. No existía el shopping ni los edificios en torre que lo rodean, ni los hoteles lujosos y temáticos. El Tango estaba presente en bodegones y no en mega shows montados para extranjeros como los que se ven actualmente. La geografía estaba copada por el Mercado de Abasto que daba nombre al barrio, y que justamente fue cerrado en 1984, al poco tiempo de que Luca se había mudado.
Los “tomates podridos, los bares tristes y vacíos, el hombre con su botella de Resero” son una pintura exacta del lugar, que ningún argentino hubiera escrito mejor que este italiano criado en Escocia que adoptó Argentina como su nueva patria y revolucionó el sonido del Rock local con Sumo, banda de culto si las hay.
Se trata de la impresión primera, de la imagen en tanto transcripción originaria. Si escapamos al engaño de los signos y los símbolos, de las palabras y del lenguaje, la imagen primera, antecesora de la palabra, posee la intensidad con la que se muestran los acontecimientos. Las impresiones se aglomeran en un cuerpo en el que circulan, lo trasvasan, lo impulsan, lo detienen. Un tipo camina desde su casa al tren, “la mañana, bares tristes, el sol, el Abasto, tomates podrido, el Abasto, el sol, su botella de resero, calle con árboles, el Abasto, Jose Luis y su novia, mañana de sol, el ascensor, chica pasa con temor, la estación del Abasto, Subte Linea B, hombre sentado ahí, el Abasto, chica pasa con temor, mañana de sol, las calles del Abasto, parada Carlos Gardel, bajo la sombra del Abasto”.
Está ahí, inmerso y suspendido, espectador y protagonista, interprete e impregnado de un entorno repetido y nuevo. Un poeta andante, un nómade que hace del lenguaje un devenir, arrancándole el sentido a los signos, suspendiendo a las imágenes en el tiempo, haciendo de las palabras sonidos. Escribe mientras anda, escribe con los pasos, escribe con la voz, escribe porque tiene algo que decir. “Ahí escucho el tren, me pelé por mi trabajo, para la gente que me da asco, estoy en el subsuelo, mirás a mi campera, me saludan, no vayas a la escuela porque San Martín te espera, será por el aburrimiento, me alejo más del suelo, me alejo más del cielo también”.
Luca dixit: “La letra es como una película… así… bajando por el ascensor, caminando por la calle, la mina que pasa… era perfecto para un video. Yo todas las mañanas bajaba por el ascensor y me iba a visitar a una amiga, a la que siempre despertaba con flores. Era una amiga mía, estaba mal y yo la despertaba con las flores… Y nada… Era ese recorrido por el Abasto. José Luis y su novia existían de verdad”.
La canción tiene covers de Divididos, Las Pelotas (ambas bandas son desmembramientos de Sumo), ANIMAL, Pedro Aznar y Los Fabulosos Cadillacs, entre otros. La versión original tiene solamente 2 acordes y un ritmo monocorde que crea una atmósfera única y sumamente bucólica.
Pero lo importante es que la duda a usted lo inmoviliza. Sí, señor, usted vive paralizado. O tal vez no. Pero no porque no se dé cuenta. O tal vez sí se da cuenta que se da cuenta. Es casi seguro de que eso es lo que le pasa. No me caben dudas. O tal vez sí que cabe alguna, pero chiquita. Y si no le pasa es probable que sí le pase en algún momento. O en otro momento. Salvo que no le pase porque ya le pasó. Y si ya le pasó, le volverá a pasar. Casi siempre es así. Lo cual no quiere decir siempre. Lo que sí es seguro es que puede ser.
Una vez en posición repita en voz alta: “Desde hoy se acabaron las dudas”. O más bien, “Desde ahora se acabaron las dudas”. O, en todo caso: “Desde ahora se acabarán las dudas”. No me gusta. Pruebe con: “Desde este momento basta de dudas”. O, “¡Basta de dudas!”, o sino ¡¡¡Dudas, basta!!!”.
Dado lo complejo del tema, y como todavía no henos podido dar con la frase exacta, recomendamos a nuestros oyentes a esperar la próxima edición de este programa. Si es que sale. Si es que sale este programa, y después sí, si es que sale la segunda edición. Y si a nosotros se nos ocurre algo. Que es probable que algo se nos ocurra. Y entonces sí, con seguridad, tendrán ustedes la frase salvadora. Hasta que esto suceda, les recomendamos a ustedes que convivan con su duda como si fuera su esposa/esposo. Comparando a ambos, quizá descubra que es mejor librarse de su esposo/esposa. Y seguir viviendo con la duda/dudo. Casi seguro. A lo mejor. Digo ¿no?
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