Zorongo (España)
El Zorongo fue un baile popular andaluz, especialmente practicado
en el barrio granadino de Sacromonte. El Zorongo era un antiguo baile español
de danza y canto que guarda alguna relación con el canto moruno.
Se trata de un
estilo que desde hace más de un siglo disolvió sus elementos rectores en otros
géneros, desapareciendo como tal del panorama musical andaluz. Propio de la
música andaluza, sin ser estrictamente un palo flamenco, su estilo permite que
se aflamenque con facilidad. En su origen era un baile muy común en la época de
la Tonadilla
escénica, en auge desde el último tercio del siglo XVII hasta mediados del XIX.
Algunas teorías sostienen que es un derivado de la Zarabanda, pero con la
diferencia que era más sencillo. Es decir, que las personas no aficionadas a
los bailes provocativos optaron por bailar la Zarabanda, adecentando los
movimientos y sus detalles. Lo bailaban especialmente los gitanos. El Zorongo
fue uno de los bailes gitanos que gozó de más popularidad en el siglo XVIII. En
las fiestas populares particulares, los actores entran y salen de escena
cantando y bailando el Zorongo al son de guitarras,
bandurrias y vihuelas. Pero su ejecución estaba reservada especialmente a los
gitanos, quienes imprimían a este estilo un sello particular. Su nombre se debe
a que en la letra de uno de los primeros Zorongos, aparece a modo de
estribillo esta palabra (¡Ay Zorongo, Zorongo, Zorongo!). El Zorongo
bailado por la “Perla” en el barrio Sacromonte es uno de los testimonios más
expresivos que existen. Acompañada al son de un pandero que tocaba una gitana
vieja “la Perla” Salió a bailar. La bailarina enajenada por su éxito, redoblaba
su agilidad y pronto sus cabellos negros flotaron desparramados sobre sus
morenos hombros. Otras personas se le unieron y el baile no tardó en hacerse
general. Los bailarines, electrizados por los aplausos de los gitanos,
continuaron de aquel modo durante un buen rato. Federico García Lorca
es uno de las más grandes figuras de la literatura española, a pesar de su
temprana y trágica muerte en la provincia de Granada, fusilado por las fuerzas
golpistas que desencadenaron la Guerra Civil española.
Federico García Lorca |
Sin embargo, en su
juventud parecía más inclinado hacia la música, pasión que nunca abandonó y
trató de compatibilizar con la poesía. Era habitual verlo cantar y tocar el
piano, se relacionaba con las grandes personalidades musicales del momento,
compuso canciones, utilizó la música en espectáculos teatrales y realizó una
importante labor de investigación antropológica y cultural en torno a las
tradiciones musicales de la España profunda. No se conformó con buscar
canciones populares y trasladarlas al lenguaje musical, sino que fue un paso
más allá, grabando una docena de temas en discos de pasta, al parecer siguiendo
el consejo del torero Ignacio Sánchez Mejía. Lo hizo en 1931, con él mismo al
piano mientras que la cantante y bailaora Encarnación López Júlvez, “La
Argentinita”, fue quien tocó y cantó las castañuelas. El propio García Lorca
destacó la riqueza y belleza de esas canciones, sobre todo de sus letras. El Zorongo
de Lorca se trata se trata de una canción de amor, donde la dama expresa que
con sus manos de cariño (con su amor), lo esa abrigando y poniéndole una ”capa
de afecto” y protección. Le reclama al que fuera su novio, por hacerla llorar
en medio de un campo desierto, cuando no llega con su caballo y su amor para
estar con ella. Le dice que sólo añora sus brazos, porque las 24 horas del día
lo ama y lo espera, y que si el día fuese más largo, más tiempo lo querría. La
luna, las flores, todo lo que la rodea, no importa nada al lado de su hombre
gitano.
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