Huari Danza (Perú)
La Huari Danza, llamada también “Los Caballeros de Huari”
o “Huari
Taki”, es una danza clásica cuya antigüedad se remonta a más de cuatro
siglos, en la época incaica. Al respecto, el cronista Cristóbal de Molina
manifiesta que, “es una danza recibida del mismo hacedor Wiracocha por Manco
Capác, quien bailó y transmitió, en persona, en la fiesta de Kapak Raimy, que
aún celebraba el solsticio de diciembre”.
La Huari Danza es una danza
ritual de origen mestizo inca-español, originaria del distrito de Huari, en el
departamento peruano de Áncash. Esta ancestral danza, de toques andaluces o
madrileños, se constituyó en la adoración a Cristo, a la Virgen del Rosario
(llamada la Virgen Huarina), cuya fiesta patronal se celebra el 7 de octubre, y
Santo Domingo de Guzmán. Es una danza mestiza y varonil, en donde las mujeres
danzantes representan a las collas del Inca, que rinden homenaje a la Santísima
Virgen del Rosario y le ofrendan sus alabanzas. Los inicios de esta danza se
remontan a épocas en que Huari era habitada por colonos, después de la
conquista de Perú por los españoles. Es así, que las costumbres, hábitos y
modales de los nativos, fueron cambiando en forma progresiva. Al verse
imposibilitados de regresar a su patria, los españoles optaron por celebrar sus
festividades en Perú y de esa manera daban un descanso a los esclavos negros y
a los sufridos nativos que eran forzados a trabajos de minería. Estas fiestas
tenían como objetivo sutil aplacar los ánimos de rebelión de los habitantes
peruanos, quienes entendían cada fiesta o celebración que se realizaba como un
agradecimiento. Con el correr del tiempo, en una fecha no precisa, los
españoles crearon una danza llamada Tuy-Tuy, con la cual celebraban
diferentes motivos, entre ellos, homenajear a la Virgen del Rosario, cuya
imagen fue traída por ellos mismos. Posteriormente, los negros esclavos
asimilaron esta danza y la empezaron a denominar Negro-Danza. Así mismo,
los mestizos de la zona también la aprendieron y la llamaron Huari Danza,
quedando así como una muestra cultural de la región.
El cuerpo de baile de la Huari Danza se compone de un caporal
y cuatro vasallos. Dos son los músicos que le dan ritmo y la variada melodía
que la caracteriza. Ellos interpretan las cajas o tinyas para el compás, el
pincullo o flautas, ejecutados por los eximios maestros de las comunidades
campesinas de Acopalca, Yacya y Ampas. La Huari Danza se caracteriza por la
pulcritud y elegancia de la vestimenta y el garbo varonil de su ejecución. La
vestimenta que lucen consiste en un terno fino y elegante, camisa blanca
almidonada, corbata y zapatos de becerro; en la espalda llevan un pañolón de
seda de fina calidad e impactante por sus flequillos preciosos. Sobre la
cabeza, el danzarín lleva un sombrero de paja de color blanco con guirnaldas de
flores, adornado con espejos, uno al frente y otro en la parte posterior, en la
parte central posterior del sombrero cuelgan cintas anchas y largas de colores.
A la altura de las rodillas, llevan pesados cascabeles de bronce que producen
un sonido característico, impresionante y contagioso. Estos cascabeles son
cubiertos por botas de tela y rodilleras de pana bordadas con hilos de oro y
plata. Las manos las tienen protegidas con guantes, que aumentan la elegancia del
danzante. La mano derecha sostiene el “chicotillo”, bastón trenzado de cuero
vacuno con cabezal de plata, que representa la cabeza de perro. Para destacar
su personalidad, se cubre el rostro con una máscara elegante que crea una
personalidad distinguida, delicada e imponente, de facciones europeas (blanco,
de ojos azules y bigote rubio). Las damas utilizan coronas de flores
multicolores y monterillas, el rostro cubierto con hilos dorados y perlas,
vestidos de raso (blanco o celeste, según el caso), amplios cinturones, una
mantilla de seda que cubre la espalda, hombreras y cintas de colores. La
música, que es extraordinariamente bella, por su ritmo y armonía, permite un
ágil desplazamiento, al ritmo de variadas melodías anónimas tradicionales como
mudanzas (paradas), Huaynos, Pasacalles, Despedidas, veneración, procesión,
bendito, melodías musicales que compaginan la sincronización de la ejecución de
los pasos y la coreografía de los danzantes. La danza se inicia con los pasos
de andar (paseo), que se torna muy variado en el zapateo, en el arrebato o en
el jaleo.
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