El Black Metal es un subgénero extremo del Heavy Metal, surgido a
mediados de los años 80. Se caracteriza por sus letras anticristianas. Nació
como expresión musical de movimientos anticristianos que proliferan alrededor
del continente europeo, cuyo mayor impulso fue la quema de numerosas iglesias
cristianas en países escandinavos, cuna del Black Metal.
Este género
tiene características básicas muy definidas como la voz gutural aguda, llamada
comúnmente shriek (chillido), guitarras rápidas, atmósfera oscura e inusuales
armonías y en tonos sumamente veloces. La mayoría de los grupos utilizan un
método simple en la composición de la música, mientras que otros se
caracterizan más por la técnica. El Black Metal originario, de primera y
segunda oleada, se caracteriza por un sonido crudo a base de guitarras muy
distorsionada y baterías aceleradas derivadas del Thrash Metal. El
satanismo, ya sea simbólico, ya sea simbólico o como un auténtico dogma de fe
altamente religioso, suele ser la esencia de la mayoría de las bandas de Black
Metal, siendo acompañadas normalmente por sentimientos profundamente
marcado por el odio, la misantropía, la violencia, la guerra, la sabiduría y
sobre todo, el ocultismo, siendo anti monoteístas. El Black Metal evolucionó y
combinó factores en su composición, añadiendo otros elementos que confirieron
una nueva naturaleza al estilo musical de cada banda. Algunas de esas
combinaciones y evoluciones dieron lugar a diferentes subgéneros de Black
Metal. Con suma frecuencia, los integrantes de las bandas usan
seudónimos con nombres cabalísticos, mitológicos o con significados asociados a
la oscuridad del género. Las letras del Black Metal también pueden tener
contenido realistas o incorporar una temática fantástica. Comúnmente se
identifica al comienzo del Black Metal con la aparición de la
escena del Black Metal noruego a lo largo de los años 90. Fue durante este
período cuando el desarrollo del género se hizo patente. Sin embargo, su origen
se sitúa un poco antes y en varios lugares.
Fueron los ingleses Venom quienes con su demo de 1979
prepararon el camino para la oleada de Black Metal que vendría luego. Los
discos del grupo suizo Celtic Frost “Morbid Tales” y “To
Mega Therion”, son considerados fundacionales del género. Durante los
años 90 el Black Metal alcanzó su máximo esplendor en la región
escandinava, especialmente en Noruega, sonde apareció un movimiento conocido
como “True Norvegian Metal”, famoso por la importante trascendencia
musical, que se caracterizaba por melodías extrañas, frías, desoladas, sombrías
y a veces épicas, todo lo cual hace que sea un sonido muy rico en atmósfera.
Esta escena musical alcanzó gran trascendencia debido a diversos casos en los
que auspició, promovió o se vio envuelta en sucesos de trascendencia criminal,
como la quema de recintos religiosos (unas 52 iglesias) y por otros casos
violentos, ya fueran suicidios o el asesinato de Øystein Aarseth. Grupos
como Mayhem,
Burzum,
Darkthrone
y Emperor,
crearon el Inner Circle, una organización dedicada a erradicar el
cristianismo en Noruega y devolver las creencias a valores paganos. En Polonia
florecieron movimientos extremistas anti judeo-cristianos, con bandas que
formaron el infame Temple of Fullmoon, una asociación delictiva cuya misión era
exterminar al cristianismo en Polonia. Las bandas de la segunda generación de Black
Metal introdujeron nuevos elementos a su estilo musical, como teclados,
que son muy populares actualmente. El “corpse paint", o pintura corporal,
fue adoptado de forma general por las bandas noruegas. A esto hay que añadir
una vestimenta negra, con escasas excepciones. También se utilizan camisetas
que hacen alusión a otras bandas, el uso frecuente de muñequeras, brazaletes y
cinturones de cuero, con clavos de diferentes tamaños (algunos de hasta 20 cm)
o municiones, a las cuales se le añaden complementos, como colgantes, anillos,
cruces invertidas y otra clase de joyería de plata, generalmente con alusiones
a aquellos elementos propios de la idolatría de los grupos o su ideología.
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