No Wave (EEUU)


Casi paralelamente a la New Wave, y no muy contento con éste, también comenzaba a gestarse otro movimiento vanguardista caracterizado por la anti-estética, la improvisación, la experimentación y la negación de toda idiosincrasia del Rock (de todo lo conocido/hecho hasta ese entonces, incluso el Punk, rechazando sus fórmulas clásicas del Rock n’ roll y rescatando su espíritu anárquico y amateur). A esa oposición a todo convencionalismo previo y a la misma New Wave, se la denominó satíricamente No Wave – un juego de palabras que rechazaba los elementos comerciales de la New Wave, y una etiqueta destinada a clasificar lo inclasificable. Si la New Wave y el punk habían aportado frescura al mundo del rock revitalizando sus valores primitivos con un dejo de rebeldía que no escapaba a lo comercial, la No Wave los negó de raíz y llevó ese cambio el extremo. La No Wave no consistió en la definición de un género musical ni de un sonido, más bien en una nueva concepción global de lo musical guiada por un espíritu artístico transgresor, anticomercial y radical, que vino a desestabilizar las clásicas estructuras del rock y el pop y cuyos primeros rastros podemos encontrarlos en los oscuros callejones neoyorkinos allá por el ‘77 y su imposición definitiva en 1981. De diferentes modos, la No Wave no fue un género musical claramente definido. No había una armonía fija como en la mayoría del Rock y el Blues. Hay algunos elementos comunes a todos los artistas, incluyendo sonidos atonales abrasivos, fuerte énfasis en ritmos repetidos, y más énfasis en el humor y la textura que en la melodía convencional. 

Las letras suelen tratar sobre nihilismo y confrontación o eran puzzles abstractos. Los artistas clasificados como No Wave, generalmente tuvieron poca similitud musical entre ellos: Los grupos trabajaron en diferentes estilos, tales como Funk, Jazz, Blues, música aleatoria y Punk Rock. Uno de los puntos clave del No Wave era la performance escénica, en pos de lograr el mayor impacto posible, articulándose con otras disciplinas artísticas: audiovisuales, artes plásticas, poesía, etc. Brian Eno, un músico muy avispado y atento y cuyas habilidades y visiones las ha dejado bien plasmadas en varios de sus discos, fue uno de los primeros en captar el espíritu de esos tiempos y dar testimonio de ello editando, allá por 1978, lo que quizás haya sido el primer álbum No Wave: un compilado titulado convenientemente “No New York”, que reúne a cuatro de las bandas clave de esta anti-ola: Mars, DNA, Teenage Jesus And The Jerks y The Contortions. De toda esa camada neoyorkina de finales de los ‘70 y comienzos de los ‘80, quizás la banda que obtuvo mayor reconocimiento general saliendo de los pasillos del under fue Sonic Youth, cuyo mentor no es ni más ni menos que Glenn Branca, primerísimo no-waver y toda una figura de culto. La influencia de la No Wave se hizo notar rápidamente y una escena similar también se desarrolló a comienzos de los ‘80 en Inglaterra con la música Industrial, y en menor medida en Alemania. A su vez, fue expandiéndose hasta rincones insospechables, tomando las formas más diversas y haciendo de los géneros musicales meras etiquetas obsoletas. También durante este tiempo hubo un período de No Wave Cinema, que fue un movimiento de películas underground en East Village. Los cineastas de la No Wave fueron: Amos Poe, John Lurie, Scott B y Beth B, conduciendo al cine de la trasgresión y el trabajo por Nick Zedd y Richard Kern. Los últimos brotes de este movimiento incluyeron grupos como Skeleton Key, Cop Shoot Cop, VPN y otros.















 



0 comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...