Auki Aukis (Bolivia)
Sin lugar a dudas, la manera en que los pueblos y las sociedades demuestran su historia y sus costumbres son las danzas, ya que a partir de estas reflejan su ritualidad a la hora de simbolizar su culto y creencias. Asimismo, a partir del baile, representan el desarrollo de su historia, desde sus mitos de orígenes, hasta los acontecimientos más importantes que hayan visto transcurrir en su vida social.
En este caso en especial la danza de los Auki Auki (en aimara danza de los viejecitos), tradicional de la población de Puerto Acosta en el lago Titicaca, se ha convertido en la expresión artística y ritual más importante del sector, debido a que dentro de sí resguarda las costumbres y creencias aun latentes en la población. Por otro lado, también guarda en si la forma en que las comunidades aimaras del sector del lago, poseían una perspectiva en relación al conquistador, ya que los orígenes de esta danza se encuentran dentro las mofas y burlas que se hacían sobre la figura del conquistador español. Sin embargo, a lo largo del desarrollo histórico de la cultura andina, se fue cambiando el modo de interpretación de esta, pasando de ser una mofa a ser una danza ritual muy importante en la región lacustre del lago Titicaca, y por antonomasia, la expresión cultural más importante de la población de Puerto Acosta.
Como ya se mencionó, los orígenes de la danza de los Auki Auki se remontan a la llegada de los españoles al sector, los cuales eran vistos por los aimaras de la región como personas jocosas, avariciosas y lujuriosas, que llegados a cierta mayoría de edad se convertían en hombres que jugaban con lo que tenían en el sentido que hacían y desasían herederos a voluntad, en ciertos casos vendían sus propiedades para darse el ultimo placer de su vida. Por esta razón la danza nace como una mofa a la ancianidad española, siendo esta la razón por la que se los representa como seres jorobados, con bastones torcidos, grandes sombreros de ala ancha similares a los que usaban los españoles, barbas largas y blancas, máscaras con grandes narices (mofa a los rasgos europeos presentes en distintas danzas autóctonas bolivianas).
Ahora bien, centrándose en el análisis simbólico de esta, la danza de los Auki Aukis es una representación cultural del valor de los ancianos o achachis en el sentido de la sabiduría y el poder que estos tienen dentro la comunidad al ser los principales portadores de las experiencias vividas. Por lo que, en un sentido más ritual, esta danza llega a representar a los grandes Achachilas, guardianes de las comunidades identificados con los cerros, a quienes a través de este baile se les invita a fertilizar a la Pachamama para dar inicio al ciclo agrícola, ya que esta danza se la representa el 3 de mayo (fiesta patronal de Puerto Acosta).
Asimismo, se menciona que dentro la ritualidad de esta, cada bailarín representara a un cerro o achachila, por lo que antes de la fiesta se deben sortear a que montaña representaran, una vez elegido, deben ir a pedir permiso al achachila para poder representarlo en la danza de la fertilidad, esto a partir de ofrendas rituales llevadas a cabo por los danzantes. Todo lo anterior, es una muestra de respeto por un lado hacia el procesos de producción agrícola, en donde la dualidad juega un papel fundamental, en este caso, Achachila y Pachamama; y por otro lado, refleja el valor que tiene la figura del cerro dentro la cosmovisión andina, ya que al ser este un ente importante es digno de respeto y representación, eso sí, según la tradición esta danza si tiene un carácter ritual no puede ser bailada en cualquier momento, ya que sería una falta de respeto, únicamente puede ser bailada devotamente el 3 de mayo, fiesta patronal de Puerto Acosta que simboliza el inicio del calendario agrícola.
La danza la organizan los hombres de mayor edad de la comunidad, los demás ancianos contribuyen con la Apjata y la Haljata, la primera consiste en la contribución de la comunidad con elementos alimenticios y las segundas con bebidas para el sostenimiento de comparsa en los días de la fiesta.
El número de danzantes es par, pues danzan en forma coordinada de dos en dos. La otra parte de la comparsa son los músicos y los familiares.
En cuanto a la indumentaria de los Auki Auki en general, hay que mencionar como elementos más frecuentes la careta de cuero de oveja que suele tener una nariz larga y barbas de crines blancas, la joroba metida en la espalda, el bastón retorcido (utilizado para levantar las polleras de muchachas que están mirando o para hacer gestos alusivos), el sombrero y saco/levita viejo y los pantalones abombados, en algunas regiones hechas de dos polleras o dos aguayos de diferentes colores, uno para cada pierna.
En la danza solo intervenían los varones, aunque actualmente se han incorporado mujeres como las awichas que hacen pareja con los ancianos.
La danza es acompañada por una tropa de músicos que pueden ser de 12 personas que interpretan flautas y bombos. El instrumento fundamental es el pinquillo, instrumento de viento que lo interpretan los varones y un bombo o wankara. En la actualidad en algunos conjuntos emplean instrumentos modernos como la trompeta y el bombo de un material occidental.
En la actualidad, la danza de los Auki Aukis es una de las más populares dentro la cultura andina, aunque en cierto modo un poco opacada en las áreas urbanas, donde ha perdido su simbolismo esencial, y es representada como una danza autóctona de la región. Si se habla de una danza puramente ritual, esta como ya se menciono es únicamente representada durante la fiesta patronal de Puerto Acosta el 3 de mayo.
Todo lo anterior, es la forma en la cual la danza de los Auki Aukis es representada fuera de su espacio ritual, sobre todo en las ciudades y en representaciones escolares, que si bien en cierto modo le quitan su esencia ritual, permiten que esta pueda sobrevivir al nuevo proceso de aculturación latente en la juventud, ya que estos por resaltar más en distintos eventos culturales, bailan esta danza por ser una de las más bufonescas existentes. En tal sentido, es necesario que se reconozca su simbolismo ritual dentro la cultura andina, con el propósito de que no se pierda en el tiempo debido a la introducción de nuevas modas; asimismo, revalorizar las expresiones culturales que aún prevalecen en la sociedad andina y que demostró que, aunque pase el tiempo aun existirán las costumbres ancestrales dentro de prácticas religiosas.
Fuentes:
• Lahistoriaendisputa.wordpress.com
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