Héroes de Malvinas de Colón: Mario Vaucher

 


Hace 41 años del conflicto bélico que enfrentó a la Argentina y al Reino Unido por las Islas Malvinas, una herida que se encuentra a flor de piel en los argentinos, principalmente los que estuvieron allí y ofrendaron su vida por aquella causa. Malvinas hoy es el recuerdo los acontecimientos vividos en la isla, pero principalmente es la lucha por el rescate y la memoria que llevaron adelante los ex combatientes luego del conflicto armado.

Ese rescate de la memoria es el principal objetivo del Museo Islas Malvinas, Zona Darwin, que se ubica en Combatientes de Malvinas 188 del Barrio Norte de la ciudad, el cual guarda recuerdos y distintos elementos utilizados en la Guerra del Atlántico Sur.

Este espacio para la memoria se encuentra a cargo del ex combatiente, Mario Vaucher quien narró el inicio del Museo: “La idea nace en 1984, donde teníamos pensado en armar los colectivos, llamados popularmente dobles camellos, los cuales iban a tener magazines y de esta manera íbamos a recorrer los pueblos de la Argentina, dando charlas de esas maneras a la sociedad sobre el conflicto bélico. Pero debido a las dificultades de la época las actividades no prosperaron”.

Así mismo Vaucher continuó: “Desde ese momento los ex combatientes comenzaron una extensa lucha por una conseguir una atención médica mínima que nos llevó 9 años y medio, tras muchos encuentros con referentes del gobierno, hasta que nos llegó una pensión del PAMI, una atención mínima”

Sobre la creación del Museo en Colón Vaucher narró: “En 1994 adquirí un terreno en Colón y en 1998 conseguí un crédito para la construcción del hogar. En el 2011 una noche se me ocurrió montar el Museo de Malvinas tarea para la cual se consiguieron distintos elementos que hoy se exponen, donde además se continúa donando por parte de ex combatientes y familiares para exponer”.

El Museo se fundó, el día 8 de agosto del año 2011, con el objetivo de seguir malvinizando y que de la memoria no desaparezcan esos héroes que entregaron su vida por defender la patria recuperando el territorio que nos pertenece. Muchos quedaron allí como es el caso del Elbio Eduardo Araujo Penón.

En el Muso de Colón se exponen piezas de la época de la guerra, cartas originales enviadas desde las Islas a la familia, réplicas los aviones de combate, elementos como uniformes, vainas de munición antiaérea, misiles, bombas y paracaídas, tierra y arena de las islas, antigüedades y documentación que pertenecieron a soldados que estuvieron en el frente de batalla, así como un casco perteneciente a un piloto de guerra, y que permanece con el visor quebrado, tal como le fue donado.

Muestra, además -entre las cosas que se exponen- un recordatorio de la celebración que se hizo en Malvinas durante la Pascua del 82 (conmemorada el 11 de abril), donde los soldados se encomendaron a María del Rosario de San Nicolás.

Piezas de la época de la guerra, cartas originales enviadas desde las Islas a la familia, réplicas los aviones de combate son parte de los elementos que se pueden encontrar. Y el relato sentido y vivo de Mario.

Entre muchos de los objetos que allí se atesoran, se encuentra una mira de un avión antiguo calibre 762, bandas con vainas de municiones de 762 que son de FAl o ametralladoras MAC, así como un espacio de reconocimiento a las 33 mujeres que fueron a Malvinas como instrumentistas y enfermeras.

Es importante destacar que hay una biblioteca con un promedio de 70 libros referidos al tema de Malvinas, los que fueron donados por la Biblioteca Nacional de Aeronáutica (material de consulta). El colonense puede acceder a estos materiales y no hace falta ser socio, pero si se solicitan los datos para que los mismos sean devueltos, ya que tampoco se cobra cuota alguna.

En el Museo, se encuentra un Banner con la siguiente leyenda: “Mantener viva la historia de nuestros compañeros caídos en Malvinas y en post guerra por el olvido y la desidia” sobre este tema Mario se refirió que son más los muertos después de la guerra que en el conflicto por ese abandono que sufrieron los combatientes.

Entre las visitas que ha recibido en estos años, pueden mencionarse contingentes de escuelas del departamento, turistas de Uruguay, Brasil, Japón e Italia -entre otros lugares- y ex combatientes de otros sitios del país, tanto civiles como militares. Los ex combatientes del departamento también visitan el museo, “algunos han colaborado para pintar el frente o me ayudan en trámites”, cuenta Vaucher.

“Recibimos, de la Cruz Roja Internacional, un reconocimiento que solo tienen los que estuvieron en combate; uno de los documentos más importantes que otorga la entidad”, continúa.

El museo fue declarado de Interés Cultural Por Resolución N° 427 en el año 2014 por la Provincia de Entre Ríos y de Interés Legislativo Educativo y Cultural por Honorable Concejo Deliberante de la Ciudad de Colón por Resolución N° 07/2013.

En diciembre de 2021 se llevaron a cabo distintas acciones para homenajear a los Caídos. Veteranos y Familiares de la Guerra de Malvinas, en un breve pero emotivo acto, fue descubierta una placa conmemorativa en la casa donde vive el Veterano de la Guerra de Malvinas Mario Vaucher en la Ciudad de Colón, en el marco de un Programa Municipal para conmemorar la Gesta.

“Aquí vive junto a su madre Élida González, el Veterano de Guerra que dedica su vida a mantener viva la memoria de la Gesta. Mario Vaucher Héroe de Malvinas. Colón, Entre Ríos, mantiene viva la memora de la gesta. 40 años de Malvinas. Diciembre de 2021”. La placa lleva la imagen de las Islas y los logos del Museo de Malvinas de Colón y del Municipio.

El acto estuvo presidido por el Intendente José Luis Walser, y participaron Veteranos de Guerra, Familiares de Caídos, el Viceintendente Ramiro Favre, vecinos, concejales y funcionarios. Además, estuvo presente la Presidente de la Comisión de Familiares de Caídos en la Guerra de Malvinas e Islas del Atlántico Sur, María Fernanda Araujo, hermana del Soldado Caído Elbio Eduardo Araujo Penón, junto a su madre María del Carmen Penón y familiares.

Mario Vaucher expresó con emoción: “Esta colocación de la placa significa mucho para mí, pero más que nada el significado es de poder compartir con mi madre, ella hace 40 años largos está con todo este tema, el sufrimiento es interno, no lo demuestra tanto”.

Mario nació en Barrio El Brillan (San José) el 17 de marzo de 1963. En enero de 1982 ingresó al Servicio Militar Obligatorio (La Colimba) aún con 18 años.

Vaucher junto a 19 compañeros fueron elegidos como artilleros (20mm), recibiendo entrenamiento en ese tiempo hasta que el 13 de abril a las 02 AM, desembarcaron en las islas.

En un principio cumplieron funciones de colaboración en lo que respecta a estirar la pista de aterrizaje de Puerto Argentino. El día 18 se trasladaron en helicóptero hasta la zona de Darwin donde ocuparon una posición de defensa de una pista de despegue de los Pucará (aviones argentinos) y helicópteros.

El 01 de mayo tuvieron el bautismo de fuego. “Nos atacaron tres Harrier lo que produjo ocho víctimas fatales, un oficial y 7 sub oficiales. Desde ahí se comenzó con el fuego constante a través de la Artillería Antiaérea con la cual realizamos 4 derribos y un posible quinto que debe determinar el Reino Unido” contó Vaucher.

“Luego sufrimos varios ataques donde hubo un derribo compartido con la artillería 35mm de un Harrier más otros tres derribos. Posteriormente hubo ataques constantes a través de aviones y navales. Todo ocurrió hasta el 28 de mayo a la noche, donde nos interfieren las radios y nos piden la rendición. El día 29 se produce el cese el fuego. Estábamos al mando del oficial a cargo la BAM Cóndor (base Área Militar), el Vice comodoro Pedroso. Los ingleses para que depongamos las armas nos habían alertado que si no lo hacíamos nos iban a atacar tanto a nosotros como al sector civil y nos harían cargo de la muerte de los kelpers.

La rendición fue una formación donde depusimos las armas alrededor de las 12:00 horas y de ese momento pasamos a ser prisioneros de guerra. Vivimos 8 días en un corral de esquila de oveja en San Carlos y luego 5 días más en el Buque Norlean Hull, donde estuvimos en el Puerto de Montevideo que era zona neutral y después de 15 días volvieron al continente” narró Mario.

“La vuelta a casa fue muy complicada, íbamos a buscar trabajo y cuando nos consultaban que clase éramos y decíamos 62 o 63 el empleador lo primero que preguntaba era si habíamos estado en Malvinas. Nos consideraban loquitos y el trabajo nunca llegaba” explicó Mario y prosiguió: “Eso nos afectó mucho lo que derivó en la muerte de muchos compañeros post guerra. Cuando íbamos a los cuarteles nos decían que éramos civiles y los civiles que éramos militares”.

“A la guerra no fui por alguien en especial, estábamos por todos, para defender el país, por mis compañeros y ese fue el detonante de las luchas que llevamos adelante para conquistar nuestros derechos” indicó Mario.

“La guerra no le sirve a nadie, en el Museo no reivindico la guerra, sino a mis compañeros, que tenían bien ubicados lo que tenían que tener y mantener viva la memoria. El único ganador en una guerra es el que vende y fabrica las armas”, dice Mario Vaucher.

Como cierre, hace una reflexión sobre lo ocurrido 41 años atrás y la importancia que tiene en la actualidad. No reivindico la guerra, pero la hubo y hay que tenerla presente. Un pueblo que no tiene memoria va a tropezar con la misma piedra”.

Hoy el colonense está sorprendido, por el lugar y los elementos que se exponen en la visita guiada por un ex combatiente en donde a través de su relato transmite mucha emoción.

 

 

Fuentes:

 

• Facebook Prensa Municipio de Colón

• Elentrerios.com

• Colonturismo.tur.ar

• Colon.gov.ar

 

 

















































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