Carnaval de Tilcara (Argentina)
La mayor parte del año, Tilcara (Jujuy) es un pueblo tranquilo. Entre sus calles polvorientas y sus construcciones con los colores de la tierra, reinan la calma y ese silencio que se siente como si el tiempo se hubiese detenido.
Pero, cuando el diablo está suelto, todo cambia. Cuando el diablo está suelto,
todo está permitido. Una vez al año, durante los carnavales, Tilcara y los
pueblos vecinos se llenan de color, de fiesta y de alegría. El Carnaval
de Tilcara, también conocido como Carnaval de la Quebrada de Humahuaca,
es una celebración pagana, considerada uno de los carnavales más antiguos del
país, siendo introducido por los españoles en la época de la colonia. Asimismo,
tiene una duración de 9 días, en los cuales se honra a la Madre Tierra, o Pacha
Mama con desfiles, disfraces, baile, comida y bebida. Creencias y ritos
populares, pero también muchas filosofías de vida propias, todo vale para
divertirse. La fe religiosa se fusiona con las creencias populares y lleva a
que en el centro y en los alrededores del pueblo comiencen los esperados y
excéntricos festejos. Porque el carnaval es eso. Descontrol, alegría, diversión
y, por supuesto, fiesta que llega con el verano y con su época de lluvias. El
agua abunda y vale mojarse, aunque sea de noche o haga fresco. Como una especie
de bendición igual a la que genera un bautismo, mojarse en carnaval es una
forma de purificación. En toda la provincia de Jujuy, pero sobre todo en los
pueblos que se alzan protegidos por la Quebrada de Humahuaca, los festejos han
adquirido connotaciones bolivianas. Una de ellas es la presencia del diablo
que, según creencias populares, baja de los cerros y se mimetiza de manera tan
perfecta con los pobladores que es difícil saber quién es quién. Y, por sobre
todo, quién se encuentra o no endiablado. Los carnavales tradicionales europeos
se fusionaron con las tradiciones de la región, convirtiéndose así en una
fiesta con bailes, cantos y música tradicional. Las bandas y comparsas se
visten de trajes coloridos, se colocan cascabeles y máscaras y recorren los
pueblos tocando y bailando música tradicional mientras ensucian a todos con
agua y harina.
En la celebración se aprecian figuras como el diablo, el
Pujillay y la Pacha Mama. Esta última es quien otorga el permiso a la gente de
divertirse con guerras de harina, serpentinas y bebidas. El Carnaval de Tilcara
es una increíble celebración que mezcla elementos religiosos, agrarios y
festivos en un mismo lugar. De esta forma, logra atraer a cientos de personas
todos los años de varias partes del país y del continente. El Carnaval
de Tilcara tiene lugar 40 días antes de la Semana Santa. Los carnavales
se llevan a cabo aproximadamente del 11 de febrero hasta el 16 del mismo mes. La
celebración del Carnaval en Tilcara se lleva a cabo desde la época preincaica,
es decir, antes del imperio Tahuantinsuyo, cuando se realizaban rituales para
la abundancia en las cosechas. Con la llegada del imperio Inca, se introdujeron
las tradiciones que integraban diversos rituales, una de ellas era la adoración
a la Pacha Mama y el maíz, hoy en día aún se mantienen estos símbolos.
Asimismo, se introdujeron nuevas fiestas similares a las del carnaval, algunas
de las cuales se honraban al sol y se realizaban sacrificios animales, se bebía
y bailaba. Durante el siglo XVI, se comienza a llamar carnaval, introduciendo
elementos católicos que hoy en día se mantienen. Asimismo, se adaptaron las
fechas de celebración, consistiendo ahora de solo 9 días y dando como resultado
la longitud actual de los carnavales. actualmente las comparsas salen a las
calles bailando, tocando música, arrojando harina y agua, festejando hasta la
madrugada y celebrando las fiestas sin consecuencia, ya que todo está permitido
durante la celebración. Las comparsas descienden a los pueblos, arrojando agua
y harina, cubriendo todo a su paso de un pegote de masa. Asimismo, la gente se
congrega en grupos para bailar, cantar y festejar hasta el amanecer. Además, se
llevan a cabo ceremonias tradicionales que datan desde hace varios siglos, como
el entierro y desentierro del diablo, el cual consiste en la acción de enterrar
un muñeco de trapos y luego en las próximas fiestas, se vuelve a desenterrar.
Igualmente, se realizan festines y congregaciones de los compadres de la
comunidad, las diferentes comparsas se reúnen a bailar y a cantar, se realizan
pequeñas procesiones y por supuesto, el gran desfile por las calles de la
ciudad.
Previo a las celebraciones oficiales, se realizan algunas ceremonias
importantes que forman parte de la tradición de la localidad. Primero, se
realiza el Jueves de compadres, el cual consiste de un almuerzo en los
salones y presentaciones de las agrupaciones durante todo el día. Una semana
después, se realiza el Desentierro del Carnaval o Desentierro
del Diablo que se lleva a cabo en los diferentes puntos de la
localidad. Asimismo, puede ocurrir en diferentes fechas. La ceremonia de
desentierro consiste en extraer un muñeco de la tierra que había sido enterrado
en la ceremonia de clausura del año anterior. Igualmente, se realizan bailes,
se toca música y se festeja. Una vez concluido el desentierro, se lleva a cabo
el Jueves
de comadres, teniendo una temática similar a las celebraciones
anteriores, se tienen los almuerzos y las presentaciones de las diferentes
comparsas. Luego, se lleva a cabo el Domingo de Tentación, cuando las
comparsas realizan un recorrido por las calles y se llevan a cabo bailes en los
distintos salones. El Lunes de Carnaval se lleva a cabo el
gran desfile, cuando las personas y agrupaciones salen a las calles de los
pueblos vistiendo prendas de ropa o disfraces que forman parte de las
tradiciones desde sus inicios. Los trajes coloridos a los cuales se le aplican
espejos de todas formas y tamaños permiten, junto a las máscaras y a sus
típicos cuernos, ocultan a cada uno de los que participan en estos festejos. Asimismo,
la gente se congrega en las calles para bailar y festejar, acompañada de música
tradicional. Las personas juegan a arrojarse harina y agua, llenando todas las
calles y personas de una mezcla pegajosa. Durante la semana se llevan a cabo
pequeños desfiles y carnavales en donde las personas y agrupaciones salen a las
calles a festejar, una de las últimas oportunidades que tienen para festejar
por última vez.
El Martes de Chaya donde se agradece a la Pachamama las cosechas y
los logros de ese año. “Chayar” es rociar con alguna bebida
alcohólica el suelo para homenajear a la Madre Tierra. Hoy ese rito se traslada
a lo que se ha conseguido en el año y así se “chayan” autos, o algún
electrodoméstico que se haya adquirido para casa. Se tira un chorrito de
alcohol sobre las cosas nuevas y se pide la bendición del señor para que el
próximo año sea aún más próspero. Finalmente, las fiestas concluyen con el Entierro
del Diablo o carnaval, dando por terminados los carnavales. Un pequeño
muñeco que representa al diablo es, a medida que transcurre la peregrinación,
venerado por todos los presentes. Hojas de coca, chicha, alcohol, cigarrillos,
frutas y quesos de cabra producidos especialmente para este rito son ofrecidas
en reverencia al diablo. El ritual consiste en enterrar, tras la música típica,
bailes y lamentos, al carnaval hasta el año próximo. Se lo hace por la
tarde-noche y ante la mirada de pocos, ya que el lugar secreto que se elige
para que el diablo descanse en paz no debe ser conocido por la mayoría. Sólo
algunos son los privilegiados del año para elegir y cavar la fosa cerca de
algún cardón o cactus. Disfrazados también de diablos e invocando a la madre
tierra (Pachamama), se canta, se grita, se baila, se hace ofrendas y finalmente
se llora, porque hasta el año próximo los hombres vuelven a la rutina, al
aburrimiento y a las inhibiciones para seguir siendo considerados “normales”.
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