Negro Spirituals (EEUU)
La historia del Negro Spiritual está íntimamente vinculada a la historia de los afroamericanos. Los primeros en arribar a los EEUU provenían como esclavos mayoritariamente de diversas regiones de la costa occidental de África.
Su forma de vida fue contada por ellos mismos a través de
cantos y narraciones. Trabajaban en plantaciones y en la construcción. Sus amos
les tenían prohibido bailar y tocar los tambores como solían hacerlo en sus
países de origen. Sólo podían cantar durante el horario de trabajo con el fin
de coordinar el esfuerzo para cargar grandes pesos. Algunos amos les permitían
cantar canciones más suaves y tranquilas, siempre que no fueran dirigidas hacia
ellos. Los cantos era la vía que encontraban para compartir sus alegrías, sus
penas y esperanzas, mientras que en otras ocasiones, se usaban para transmitir
mensajes secretos. Los esclavos tenían permitido asistir a los servicios de la
iglesia y solían quedarse después del ritual religioso, para bailar o cantar.
También tenían reuniones en lugares secretos, en donde entonaban los cantos
precursores de los Spirituals, denominados “Corn Ditties”. Los Negro
Spirituals son adaptaciones populares de los himnos religiosos
protestantes hechos por afroamericanos. El movimiento del resurgimiento
religioso que se extendió por las colonias británicas de Norteamérica a
comienzos del siglo XVIII, impulsado por la fundación de la Iglesia Metodista y
la labor evangélica de predicadores como George Whitefield o Jonathan
Edwards, popularizaron no sólo los salmos y los himnos cristianos sino
también otro tipo de cantos espirituales menos tradicionales, que eran cantados
en las iglesias del sur norteamericano, tanto por blancos como por negros. Fue
de esta forma como el acervo de cánticos religiosos cristianos, especialmente
las canciones del compositor inglés Isaac Watts, pasaron a formar parte
de la cultura de os esclavos. A lo largo del siglo XVIII y comienzos de XIX,
los esclavos de los estados del sur, fueron creando un cancionero propio, muy
relacionado con los cantos de trabajo de origen africano, usualmente en forma
de pregunta y respuesta.
Las letras de los Negro Spirituals estaban
estrechamente vinculadas a sus vidas y estaban inspiradas en el mensaje de
Jesús y de Dios. Fue en los templos donde los negros afroamericanos comenzaron
a recuperar un espacio de libertad. Con anterioridad a que los cuáqueros,
bautistas y metodistas, iniciaran su prédica entre los esclavos, ellos mismos
comenzaron a interiorizarse en la tradición bíblica. Prontamente conocieron el
Libro del Éxodo, fuente de innumerables analogías, que les permitió mantener y
nutrir su anhelo de emancipación. Las frases bíblicas más pintorescas y
expresivas, generalmente tomadas al azar durante un sermón u oficio religioso,
podían ser captadas y repetidas por la congregación en forma reiterada hasta
constituirse en un “Spiritual”. A diferencia de las “canciones de trabajo”, el
canto congregacional era más melódico. Sin perder su origen africano, estaba
más abierto a otras influencias. Muchas melodías se basan en el idioma musical
de los europeos con los que han estado en contacto durante tanto tiempo. En
estos grupos vocales fue donde aparecieron los rasgos característicos de la
música negra, que más tarde los jazzeros trasladaron a sus instrumentos. La
manera de ejecutar las canciones negras no es al unísono, sino que improvisan
sus armonías en varias partes, manteniendo el más perfecto ajuste, produciendo
así, una complejidad y variedad maravillosa. La esclavitud fue abolida en 1865.
A partir de ese momento, algunos afroamericanos pudieron recibir una educación
formal. La primera universidad negra fue “The Fisk University”, en Nashville
(Tennessee). Educadores y estudiantes realizaron giras por Europa y América
cantando Negro Spiritual, con el fin de juntar fondos para sostener esta
institución. Entre los muchos grupos que surgieron, fueron los “Fisk
Jubilee Singers” quienes, en 1873, cumplieron un rol muy importante en
la difusión del Negro Spiritual. Dada la terrible y sufrida historia de dos
siglos de esclavitud de los negros, era de esperarse crudos poemas de venganza
combinados con una música vigorosa. Sin embargo, apenas mencionaron la
esclavitud y el espíritu de venganza está casi ausente en ellas, aunque se percibe
un sabor triste y melancólico, el anhelo, la fe y esperanza de llegar al mundo
del más allá.
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