Carnaval de Mainz (Alemania)

 

Ciudad al suroeste de Berlín, a orillas del río Rin, Mainz (Maguncia en español) es uno de los referentes del Carnaval en Alemania por su tradición y por su capacidad de atraer a más jóvenes que muchos carnavales de la zona juntos. 

Los desfiles y bolas decoradas del Carnaval de Mainz, a las que en el sur se llaman Fastmacht, son muy famosos en la zona y en toda Alemania por extensión, donde cada año se reúnen miles de personas para disfrutar de su semana de Carnaval de fiesta sin fin. El lunes previo a la semana del miércoles de cenizas, se da el pistoletazo de salida a los Carnavales de Mainz, donde toda la ciudad participa disfrazándose y decorando las bolas tan famosas en la zona. Los gigantes y cabezudos son otro de los atractivos de la ciudad, donde cada cual está más decorado y mejor diseñado que el anterior. El festival del Carnaval de Meinz se remonta al siglo XVI, cuando comenzaron a celebrarse las primeras fiestas y eventos carnavalescos. Ya en el siglo XIX nacieron las primeras asociaciones que se ocuparon de la actividad en los carnavales. El punto de partida del Carnaval de Mainz se da en el mes de noviembre, concretamente el 11 del mes 11 a las 11 horas y 11 minutos de la mañana. Esta coincidencia no es casual, sino que alterna con la lectura en público de los once mandamientos del Carnaval. Aunque tenga un carácter de diversión y de jolgorio, el Carnaval, en sus comienzos, tuvo un espíritu bien distinto. En el siglo XIX la fiesta adoptó un cariz político. Los franceses habían invadido la zona y el pueblo alemán utilizo el Carnaval para criticar la realidad y realizar actos en tono satírico contra el régimen imperante y burlarse de las tropas francesas que se encontraban en la ciudad. A mediados del siglo, la crítica política y los comentarios se convirtieron en habituales durante los carnavales. A pesar de que los eventos que se celebraban se cancelaron, fundamentalmente por la contienda austro-prusiana, posteriormente esto sirvió para que las asociaciones que se crearon en pos de la organización del Carnaval, aumentaron su número de socios y afiliados, surgiendo incluso, nuevas asociaciones a finales del siglo XIX.

Más de 500000 personas participan del Carnaval de Mainz, disfrazadas y disfrutando por las calles. El punto álgido de las festividades es el Rosenmontag (lunes de rosas) que se celebra el lunes anterior al miércoles de cenizas. Ese día, más de 150 carrozas participan del desfile que recorre 9 km y, como manda la tradición, algunas de ellas representan escenas políticas satirizadas. Las carrozas decoradas con diferentes motivos y llenas de música, color y fiesta, reparten caramelos y rosas entre los asistentes. Ese mismo día, los bufones y juglares invaden las calles, además de los cabezudos y gigantes, bandas de música, portadores de banderas y la guardia de honor, que van abriéndose paso entre los visitantes. Los pasacalles también son muy comunes en todas las calles, pero son especialmente notorios en los desfiles, donde se juntan y organizan entre todos creando bonitos pasacalles y bailes que hacen disfrutar a toda la familia. El sábado de Carnaval se realiza el desfile infantil de máscaras, que es el más grande de Europa. El Carnaval oficial termina a las 12 de la noche, pero eso no quiere decir que pare la fiesta. La ciudad, por una vez en el año, deja que los festejos continúen en las calles hasta la hora que se quiera, siempre dentro de un orden, hasta el siguiente lunes, donde se pone estado de sitio para respetar el fin del carnaval. Pero no todo es fiesta en el Carnaval de Mainz: durante toda la semana los museos de la ciudad están abiertos para enseñar a los visitantes la otra cara del Carnaval, la historia que este atesora es bastante grande, ya que lleva muchos años celebrándose en la ciudad, y los vecinos y los gobiernos han sabido protegerlo para que no se perdiera y se siguiera extendiendo su historia, como se puede notar hoy en día donde cada vez se ven más figuras de gigantes y cabezudos durante los carnavales, restaurándose las más antiguas, permitiendo así que siga la tradición y la cultura en la ciudad. Aunque no sea de los más conocidos, el Carnaval de Mainz es tan importante como el de Colonia y el de Düsseldorf. Alegría e historia se entremezclan en el Carnaval de Mainz, y es que a orillas del río Rin, aunque los tiempos cambiaron, el espíritu reivindicativo sigue en pie, lo que se ve reflejado en las obras de arte callejeras que son trabajadas por los artesanos del lugar desde noviembre hasta el momento de la celebración.