viernes, 16 de agosto de 2019

La Belle Époque



El período de entresiglos estimado entre los años de 1870 a 1914 es conocido como la Belle Époque. Generalmente fue un período de paz y prosperidad económica y social para las naciones, de ahí su nombre en francés. La Belle Époque, cuando nombramos esas dos palabras nos viene a la mente una idea de diversión y alegría, bailarinas del Moulin Rouge, fiestas, etc. Ciertamente fue una época de progresos tecnológicos, económico y social, donde la fe en la ciencia era absoluta, una época de grandes transformaciones.
Es la época de Gustave Eiffel, Richard Wagner, Sigmund Freud o Giuseppe Verdi entre otros, genios que cambiarían la percepción de la vida en una sociedad cada vez más globalizada. Los parques y los cines se convirtieron en entretenimiento de masas, porque la entrada era barata y estas diversiones causó una momentánea separación de la realidad cotidiana de las personas. Los parisinos comenzaron a disfrutar de la noche, ir a espectáculos, music hall y el circo. Montmartre era en realidad la principal zona de ocio en París. Los cabarets como "Folies Bergere", el "Chat Noir" y "Moulin Rouge" estaban en su pico más alto durante la Belle Epoque. Más de un centenar de salas de cine se abrieron entre 1900 y 1913. La capital francesa era el centro de una verdadera efervescencia cultural. Muchos artistas e intelectuales vivían en París, sobre todo en el Montmartre. Este distrito, entre otros, contó con la presencia de Modigliani, Picasso, Renoir, Toulouse-Lautrec. El Music Hall era un género musical popular en Europa durante el siglo XIX. Por lo general, un solo de piano en el estilo romántico y, a menudo realizada por el compositor en el evento conocido como "Halls". Cuando se habla de "Belle Epoque", recuerda de inmediato el Can-Can, su música y bailarines. Lo que realmente representa esta danza de origen francés, una mezcla de polka y la cuadrilla.


Entre 1800 y 1900 París pasó de 80.000 habitantes al millón y medio y se convirtió en el gran centro cultural y mundano del orbe, donde nacían las vanguardias artísticas y las novedades literarias y musicales que se extendían rápidamente por otros lugares. París rezumaba animación, era puro espectáculo, lugar de reencuentro y mezcolanza, de trasgresión y frivolidad. Los antiguos café-concerts parisinos dieron paso a los nuevos cabarets, lugares que combinaban diversión y ácida crítica a la moral y costumbres de la época, locales de todo tipo en los que se podía desde bailar un desenfrenado Cancán a escuchar las canciones mordaces y anarquizantes de cantautores como Aristide Bruant. Los cabarets empezaron a proliferar, especialmente en Montmartre. Junto a algunos viejos café-concerts como el Lapin Agile, uno de los más antiguos de París cuyo nombre había sido el de Cabaret de los Asesinos, o salas de baile como el Moulin de la Galette, abrieron sus puertas muchos más, entre ellos Le Chat Noir, que pasó a ser el primero de estas características, el Mirliton, el Divan Japonais, antes Café de la Chanson, con exótica decoración oriental, el Bataclan, La Cigale o Eldorado, además de otros que competían por ser el más original. Así, había un Cabaret du Ciel y otro de l’Enfer, en el boulevard de Clichy, separados únicamente por una pared medianera. En el primero, los clientes se encontraban en una atmósfera rodeada de nubes, ángeles y arpas, mientras que en su opuesto, aunque vecino, parecían hallarse en el infierno, con los camareros vestidos de demonios, teniendo que acceder al local a través de las amenazadoras fauces de un monstruo de grandes ojos en las que aparecían colgados los cuerpos de los pecadores. Un tercero, el Café des Truands, ofrecía la novedad de que los clientes tuvieran que enfrentarse a bandidos y criminales de opereta. La película de John Huston "Moulin Rouge", de 1952, con José Ferrer, Zsa Zsa Gabor, Colette Marchand, Claude Nollier, Katerine Kath, Suzanne Flon, Christopher Lee y Peter Cushin, es un excelente filme que retrata de forma fidedigna y verosímil el París de finales del siglo XIX, en plena Belle Époque a través del pintor Toulouse-Lautrec (magnífica interpretación de José Ferrer).






Chat Rouge

Cabaret de Quat'z'Arts

Cabarets du Ciel y de l’Enfer

Cabarets du Ciel y de l’Enfer

Le Chat Noir

El Moulin de la Galette

El Moulin Rouge en 1900

El Moulin Rouge

 Folies Bergère

Cabaret des Truands














 
































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