Tradiciones,
tradiciones, siempre tradiciones. Son esas costumbres que nos han dictado
nuestros antepasados y que imponen un ritual repetido con cierta asiduidad. Sin
ellas, el pueblo judío se vería notablemente alterado en su identidad, perdería
parte de su esencia y, desde luego, ¿quién sabe? Tal vez Dios permitiría que el
cielo se desplomara sobre nuestros pecados y entonces ya no quedaría nada de
nosotros. Quizá por castigo, quizá por venganza. Eso no le corresponde
decidirlo al hombre. El Baile de la Botella
es una antigua danza tradicional de los judíos de Rusia y otros países de
Europa del Este.
Esta danza es realizada por un grupo de hombres vestidos de
oscuro portando sobre el sombrero una botella de vino que deberán mantener en
equilibrio durante toda la actuación. En los libros sagrados de los judíos ya
se mencionaban las actividades malabares para alegrar bodas y celebraciones en
tiempos muy antiguos. Cuando los judíos fueron expulsados de Israel por los
romanos, mantuvieron en los países de la diáspora la tradición de los
malabarismos para las bodas y celebraciones alegres. Fue entre los judíos rusos
donde surgió esta danza. Se baila con música del género conocido como Klezmer.
El Baile
de la Botella requiere muchas horas de ensayo y una gran habilidad para
mantener el equilibro con la botella y la coordinación con los demás
bailarines. El baile o Danza de la Botella se realiza
especialmente en las bodas. También se baila en otras celebraciones donde se
homenajea a alguien. Un ejemplo es el bar mitzvah que es una ceremonia que
estaría entre la Primera Comunión y la confirmación de los cristianos
católicos. Aunque no es una ceremonia con sentido sacramental, sino de haber
alcanzado una edad en que ya se es responsable de cumplir los mandamientos.
En la conocida
película "El Violinista en el Tejado", la coreografía se inspiró en
los bailes de Jerome Robbins, que irradia carácter y dificultad, como el
impresionante esta danza, que sella la unión de la hija mayor de Tevye, el
protagonista, maravillosamente interpretado por Chaim Topol en el que es el
mejor papel de toda su carrera. Es una de las escenas más memorables de la
película, en que los bailarines realizan su coreografía de manera acompasada e
impecable. En los países donde se celebra un número significativo de bodas
judías, existen grupos de bailarines de botella a los que contratar para que
actúen en los enlaces matrimoniales y otras celebraciones. Antes de realizar la
danza muestran a los invitados que no hay trucos en las botellas ni en los
sombreros para que se mantengan en equilibrio, y en los últimos pasos del baile
suelen inclinar la cabeza para demostrar que la botella no está pegada sino que
resbala. Michael Pasternak, que proviene de una línea de rabinos y cantores,
era dueño de una compañía de producción que creaba eventos y reuniones de
ventas.. Quería una forma única de hacer que su propia boda fuera especial, por
lo que se le ocurrió la idea de organizar una danza tradicional de botella
jasídica en medio de una boda moderna. Pronto recibió llamadas pidiendo una
actuación similar en otras bodas, Bar y Bat Mitzvahs, y otras ocasiones. En
poco tiempo, nacieron los Amazing Bottle Dancers. Al acabar el
Baile
de la Botella, los bailarines suelen iniciar un Baile Hora, danza popular
en círculo, para que todos los invitados puedan bailar.
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