Shoegazing (Inglaterra)

El Shoegazing, también conocido como Shoegaze o Shoegazer, es un género de Rock alternativo surgido en el Reino Unido en los últimos años 80 y que duró hasta mediados de los 90, alcanzando su punto máximo alrededor de 1990 a 1991. El segundo disco de My Bloody Valentine engendró un grupúsculo de bandas suficientes para inventarse un nuevo estilo y era urgente etiquetarlo. En el primer intento quiso aprovecharse la procedencia común de dichos grupos y se propuso Sonido del Valle del Támesis, pero no tuvo buena acogida por su falta de imaginación, ya que por entonces el Sonido de Manchester vivía su mejor momento. Sabiendo que Slowdive, Lush, Moose, Swervedrive, Curve y Blur se reunían en los mismos locales y se hacían de público los unos a los otros, se probó suerte con The Scene That Celebrates Itself, pero no dejaba espacio en los titulares para el sensacionalismo. Al fin, la pose estática con la mirada fija en el suelo o en los pedales sin hacer contacto visual con el público por parte de aquellos adolescentes retraídos, fue la clave para encontrarles un nombre que los englobara. Así que fueron llamados Shoegazing, que en inglés proviene del término Shoe (zapato), y Gazing, del verbo Gaze, que significa mirar fijamente a alguien o a algo. Esta generación de alquimistas sónicos, apenas distinguibles entre tormentas de ruidos de guitarras, eclipsaron en su cenit al fenómeno Madchester, que ofrecía evasión pero no soluciones a la frustración endémica que había actuado como catalizador para varias décadas de creación musical. My Bloody Valentine querían ofender a la gente, Telescopes, explotar cabezas, y a su vez todos admiraban a bandas norteamericanas como Dinosaur Jr. o World Domination, que sonaban a Trash pero no lo eran. Cada banda citaba a los Beatles, Beach Boys, Smiths o The Byrds como referentes fundamentales, y los moldearon bajo la influencia de bandas contemporáneas como Jesus and Mary Chain, Cocteau Twins, Velvet Undergroundo The House of Love. Así, por ejemplo, My Bloody Valentine dejaron pistas ocultas utilizando para la base de su disco Claire, de 1989, el griterío ensordecedor del público durante el inaudible concierto de los Beatles en Hollywood Bowl. Las guitarras con feedback, ruidosas y a la vez melódicas, plagadas de pedales de efectos como el flanger, reverb o chorus, los ambientes espaciales que creaban y sus letras, entre sombrías y melancólicas, la mayor parte del tiempo susurradas, fueron los medios identificativos de los grupos. Habitualmente se utilizaban dos guitarras rítmicas con distintos efectos, sonando juntas para darle una calidad amorfa al sonido. Muchas veces se utilizaba una primera guitarra, pero no eran el foco central de la mayor parte de las canciones Shoegazing. Las voces quedaban sometidas por el volumen y el tono, pero junto con las guitarras, le daba un sentido fuerte a la melodía. 

My Bloody Valentine

En el Shoegazing conviven expresiones distintas de emociones, como la rabia del Noise que domina en la superficie y la melancolía del Pop en el fondo, que al escucharlas se sienten de otra manera, en calma, pero lleno por dentro de una euforia con fuerza expansiva. Es admirable que casi ninguna banda de la época se dejase llevar por la épica grandilocuente que siempre infecta a quienes tratan emociones tan primarias. Fue un estilo honesto que expuso sus argumentos, dominó con ellos unos cuatro años y dejó paso al Britpop. Bandas con un desinterés notable por las peleas de colegiales, las posturitas y demás idioteces de la prensa musical británica, preocupados ante todo de hacer buena música. Han habido muy pocos estilos con una proporción tan alta de buenas bandas como éste. Al acuñar la denominación The Scene That Celebrates Itself, marcó el principio del fin de la primera ola de Shoegazers. Las bandas fueron percibidas por los críticos como autoindulgentes de clase media. Esta percepción estaba en contraste con la aparición del Britpop y una oleada de una nueva música que hizo su camino a través del Atlántico: el Grunge. El último álbum de Lush fue un cambio abrupto de Shoegazing a Britpop enajenando a muchos admiradores. El suicidio de su baterista en 1996 condujo a la disolución del grupo y marcó el punto final de la era original del Shoegazing. Pero en esta amalgama imposible de Revivals en que se ha convertido el panorama musical actual, el Shoegazing parece estar a punto de regresar de entre los muertos para reestablecerse en todo su esplendor como un género al que nunca debimos dar la espalda.