Samba (Brasil)

La Samba es una de las formas más populares en Brasil. De hecho es ampliamente vista como el estilo musical nacional. El nombre Samba probablemente viene del Semba de Angola, un tipo de música ritual, común en muchos idiomas Bantúes del Oeste africano. Para los esclavos africanos traídos a Brasil durante los siglos XVII, XVIII y XIX, la palabra tenía una gran variedad de significados: orar o invocar los espíritus de los antepasados o los dioses del Panteón africano. Como sustantivo pudo significar queja, llanto o algo como el Blues. Las raíces de la Samba se remontan a África, principalmente Angola, donde la danza Semba fue su predecesora. La Samba se desarrolló como una forma distintiva de música en los inicios del siglo XX en Río de Janeiro, entonces capital de Brasil, bajo la fuerte influencia de los inmigrantes negros del estado brasileño de Bahía. El titulo Escola do Samba se originó durante los años formativos de la Samba. La Escola les dio a los primeros ejecutantes la legitimidad y organización que necesitaban. La primera aparición escrita conocida de la palabra Samba como portuguesa, significando ritmo y baile fue en 1938 en el periódico “O Carapuceiro”. En 1917, Ernesto dos Sagrados, “Donga”, grabó su canción Pelo telefone, que es considerada la primera canción de Samba. Su grandioso éxito llevo al nuevo género fuera de las favelas negras. Como uno de los pioneros, Antenor de Oliveira, tocaba en su niñez en los patios traseros de las señoras viejas a quienes llamaban “tías” y la policía lo detenía a menudo porque el Samba era considerado como “cosas de vagos y bandoleros”. Hasta hoy en día en Brasil, si un blanco toca Samba es considerado un intelectual, pero si un negro es el que lo hace, es visto como un vago. En los años 30, un grupo de músicos liderados por Ismael Silva, fundó la primera Escola: Deixa Falar. Ellos transformaron el género musical para que encajara mejor en el carnaval. En esta década la radio difundió el Samba por todo el país, y con el apoyo del dictador nacionalista Getulio Vargas, se convirtió en la música oficial de Brasil. En la década del 60 las melodías, armonías y ritmos del Samba se vieron influenciados por un nuevo ritmo con tintes de Jazz, la Bossa Nova. En esa década Brasil se dividió políticamente con la llegada de la dictadura militar y los músicos izquierdistas de Bossa Nova empezaron a ponerle atención a la música hecha en las favelas. Muchos artistas populares fueron descubiertos en este periodo como Carlota, Nelson Cavaquinho, Velha Guarda da Portela y Zé Keti.

En los 70 el Samba volvió a las radios con compositores y cantantes como Martinho da Vila, Clara Nunes y Beth Carvalho. Al principio de los 80, luego de haber eclipsado su popularidad con la llegada de la música Disco y el Rock brasileño, el Samba reapareció en el medio con un movimiento musical creado en los suburbios de Río de Janeiro: la Pagode, que era un tipo de Samba renovada, con nuevos instrumentos (como el banjo y el tantan); y un nuevo lenguaje que reflejaba el modo de hablar de la gente. Musicalmente el Samba se caracteriza por una sección rítmica, a cargo del bombo zurdo; el uso del cavaquinho (similar al ukelele) que conecta las secciones armónicas y rítmicas. El pandoro es el instrumento de percusión más frecuente. El violao, guitarra acústica de 7 cuerdas, normalmente está presente. El Samba esta dividido en distintos subgéneros:

*Partido Alto: que usa mucha percusión acompañado de cavaquinho;
*Pagode: que incorporó el banjo, el tantan y el repique de mano;
*Neopagode: que se ocupa mucho de letras de amor, con un canto delicado y sensual;
*Sambe de Breque: que incorporaba partes habladas;
*Samba-Cançao: que es un estilo más alentado y romántico;
*Samba-Enredo: que es ejecutada por una Scola do Samba durante el carnaval;
*Samba Reggae: conocida como música Axé o “Samba Duro”, se hizo muy popular en Bahía a partir de 1985;
*Samba de Roda: que es una danza ritual de algunas ciudades de Bahía; y
*Jongo: que es el equivalente de la Samba de Roda en Río de Janeiro.
Gracias a algunas personas en Brasil y alrededor del mundo, que ven al Samba como una manifestación cultural, que se juntan por contar, tocar y bailar el Samba, se siguen generando nuevos estilos continuamente y con fuerza.