Pandilla Puneña (Perú)

 

 

La Pandilla como tal, y aún más su preludio, aparece durante el período republicano, siendo ejecutada al principio por la “cholada” o las cholas con los señoritos en busca de un amor furtivo como queriendo la esencia del amor y desechando la forma, en vista de las diferencias de estratos sociales antes que de clases.

La Pandilla Puneña es la resultante del mestizaje del Huayno indígena nativo del Perú con la Europa importada por España. En el choque de estas dos culturas, la del pueblo dominado o invadido no desaparece ni llega a asimilarse totalmente a la del pueblo dominante; por el contrario, las danzas propiciatorias precolombinas, que tenían un contenido predominantemente litúrgico como homenaje a sus dioses tutelares, reciben la influencia de las danzas importadas en las que predomina la tendencia al esparcimiento, al placer y a la comunicación social.

Lo indígena e hispano se integran armoniosamente para convertirse en el nuevo medio de expresión del hombre peruano; el Huayno resulta así el lenguaje primordial del pueblo que, mediante esa danza y su música, expresan sus dolores y alegrías. Surgen de esta manera manifestaciones coreográficas y musicales mestizas que integran el patrimonio nacional, cuyas formas y estilos fueron sufriendo un proceso de adaptación y adecuación que está en armonía con las preferencias de los grupos usuarios.

Cuenta la historia que ya hacia 1880 se celebraban alegres y grandes fiestas, jaranas, conocidos y reconocidos personajes citadinos en casas-hacienda, cerca de la ciudad lacustre con esposas y amigos del mismo status, bebiendo espirituosos licores y degustando ricos potajes de la región y bailando alegres huayños puneños interpretados por hábiles músicos que se juntaban solo para la ocasión.

Era la esperada época de carnavales en el mes de marzo, que coincidía gratamente con el florecimiento de las chacras, festejada por los campesinos del lugar cumpliendo así la costumbre del Chaco o caza de animales vivos: gallinetas, patos, perdices, vizcachas que llevaban bailando para regalar a los patrones y sus amigos, amalgamando en cierta forma estas fiestas de carnaval a ambos grupos.

Los patrones en la casa, los campesinos en el campo, el dueño de la hacienda mandaba a preparar el fiambre para ellos y dándoles alcohol en latas bailaban durante el día, al son de quenas, pinquillos, pincullos, tambores ejecutados por ellos mismos. En la casa hacienda los invitados bailaban y brindaban alegremente hasta las primeras horas de la noche, luego regresaban a la ciudad y recalaban como siempre en la casa del mecenas de turno hasta las albas.

Algunas veces bailaban en la calle festejados por los vecinos que se incluían en la fiesta. Esto era así hasta el siguiente año en la misma época. En los años 1900 se formaron muchas “estudiantinas” como la Lira Puno, Dunker, Los Íntimos, Theodoro Valcárcel, Orquestal Puno y algunas otras, que interpretaban hermosos Huaynos Pandilleros y algunas Marineras con el liderazgo de grandes músicos como don Manuel “Manongo” Montesinos,

principal mecenas de todas las actividades sociales, y otros como Néstor Molina, Moisés Yuchudd, Theodoro Valcárcel, Rosendo Huirse.

Siendo la Pandilla Puneña una danza urbana de carnaval, su ámbito es la ciudad de Puno, capital del departamento del mismo nombre; pero los lugares de la reunión de las parejas que habrían de conformar el baile, quedaban en las afueras de la ciudad, casas de campo de diferentes personajes desde donde partía la Pandilla. Don Manuel Montesinos, músico, amante del folklore altiplánico, conformó una estudiantina, adquirió un instrumental completo de cuerdas para ensayar en su casa.

El primer registro periodístico que alude al término Pandilla data de 1905. Esta crónica dice: “El popular paseo a Huajsapata, con el que se cierra la fiesta de carnaval, estuvo ayer concurridísimo; y podemos calificarlo de lo mejor, por el gentío que allí acudió; y las vistosas Pandillas que hacían derroche de su buen humor y entusiasmo”.

El año 1910 apareció la primera Pandilla en las calles y plazas de la ciudad, danzaban regocijando al pueblo que los miraba embelesado, para llegar ya muy tarde hasta la casa de don Manuel donde se hacía el remate de la fiesta. Esa primera Pandilla Puneña estuvo conformada por 40 parejas y, oficiaba como “bastonero” o guía que indicaba el cambio de figuras, don Agustín Ávila Marín, apodado “El Cojito”, quien realizó esta función hasta más o menos 1940.

En el decenio del 20 se irradió hacia las ciudades y pueblos vecinos, en los años 30 llegó a la capital peruana y a tierras bolivianas; en la década del 60 causó admiración y complacencia en México. Hoy, es la danza emblemática de la región, se baila en las trece provincias del departamento de Puno, masivamente y en varios certámenes en las ciudades de Puno, Juliaca, Ayaviri y otras, su expansión rebasó las fronteras puneñas y peruanas.

El viernes 4 de marzo de 1938, en la Plaza de Armas de la ciudad de Puno se realizó el primer concurso de Pandilla Puneña, con la participación de dos instituciones pandilleras. Al año siguiente, se realizó el segundo concurso. El 19 de febrero de 1956, en el Salón Parroquial de San Juan, se llevó el I Concurso de Pandilla Puneña patrocinado por el Instituto Americano de Arte.

Creadas en el estrato social llamado “cholada” (hombres mestizos de Puno) para luego ser adoptada en los estratos sociales más altos, atribuyéndose algunos de estos estratos su autoría o su consolidación. Hoy son interpretadas por gente de todos los niveles y en todas las provincias del Departamento de Puno, creando un ambiente de competencia en Danza y Arte que es la expresión del hombre puneño.

Las mujeres están ataviadas con lujosos y multicolores mantones y sus tradicionales polleras; con blusas blancas y centros de colores diversos; con un sombrero de copa baja, que cubre su cabello largo dispuesto en dos trenzas y espléndidamente adornadas; y botines blancos, este traje trata de expresar o simbolizar a la Cholita Puneña con su traje de gala.

Los varones visten con saco negro y pantalón blanco o negro, camisa blanca y un sombrero borsalino negro o blanco; en los hombros llevan un mantón multicolor. Ésta era la vestimenta de todos los puneños antiguos.

La música es interpretada por una estudiantina conformada por bailarines exóticos de instrumentos de cuerda, acordeones, saxos y trompetas; esta tiene una característica única, y junto al canto a coro por parte de los artistas hacen de ella algo parecido al mariachi mexicano, pero única del Cholo Puneño.

Se baila durante los ocho días de carnavales posteriores a la Festividad en honor a la Virgen de la Candelaria. La riqueza de sus coreografías permite vistosidad, alegría y elegancia en la ejecución de cada una de sus figuras, comandada por la primera pareja formada por el bastonero y su acompañante, que dirigen el baile y orientan los cambios durante la danza, al compás de un Huayno Pandillero.

El 20 de agosto de 2012 la Pandilla Puneña, resultó declarada Patrimonio Cultural de la Nación por el Ministerio de Cultura, por medio de la Resolución Viceministerial N° 046-VMPCIC-2012-MC. En la parte resolutiva de la Resolución se lee: “Artículo único.-  Declarar Patrimonio Cultural de la Nación a la danza ‘Pandilla Puneña’ por ser una manifestación significativa en la tradición artística de la región Puno. Nacida del sector medio urbano, ha mantenido los rasgos que reflejan su origen social y cultural, al tiempo que ha podido ser adoptada, en virtud de su belleza y vistosidad, por los diversos sectores sociales y regionales de Puno, convirtiéndose así en un factor de integración cultural”.

 

 

Fuentes:

 

• Mapasonoro.escuelafolklore.edu.pe

• Facebook.com

• Pandillapuno.wordpress.com

 

 


 


























































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