Halay (Turquía)

 

 

El Halay es una danza vivaz y rítmica que tiene sus raíces en la antigua cultura de Anatolia. El corazón de Turquía baila con un espíritu de unión, donde las diferentes generaciones se conectan a través de una cosa: el baile llamado Halay. El Halay es un folklore antiguo que tiene sus raíces en Anatolia y que se remonta a cientos de años atrás.

Los turcos, kurdos y armenios, entre otros, tienen una rica historia y cultura, lo que explica su diversidad étnica. Se cree que se deriva de una celebración colectiva de la felicidad en las celebraciones de la cosecha, las bodas y otros eventos festivos. El Halay y otras danzas similares forman parte de múltiples tradiciones y culturas de danza folklórica antiguas en todo Oriente Medio y las regiones cercanas. El origen lingüístico del término Halay no se conoce por completo. Existen múltiples teorías. La etimología original que se da en el Diccionario Kubbealtı es que el vocablo deriva de la palabra “alay”, que significa “comunidad, multitud”. La palabra “alay” se transfirió al turco desde el persa. En persa, se toma del griego aláyi(on) “unidad de caballería independiente en el ejército bizantino (siglo X)”. La palabra griega (aláyi) se toma del latín “alae”. Esta palabra (alae) es el plural del latín “ala” 1.ª ala, 2.ª el nombre dado a las unidades de caballería en el ejército romano. La palabra latina fue registrada en el siglo II a. C. y se refiere a las unidades de caballería desplegadas a la derecha y a la izquierda de la unidad de infantería en el centro. La forma griega aparece por primera vez en la compilación de leyes de 959 de Constantino VIII Porphyrogennetos. El significado original de la palabra turca es una unidad de caballería en filas ordenadas, a diferencia del orden de asalto turco tradicional. El Halay tiene una forma y una estructura únicas, formadas por una cadena o círculo continuo e interconectado. Los bailarines se toman de las manos o de los hombros para formar un grupo unido. El último y el primer intérprete pueden sostener un trozo de tela. Por lo general, comienza lento y se acelera. Refleja la idea de unidad y de unicidad entre los bailarines de la danza.
La esencia de la belleza del Halay reside en sus rítmicos pasos de baile. Los bailarines bailan al unísono pisando fuerte, moviéndose de lado y dando vueltas, lo que da como resultado una imagen atractiva. El juego de pies no solo muestra el talento de los bailarines, sino que también sirve como vínculo entre ellos y sus tierras ancestrales. La vestimenta que se usa durante el Halay es una demostración sorprendente de la diversidad local y el nacionalismo. A menudo, se visten con atuendos culturales que están decorados con telas de colores vivos, ricos bordados y elementos que representan la tradición de su comunidad. La danza es aún mejor gracias a estos trajes que añaden una profundidad visual adicional. Sin embargo, no se puede imaginar el Halay sin su correspondiente música, que suele estar formada por instrumentos tradicionales de Anatolia, como la zurna (instrumento de viento de lengüeta doble) y el davuli (gran tambor de dos parches que se toca con mazo), pero en los últimos años, los instrumentos electrónicos han comenzado a reemplazarlos. A través de las melodías animadas y rítmicas surge el corazón de la danza, que dirige a los bailarines entre los pasos y crea un espíritu de grupo. En esencia, el Halay es un festival que celebra a las personas que comparten y tienen en común sus vidas. La danza se lleva a cabo durante ceremonias como bodas, festivales y cualquier reunión comunitaria y reúne a las personas en una expresión de júbilo. Es un elemento clave para unificar generaciones al crear un sentimiento de ser parte de algo. El baile habla por sí solo de la determinación y el dinamismo del pueblo turco. A pesar de los problemas históricos y los cambios culturales, sigue siendo una imagen de felicidad y fortaleza. Este poder encierra el potencial de las comunidades para disfrutar de la articulación colectiva, reafirmando que, a pesar de las dificultades, las instituciones tradicionales pueden ofrecer una fuente de consuelo.
El Halay contribuye enormemente a la conservación y transmisión del legado cultural de una generación a otra. Por tanto, la danza les ayuda a saber quiénes son, de dónde vienen y qué valora la sociedad en ellos. La tradición del Halay se transmite a la siguiente generación, preservando así su esencia. Por un lado, el Halay puede describirse como una forma de danza que une al país. Sin embargo, al mismo tiempo, refleja cuán multicultural y diversa es Turquía. Existen varios tipos de esta danza que se pueden encontrar en todo el país, lo que a su vez refleja sus actividades o prácticas culturales. La diversidad hace que la danza turca sea más rica en términos de textura, contribuyendo así al tapiz general de la danza turca. Actualmente, no ha dejado de ser un fenómeno cultural, sino que se ha vuelto global. En otras palabras, el Halay sigue siendo muy popular entre las comunidades turcas y se muestra de manera destacada durante diversas actividades culturales, como en algunos países como Austria y Canadá, donde revela aspectos importantes relacionados con el legado turco. Además, los artistas y músicos modernos también han utilizado partes de Halay, lo que solo ha ampliado su cobertura. Esto demuestra que la expresión cultural no desaparecerá fácilmente ni siquiera en medio de los avances tecnológicos. La historia lo subraya; la diversidad enriquece sus pasos mientras que la comunidad impulsa la danza folklórica turca actual. El pulso del Halay resuena a través de los años dando vida y vitalidad a la celebración de un patrimonio común que todos pueden disfrutar.

 

 

Fuentes:

 

• Everythingabouturkey.com

• En.wikipedia.org

 


 






































 



















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