Madrigal
El Madrigal es un género musical vocal que surgió en Italia durante el Renacimiento. Este tipo de composición se caracteriza por su complejidad armónica y su uso de la polifonía, lo que lo convierte en uno de los géneros más sofisticados de la música clásica. En pocas palabras, el Madrigal es una forma poética bucólica o pastoral procedente del Renacimiento italiano.
Generalmente, no tenía una cantidad determinada de versos, pero sí se componía
de una combinación libre de estos de 7 a 11 sílabas. Se dividía en secciones en
donde las voces se imitan unas a otras, con estilo contrapuntístico. A una gran
cantidad de Madrigales, por sus características, se les ha puesto música.
Así, el Madrigal es poesía musicalizada de forma polifónica. Forma
parte del género lírico dentro de la clasificación de los géneros literarios.
Se volvió extremadamente popular en Europa en el siglo XVI y continuó
escribiéndose durante la mayor parte de la primera mitad del siglo XVII,
especialmente en Italia e Inglaterra. Los temas principales del Madrigal
son el amor y el erotismo. Solía escribirse a dos voces, aunque más tarde se
escribirían a tres voces, con el texto en la voz superior y combinando estrofas
o piedi de dos a tres versos. Las estrofas tenían la misma música cantando
hacia el final un par de versos añadidos llamados ritornello o estribillo, de
nueva composición y metro distinto (si las estrofas estaban con un metro
binario, el estribillo pasaría a tener un metro ternario). En los estribillos a
veces aparecen pasajes melismáticos muy ornamentados que recuerdan los antiguos
conductus de la edad media. Fue tan popular que compositores de la mayor parte
de Europa escribieron en el género. Sin embargo, aunque los italianos hicieron
tantas innovaciones en el Renacimiento (1450-1600), los compositores del norte
de Europa “inventaron” el Madrigal en Italia alrededor de
1530, mientras que los italianos estaban escribiendo principalmente otros tipos
seculares como la Frottola en ese momento. El Madrigal reemplazó a la Frottola
al atraer la atención de los principales compositores; ciertamente les brindó
oportunidades para un mayor ingenio musical y más experimentación. En la
segunda mitad del siglo XIV, bajo la influencia de la Caccia, nació el Madrigal
canónico a dos y a tres voces (con canon en la voz superior y un tenor
libre).
Los principales compositores son Jacopo da Bologna, Giovanni
da Cascia y Francesco Landini. Los siglos XV y XVI son el momento del
humanismo, y con éste como contexto necesario, la nobleza comenzó a
consolidarse como sostén y promotora de la música. Hasta ese entonces la
Iglesia había ejercido un patronazgo de manera casi hegemónica, pero las
principales cortes europeas se convirtieron en mecenas de la música en su afán
de engrandecerse y glorificarse a través del arte. En este momento la relación
del texto con la música se considera primordial, razón por la cual los
compositores adecuaron el contenido de las palabras a la música con distintos
efectos sonoros. Esto es lo que se conoce como Música Reservata. En uso
de esta nueva libertad formal, se convierte en un género para experimentar
nueva música en el siglo XVI. El madrigal de estos siglos puede
dividirse en tres partes: • Madrigal primitivo. Roma, primera
mitad del siglo XVI. • Madrigal de la época de esplendor.
(1550 – 1580); y El Madrigal de la época tardía (hasta 1620). El Madrigal
Primitivo: El primer período del Madrigal es conocido con el nombre
de período de los Madrigalistas Simples o Primitivos, cuyo aporte principal es
el uso y desarrollo de la Imitación y de las Variaciones como fórmulas
contrapuntísticas. Nació en Roma ligado al cardenal Pietro Bembo y su entorno
y fue el género musical más cultivado de la música profana italiana de este
siglo. El Madrigal del siglo XVI, que nada tiene que ver con el Madrigal
del Trecento (lo único que conservan en común es el nombre), estaba
compuesto a partir de un poema breve, generalmente salido de la mano de grandes
poetas como Petrarca, Bembo, Sannazaro y Ariosto.
Solían cantarse en reuniones en torno a las cortes italianas, sociedades,
discusiones intelectuales y academias. En principio los intérpretes eran
aficionados, ya después las cortes empezaron a demandar artistas profesionales
y virtuosos que entretuvieran a los invitados. El Madrigal De La Época De
Esplendor.
Escritos a 5 y 6 voces. La expresividad del texto se intensifica
mediante el empleo de giros melódicos, rítmicos, armónicos y cromáticos que
hasta entonces los compositores no se habían atrevido a utilizar. Todos estos
giros reciben el nombre de madrigalismos. Los compositores de esta época emplearon
para sus Madrigales, los textos de Petrarca y los imitadores de éste,
así como de escritores más modernos. El Madrigal era una pieza de música de
cámara vocal, destinada a ser interpretada por un cantante por cada voz. Sin
embargo, durante el siglo XVI era muy común la sustitución o duplicación de las
voces por instrumentos. El Madrigal De La Época Tardía. En el siglo XVII se
produjeron algunas novedades que marcaron el futuro de la producción musical
europea. Los inicios de este cambio estilístico se hicieron patentes a finales
del siglo XVI, conviviendo durante años con rasgos del estilo antiguo. Si
durante el Renacimiento se favorecieron los afectos comedidos la noble sencillez,
durante el Barroco se dio rienda suelta a los afectos extremos, violentos
(cambios bruscos del dolor a la alegría y viceversa). Las nuevas teorías y
discusiones acerca de la música se fraguaron en la Camerata Fiorentina, bajo
el liderazgo de los condes Bardi y Corsi. Todas las
innovaciones afectaron al Madrigal, haciendo que el Madrigal
polifónico del siglo XVI sea sustituido por el Madrigal solista con
acompañamiento de bajo continuo y el Madrigal concertante (los
instrumentos se unen a las voces en igualdad de condiciones) del siglo XVII. En
el Madrigal
de esta época el arte de la expresividad y el virtuosismo se acrecentaron hasta
el extremo mediante el empleo de ciertos recursos como las modulaciones
cromáticas, silencios de expresión, disonancias y bruscos cambios de tempo. La
influencia del Madrigal italiano también llegó a Inglaterra, dando pie al
nacimiento de la escuela madrigalista inglesa del siglo XVI y XVII. Sus principales compositores fueron Thomas
Morley, Thomas Wealkes, John Wilbye y William Byrd. El Madrigal inglés se diferenció del
italiano en que no prestó tanta atención al texto, sino que se centró
mayormente en la búsqueda de recursos musicales.
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