Galerón (Colombia-Venezuela)
Aire o tonada de los llanos Colombo-Venezolanos, puede ser bailado simultáneamente por una o varias parejas; es una danza de gran influencia hispánica, pues los zapateos presentan características muy similares a los bailes Flamencos. Galerón es el nombre que reciben algunos “corridos” que se usan en el canto para acompañar las faenas de vaquería o manejo de reses vacunas;
en ellos es de rigor
la rima consonante y obligada en terminación silábica de “ao” para obtener un
buen efecto en la cadencia de la voz que prolonga el canto para dar tiempo a
que el cantador piense el verso siguiente, en la improvisación y para prestar
un factor de monotonía útil en la labor, pues el ganado se acostumbra al
calderón del grito en “ao”. Estas cadencias en “ao” prolongadas a cada dos
versos, producen un efecto de atención por acostumbramiento del oído de los
ganados, y así todos sabemos cómo para llamarlo se usa el mote sucesivo de
“toi-toi-toi” o bien “tóma, tóma, tóma”; para arrearlo “jota, jota, jota” “jota
acá”, “jota allá”; para el ordeño se llama a las vacas: “leche, leche, leche”;
para hacer retroceder a los bueyes de la yunta o a uno solo de ellos para
cuadrar el tiro: “céja”, o “céja atrás”, etc. La función u objetivo de los Galerones
como cantos de labor en la llanura se explica: por semejanza con los cantos de
labor, por ejemplo los usados para unificar el esfuerzo colectivo en trabajos
físicos como el de remar en las embarcaciones llamadas “galeras”;
históricamente sabemos que en las épocas de la Conquista y Colonia eran
frecuentes las condenas “a galeras”, esto es, que por motivos de delincuencia y
más por razones de índole religiosa y política, muchas gentes que en ciertos
casos no eran delincuentes vulgares, sino personas pacíficas, honorables y
virtuosas, eran condenadas al trabajo ignominioso de remar en las embarcaciones
llamadas “galeras”.
Estas eran movidas por muchos pares de remos que estaban
manejados por los presidiarios y obligados a remar sin sosiego a fuerza de
látigo; estos “galeotes” acompasaban su trabajo a cantos monótonos que eran los
cantos de galeras. Es sabido que muchos de ellos al acercarse a tierra,
aprovechaban cualquier oportunidad para escapar o se rebelaban contra los
capataces y huían a nado hacia la orilla. Estos prófugos
de galeras, una vez en tierra, no podían permanecer en las ciudades o lugares
poblados que por lo general estaban provistos de justicia, es decir, de
autoridades que les descubrían prontamente. Así, lo más razonable era huir de
los centros y trasladarse a regiones solitarias en las cuales hallaban libertad
y aún trabajo; región ideal para tal empresa era la de los Llanos Orientales
que se hallaban relativamente cerca de la capital de la Nueva Granada. Allí,
por razones de carácter económico tan poderosas como la existencia de inmensas
extensiones de pastos naturales, prosperó rápidamente el oficio del manejo de
ganados. Entonces, muchos de los cantos de galeras, indudablemente llamados “Galerones”
eran recordados por los fugitivos nombrados, pero se aplicaban ya, como es
obvio, no al antiguo oficio, sino al nuevo trabajo de la vaquería. De tal modo
el antiguo ritmo del golpear de los remos se transformó al ritmo del galope de
los caballos, ya que la labor ganadera exigía este vehículo natural. Muy
probablemente se conservó el nombre de Galerones de los viejos cantos, para
los del oficio nuevo y así surgió el Galerón Llanero, cuyo ritmo ya era
otro.
Abundantes son las letras de los Galerones, ya de origen colombiano,
ya de venezolano, pues en la llanura no se establece gran diferencia entre los
llaneros de Colombia y los de Venezuela. Entre los Galerones más conocidos
está el colombiano de “Ladislao” que ha sido tomado
parcialmente como de otras regiones del país. El canto de Galerón se inicia después
de un preludio que ejecutan los instrumentos acompañantes, el bandolín, el
cuatro, y la guitarra. Los temas de las canciones pueden ser de historia,
mitología, amores y, desde luego, un tema "a lo divino" que es lo más
apropiado. Cada Galerón dura largo tiempo, entre uno y otro, los cantores
descansan, beben y conversan con el resto de los presentes. El Galerón
se encuentra igualmente en otros lugares de Venezuela como Mérida, Táchira y
Cojedes. En los Andes es acompañado con un baile de parejas, el llano también
se baila y ha tomado algunos aspectos melódicos del Joropo. El Galerón
significa alegría y entusiasmo para los llaneros; en sus fiestas que son muy
frecuentes, por cuanto el llanero es alegre, baila con gran entusiasmo el Galerón
por parejas. Se presenta como un baile de pareja, es alegre y sobresale el
zapateo rápido y ágil (talón punta) del hombre el cual lleva un pañuelo que al
mismo tiempo mueve haciendo giros y desplazamientos alrededor de su pareja
quién marca el paso básico de Joropo, algunas de sus figuras son
el balseo, giros, zapateos, acompañados por el pañuelo; Sus desplazamientos son
similares a los del Joropo aunque a nivel musical, es un poco más rápido.
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