Balada Romántica



La Balada Romántica es un género musical originario de España y que luego alcanzó popularidad en América Latina. Deriva directamente de la Copla española como vertiente enriquecida por el uso moderno de la orquesta sinfónica que, desde los años 40 fue común en España. 
Estas influencias sinfónicas están vinculadas al desarrollo y popularidad de la Balada europea y americana. Artistas como el director de orquesta inglés Percy Faith y otros, trazaron la pauta de cómo introducir en las masas las canciones cantadas y de temática romántica pero enriquecidas con el uso de cuerdas y metales provenientes de la orquesta. La Balada Romántica es la expresión de un proceso de “integración sentimental latinoamericana”, fenómeno que estaría dando cuenta de una estandarización de las maneras de sentir y expresar las emociones de los latinoamericanos, a través de gestos, sonidos, ritmos y cadencias literarias comunes, vinculados a su vez a las telenovelas. El género “Ballad”, de origen cultural de los inmigrantes europeos en la América de los años 1920, contrastaba con el desarrollo de la música norteamericana. El Blues y el Jazz sufrieron transformaciones que se estaban gestando en los años 30 y 40, y que propiciaron el origen de nuevos ritmos. Las Baladas se difundían en acetatos y en el cine estadounidense por todo el mundo, influenciándolo también. Uno de los principales difusores fue Elvis Presley, cuando abandonó el Rock’n’Roll y se dedicó a la Balada influenciando al Rock Slow de fines de la década. América Latina, Europa y los otros continentes recibieron la influencia musical estadounidense y produjeron reediciones de esas Baladas, con nuevas letras en idiomas autóctonos durante más de una década. La música de los distintos países quedó relegada frente a los cantantes estadounidenses que llenaban las carteleras baladísticas desde los años 30. El primero que demostró que la Balada tenía aceptación por Italia, América Latina, Norteamérica y el resto del mundo, fue el italiano Nicola di Bari con su “Volare”, quien había ganado el Festival de San Remo de la Canción en 1958 y que interpretaba sus éxitos musicales en italiano y en español. Charles Aznavour, con su “Bohemia”, debutó como los grandes en el teatro de La Alambra en París. Su compatriota, Serge Bécaud tuvo éxito con “Nathalie”. Ambos cantaban en francés y español, demostrando que la Balada tenía aceptación internacional.
En América Latina se producía Boleros. Así, boleristas como Bobby Capó, se hicieron populares con un nuevo género, los “Boleros-Baladas”, innovación de Armando Manzanero. Todo este género era llamado Balada de la nueva ola, no existían denominaciones como Balada Latina o Fusión musical. En América Latina surgieron importantes baladistas que primero hacían Rock’n’Roll, luego Pop hasta llegar a la Balada, como Sandro, Luis Aguilé, Palito Ortega, Leo Dan, Leonardo Fabio y otros que se presentaron en la América de habla hispana. En los años 70 la influencia del Jazz y su relación con técnicas de música clásica hizo nacer un movimiento de Baladas más complejas en progresiones armónicas. Esto provocó que fuese la mejor época del género ya que en todo el mundo se lanzaron a realizarlo. En esta época de oro, que duró hasta mediados de los años 80, artistas como Rocío Jurado, José José, Juan Gabriel, Julio Iglesias, Camilo Sesto, Sandro, Raphael, Roberto Carlos y Rocío Durcal, entre otros, sacaron al mercado grandes éxitos mundiales. Finalmente surgió el movimiento baladístico hispano fuera de España, más influenciado por la música tradicional de cada país. La diferencia más notoria con la española es que prescindió del uso de orquesta sinfónicas apostando por el uso de sintetizadores. La exponente pionera del género fue Ana Gabriel con sus canciones desgarradoras. Luego Ricardo Montaner y Sin Bandera se dedicaron a sonorizar con Baladas Latinas las interminables telenovelas. En los años 90, bandas de Rock fusionaron Baladas con ritmos locales logrando buenos resultados gracias al aporte de intérpretes de Rock argentino como Abuelos de la Nada, Serú Girán o Fito Páez, quienes se animaron a imprimir Baladas producidas por ellos mismos y que resultaban deslumbrantes. Mucho antes, algunos Tangos, terminaron convirtiéndose técnicamente en bellísimas Baladas, como “El día que me quieras” de Carlos Gardel. Por su parte, el cantautor cubano Silvio Rodríguez compuso algunas de las Baladas originales más bellas, enmarcadas dentro de la Nueva Trova de su país. Desde Italia, Laura Pausini, Tiziano Ferro, Eros Ramazzotti, etc., se integraron al género gracias a las letras en español traducidas de sus canciones.




Nicola Di Bari

Domenico Modugno

José Luis Perales

Nino Bravo

Dyango

Camilo Sesto

Raphael

Luis Miguel

Ana Gabriel

Juan Gabriel

Manolo Galván

Alejandro Sanz

Axel

Sergio Denis

Twiggy

María Martha Serra Lima

Sandro

Alejandro Lerner

César 'Banana' Pueyrredón

Paz Martínez



















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