Kuchipudi (India)



El arte Kuchipudi nació en Andhra Pradesh, al sur de la India, como una danza, tres siglos AC, y que permanece viva como una tradición. Esta danza se caracteriza por una serie de movimientos delicados que expresan los dramas de la vida. 
Durante mucho tiempo este arte sólo era representado en los templos, por hombres que pertenecían a la comunidad Brahmán, pero el estilo del arte Kuchipudi fue modificándose con el tiempo para adecuarse a las necesidades de cada época. Recién en la década de 1950, comenzaron a practicarla las mujeres, adquiriendo supremacía entre las danzas clásicas de la India. La danza Kuchipudi le da la misma importancia al cuerpo, al lenguaje, al maquillaje, al vestuario y a la expresión, y les asigna a los movimientos un valor místico y religioso con el poder de revelar el yo interior. El baile usualmente comienza con algunas etapas de rito, después de lo cual cada personaje sale al escenario y se presenta con un daru (una composición pequeña de canción y baile) para introducir su identidad y establecer el estado de ánimo del personaje en el drama. Luego comienza el drama. El baile es acompañado por canciones de típica música carnática. El cantante es acompañado por una mridangam (un instrumento clásico de percusión del sur de India), un violín, una flauta y la tambura (un instrumento de cuerdas que se pulsan). Los ornamentos usados por los artistas son generalmente hechos de una madera ligera llamada boorugu. En la danza, se trata de mover cada parte del cuerpo, especialmente los ojos, las manos y los pies, con los que se realizan figuras que se denominan mudras y que tienen una gran carga de significado. La danza comienza con un saludo similar al Saludo al Sol del yoga, con el objetivo de saludar y agradecer. De esta forma, a través de los movimientos de todo el cuerpo, en silencio y muy concentrados, la danza permite la conexión con el ser más profundo. No sólo se trata de adquirir la destreza de este arte sino que también incluye consejos para vivir mejor, con honestidad y disciplina; y con valores, como el respeto a uno mismo y a los mayores, la dignidad, la lealtad y la solidaridad.
 
Los gestos y las posturas de las manos representan la base de las filosofías hindúes, como la meditación o la de la renuncia a las cosas mundanas. En la danza, principalmente se encuentran los mudras dinámicos, en los que los dedos representan los elementos del universo y tienen una función. Por ejemplo, el dedo meñique (elemento tierra), simboliza vitalidad y seguridad interior; el anular (elemento agua), simboliza las emociones; el medio (elemento fuego), la responsabilidad; el índice (elemento aire), la compasión y la armonía; mientras que el pulgar (elemento cielo o éter), la creatividad y la comunicación. La danza Kuchipudi comparte muchos elementos con el Bharatanatyam. Más allá de las diferencias estilísticas de los pasos de ambas danzas. Hay ciertos tipos de bailes que son únicos en el Kuchipudi. Especialmente está el Tarangam del Kuchipudi, que es único en cuanto a que el bailarín debe danzar sobre una placa de bronce, colocando los pies sobre los bordes elevados. El bailarín mueve el plato con equilibrio mientras que tradicionalmente baila en el plato con dos diyas (pequeñas velas de aceite) en sus manos mientras sostiene un kundi (frasco pequeño) que contiene agua, en su cabeza. Al final de la danza, el bailarín apaga las velas y lava sus manos con el agua del recipiente. Las canciones del Kuchipudi son pantomimas con expresiones seductoras, miradas rápidas y fugaces emociones. En el Tarangam, a veces, la bailarina se pone una olla llena de agua en la cabeza y baila sobre la placa de latón. La canción que acompaña este número proviene del famoso Krishna Leela Tarangini, un texto que relata la vida y eventos del señor Krishna. En números expresivos, un bailarín a veces elige el papel de Satyabhama, la reina orgullosa y segura de sí misma del señor Krishna, en el baile-drama Bhama Kalapam. La reina pasa por varias etapas del amor. Cuando se separa del Señor Krishna, ella recuerda los días felices de unión con él y lo añora. Al final, ellos se reúnen luego de que ella le enviara una carta. Otro número del repertorio del Kuchipudi que merece una mención, es el Krishna Shabdam, en el que una lechera invita a Krishna ara una cita de muy diversas maneras, brindando la oportunidad a la bailarina de mostrar los encantos de una mujer.


 
 





































 

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