El Clasicismo transcurrió entre los años 1750 (año en el que muere Johann Sebastian Bach) y 1827 (muerte de Ludwig van Beethoven), es decir desde la segunda mitad del siglo XVIII hasta principios del siglo XIX.
Los desarrollos importantes incluyeron la invención del piano y el nacimiento del Cuarteto de Cuerda.
El período Clásico vino después de la época Barroca, con el estilo galante enlazando brevemente los dos períodos.
Precedió a la época Romántica, convirtiéndose en el cuarto de los seis grandes períodos de la música del clasicismo occidental.
La época Barroca se considera generalmente que terminó alrededor de 1750, mientras que el Período Clásico comenzó aproximadamente en 1730. El período entre ambos vio un estilo llamado Música Galante. Es una etapa corta que marca la transición de la Edad Moderna a la Edad Contemporánea.
Este cruce se debe en parte al estilo galante, que estuvo de moda desde la década de 1720 hasta la de 1770, y en el que los compositores redujeron conscientemente la complejidad del período Barroco en favor de un enfoque más simple que anticipaba la música del Clasicismo.
La palabra “galante” deriva del francés, y un galant homme era alguien que era culto, elegante y virtuoso.
Johann Christian Bach, el trabajo posterior de Georg Phillip Telemann y las primeras piezas de Mozart utilizan el elegante estilo galante.
Mucha música del período Barroco se caracterizaba por una polifonía compleja y estratificada (lo que significa que contenía múltiples líneas independientes que se entrelazaban entre sí).
Compositores como Mozart y Haydn eran verdaderos creadores de melodías que escribieron piezas memorables y cantables, muchas de las cuales siguen siendo familiares hoy en día.
Las piezas tendían a estar organizadas en frases ordenadas y equilibradas, y la textura dominante era ahora homofónica.
Esto significa que hay una línea melódica clara, y una parte acompañante subordinada, que a menudo toca acordes. También hubo más énfasis compositivo en las secuencias de acordes.
Un ejemplo de un acompañamiento típico clásico es el Bajo Alberti, donde una parte acompañante (normalmente la mano izquierda de una parte de piano) toca acordes que se rompen en figuras tipo arpegio.
Mientras que una composición barroca densamente polifónica podría tener varias partes que parecen ser todas de aproximadamente igual importancia, no hay duda de que una parte de bajo Alberti está tocando un papel acompañante a la melodía más prominente de la pieza.
Esto concuerda con el hecho de que la música del Clasicismo tiende a tener una textura mucho más clara, ligera y ordenada que otros estilos.
Las orquestas crecieron considerablemente en tamaño durante el Período Clásico, acercándose a los conjuntos que se ven actuar hoy en día.
Mientras que las orquestas barrocas contaban con un clavecín o un órgano que tocaba una parte de bajo continuo, este papel cayó en desuso, y en su lugar se establecieron secciones de viento-madera propias junto a las secciones de cuerda existentes.
Mientras que en el Período Barroco se habían utilizado una amplia gama de instrumentos de cuerda frotada, incluyendo varios tipos de viola (un instrumento de cuerda con trastes), la sección de cuerda se estandarizó y se limitó a los cuatro instrumentos principales que se ven hoy en las orquestas: violín, viola, violonchelo y contrabajo.
Las secciones de viento-madera y viento-metal compartían en este punto algunos puntos en común con las orquestas modernas, pero había algunos instrumentos que se tocaban entonces y que ahora rara vez se ven. Por ejemplo:
• Corno di bassetto: un miembro más grande y curvado de la familia del clarinete.
• Chalumeau: un miembro de la familia de los instrumentos de viento-madera y un precursor del clarinete con ocho agujeros tonales.
• Buccin: un pariente de aspecto distintivo del trombón, con una campana en forma de cabeza de serpiente o dragón.
• Ophicleide: un pariente estrecho y con llaves de la tuba.
Mientras que en el Período Barroco los intérpretes debían improvisar sus propias dinámicas y adornos, el Período Clásico vio a los intérpretes recibir instrucciones más detalladas de interpretación.
El clavecín resonante fue uno de los sonidos definitorios de la época barroca, pero su método de producción del sonido (con cuerdas pulsadas por una pluma) hacía que sólo pudiera tocarse a un volumen.
Alrededor del año 1700, un italiano llamado Bartolomeo Cristofori inventó un instrumento de teclado alternativo que utilizaba un mecanismo de martillo para golpear las cuerdas, lo que significaba que la nota sólo suena tan fuerte como su correspondiente tecla es presionada por el intérprete.
Este instrumento se conocía inicialmente como fortepiano (que significa literalmente fuerte-suave), luego como pianoforte (aunque estos dos términos a menudo se usan indistintamente), luego simplemente como piano, como se le conoce hoy en día.
A diferencia del clavecín, su capacidad para tocar a diferentes niveles dinámicos (de volumen), hacía que la música pudiera ser mucho más sutil y expresiva.
El Cuarteto de Cuerda, una de las formas más prominentes de Música de Cámara, y un formato para el que escribirían la mayoría de los principales compositores de los siglos siguientes, nació en el Período Clásico.
Escribir para un cuarteto de dos violines, viola y violonchelo sigue siendo considerado una prueba clásica de la maestría artística y técnica del compositor.
El compositor austriaco Joseph Haydn es conocido como el “Padre del Cuarteto de Cuerda”.
La era Clásica vio el desarrollo de otros nuevos tipos de forma musical, así como la escritura y el desarrollo de los tipos existentes. Los más populares incluyeron:
• Sinfonía: una pieza orquestal extensa y de gran escala. Al igual que el Cuarteto de Cuerda, este fue un nuevo tipo significativo de composición que todos los principales compositores de los próximos siglos abordarían.
• Sonata: una pieza para instrumento solista con acompañamiento de piano, o para piano solo.
• Concierto: los Conciertos Grossi, donde un grupo de solistas eran acompañados por una orquesta, eran populares en el Período Barroco. Ahora los Conciertos para un solo solista se convirtieron en la norma.
El segundo movimiento sería lento, mientras que el primero y el último movimiento serían más rápidos.
Además de ser la voz definitoria del Período Clásico, Wolfgang Amadeus Mozart es quizás el compositor más famoso de todos los tiempos.
Un prodigio increíblemente dotado, era hábil en el violín y el teclado desde niño y comenzó a componer cuando tenía solo cinco años.
Escribió Sinfonías, Conciertos, Música de Cámara, Óperas, música coral y más, todo antes de su muerte a los 35 años.
La Ópera (una mezcla de teatro, música vocal, escenografía y a veces danza) había comenzado en la era Barroca, pero alcanzó nuevas cotas de popularidad en el Período Clásico, volviéndose también más ligera y a menudo cómica a medida que cambiaban los gustos del público.
Ludwig van Beethoven hizo de puente entre las eras Clásica y Romántica, con su música abarcando ambos períodos.
Si bien su trabajo temprano estuvo fuertemente influenciado por figuras como Mozart y Haydn, más tarde comenzó a escribir obras a gran escala, ampliando las reglas sinfónicas estrictas establecidas durante el Período Clásico, y escribiendo contenido cada vez más grandioso y emotivo, anticipando así la era Romántica.
Fuentes:
No hay comentarios:
Publicar un comentario