El Jazz de Zimbabwe, también conocido como Afro Jazz, se desarrolló en el siglo XX. Su historia se remonta a la época colonial. Fue influenciado por un estilo de ritmo de Township que evolucionó en una parte del sur de África durante el siglo XX. También se pueden rastrear similitudes con el Kwela, una música callejera basada en pennywhistle del sur de África con bases de Jazz y un ritmo distintivo similar al Skiffle.
La música Kwela
fue influenciada por la mezcla de la música de los inmigrantes malauíes en
Sudáfrica, junto con los sonidos sudafricanos locales. En chichewa, la palabra Kwela
tiene un significado muy similar al significado sudafricano: “trepar”. La
música se popularizó en Sudáfrica y luego se llevó a Malawi, donde los artistas
malauíes contemporáneos también han comenzado a producir música Kwela.
También está estrechamente relacionado con el Marabi, que era el nombre
que se le daba a un estilo de teclado (que a menudo utilizaba órganos de
pedales baratos) que tenía un vínculo musical con el Jazz, el Ragtime
y el Blues
estadounidenses, con raíces profundas en la tradición africana. Los primeros
músicos de Marabi formaban parte de una cultura musical underground y, por
lo general, no se grababa. Esta música se tocaba a menudo en los municipios
(zonas segregadas de las zonas suburbanas). Durante los años coloniales de
Rodesia, el término municipio se refería a una zona residencial reservada para
ciudadanos negros dentro de los límites de una ciudad o pueblo, y todavía se
utiliza comúnmente en el lenguaje coloquial. Pero en el Zimbabue moderno
también se utiliza para referirse a una zona residencial muy próxima a un punto
de crecimiento rural. Estos municipios albergaban shebeens como alternativa a
los pubs y bares. En la era colonial, a los africanos nativos se les prohibía
entrar en los pubs o bares reservados para los de ascendencia europea. En sus
orígenes, los shebeens eran operados ilegalmente por mujeres llamadas Shebeen
Queens y eran en sí mismos un renacimiento de la tradición africana que
asignaba a las mujeres el papel de elaborar alcohol. Las Shebeen Queens vendían
alcohol destilado y elaborado en casa y proporcionaban a los clientes un lugar
para reunirse y discutir cuestiones políticas y sociales. A menudo, los
clientes y los propietarios eran arrestados por la policía, aunque los shebeens
se volvían a abrir con frecuencia debido a su importancia para unificar a la
comunidad y proporcionar un lugar seguro para el debate. Durante la era
colonial, los shebeens se convirtieron en un lugar de reunión crucial para los
activistas; algunos atraían a activistas de la clase trabajadora y miembros de
la comunidad, mientras que otros atraían a abogados, médicos y músicos. Los shebeens
también proporcionaban música y baile, lo que permitía a los clientes
expresarse culturalmente, lo que ayudó a dar origen y apoyo al género musical
llamado Township Jazz, que ahora se llama Afro Jazz o Jazz
de Zimbabwe. El Afro Jazz no es solo música; es una
experiencia sensorial completa. Sus ritmos son una mezcla intrincada de
polirritmos africanos y el swing característico del Jazz.
Un polirritmo es
básicamente cuando dos o más ritmos diferentes se tocan simultáneamente. Es
como si cada parte de tu cuerpo estuviera bailando a su propio compás, pero de
alguna manera, todo encaja a la perfección. En el Afro Jazz, estos
polirritmos crean una textura musical rica que es a la vez compleja y adictiva.
El swing es esa sensación de “balanceo” que hace que el Jazz sea tan contagioso.
Cuando se mezcla con los ritmos africanos, obtienes un “groove” que es
simplemente irresistible. Es como si cada nota te estuviera diciendo: “¡Vamos,
mueve esos pies!” La combinación de instrumentos en el Afro Jazz es tan diversa
como sus ritmos. Cada instrumento tiene su propia voz y carácter, y juntos
crean un tejido sonoro que es tan colorido como un mercado africano al aire
libre. La percusión es el corazón de esta música. Entre los instrumentos
utilizados están: Djembe: Este tambor de mano africano es esencial en el Afro
Jazz. Sus tonos profundos y resonantes pueden hacer que el corazón lata
al ritmo de la música. Congas y Bongos: Añaden una capa adicional de
complejidad rítmica, y son perfectos para esos solos improvisados que dejan sin
aliento. Shekere: Este instrumento de percusión lleno de cuentas o semillas
añade un sonido crujiente y efervescente que complementa perfectamente los
tambores más profundos. Los instrumentos de viento y cuerda que dan voz a este
estilo se encuentran: Saxofón: Un pilar del Jazz, suena aún más
vibrante cuando se mezcla con los ritmos africanos.
Es como escuchar a un viejo
amigo contar una historia nueva. Trompeta: Su tono brillante y penetrante añade
emoción y drama a cualquier pieza de Afro Jazz. Contrabajo: Proporciona
el pulso subyacente, esa base sólida sobre la que se construye toda la música. El
Afro
Jazz no surgió de la nada. Es el resultado de un largo viaje a través
del tiempo y el espacio, un viaje que comienza en las raíces profundas de
África y se extiende hasta los clubes de Jazz de Nueva York y más allá. La
música africana es rica en tradición y significado. Los ritmos y melodías se
transmiten de generación en generación, y cada canción cuenta una historia.
Estos elementos fueron llevados a las Américas durante la infame trata de
esclavos, y se fusionaron con otras tradiciones musicales para crear nuevos
géneros. El Jazz, nacido en las comunidades afroamericanas de Nueva
Orleans, es una música de libertad e improvisación. Cuando los músicos
africanos y afroamericanos comenzaron a colaborar, el resultado fue el Afro
Jazz, una fusión que celebra tanto la herencia africana como la
innovación del Jazz. En las décadas siguientes, el Afro Jazz ha seguido
evolucionando, incorporando elementos de Funk, Soul y música
electrónica. Hoy en día, es un género vibrante y en constante cambio, que sigue
capturando corazones y mentes en todo el mundo. El Afro Jazz es más que un
género musical; es un viaje cultural, una celebración de la vida y la
creatividad. Sus ritmos complejos, instrumentos diversos y rica historia lo
convierten en una experiencia auditiva única y profundamente gratificante.
Fuentes:
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