viernes, 14 de abril de 2023

Nueva Canción Vasca (España)

 


En general tiende a considerarse que los orígenes de la Nueva Canción Vasca se encuentran en Michel Labéguerie, dado que este médico de Euskadi Norte publicó en la primavera de 1963 un disco con cuatro canciones compuestas y cantadas por él mismo, acompañado por una simple guitarra, que tuvieron un gran éxito.

Sin embargo, hay numerosos precedentes más o menos lejanos en el tiempo, y a pesar de correr el riesgo de ser injusto no citando a todos, parece imprescindible referirse a alguno de ellos por la importancia que iban a tener en el desarrollo de la llamada Nueva Canción Vasca. Empezando por los más lejanos en el tiempo, es obligado citar a Iparraguirre (1820-1881), compositor y cantante de canciones que interpretaba con una guitarra, y que ha dejado un legado ampliamente conocido e imposible de ignorar; tampoco cabe olvidar las numerosas e importantes recopilaciones de canciones tradicionales vascas, realizadas a partir de finales del siglo XIX o principios del XX, por numerosos autores (Resurrección María de Azkue, Aita Donostia, Salaberry, Rodney Gallop, Jorge Riezu...); habría que citar también el cancionero “Kanta Kantari”, publicado en torno a 1953 por Nemesio Etxaniz y la recopilación de canciones tradicionales realizada por Ximun Haran y publicada a principios de los años 60 por el Museo Vasco de Bayona. La herencia de Labéguerie, consistente en ocho canciones publicadas en dos discos, llegó clandestinamente a Euskadi Sur, caló en la gente, y su voz se extendió con fuerza como un eco. En 1965, Mikel Laboa, conocedor del movimiento de la Nova Canço Catalana, se puso en contacto con algunos cantantes que por entonces actuaban en Euskadi Sur: Benito Lertxundi, Lourdes Iriondo, Julen Lekuona, etc. Este mismo año 1965, se contactó con el poeta Joxean Artze y se realizaron reuniones a las que además de los citados, acudían Nemesio Etxaniz, José Antonio Villar, etc.
A finales de 1965, Laboa acompañado de Xabier Anza acudió a entrevistarse con Jorge Oteiza para hablarle del proyecto de creación de un grupo de canción vasca parecido al grupo catalán Els Setze Jutges (1961-1969); Oteiza que les habló de un proyecto estético propio, mucho más amplio, e integrador de las artes plásticas con la música, danza y otras disciplinas, ideó con rapidez, después de consultar las obras de R.M. de Azkue, un nombre adecuado para el grupo de canción: se llamaría Ez Dok Amairu (que en castellano significa No Hay Trece), tratando así de exorcizar los maleficios que, según él, tradicionalmente pesaban sobre la cultura vasca. En enero de 1966, el grupo realizó sus primeras actuaciones. Luego se añadieron a los artistas antes mencionados, los Hermanos Artze con la txalaparta (instrumento de percusión), Luis Bandrés y Jean Paul Arregi con la alboka (instrumento de viento), Xabier Lete, José Ángel Irigaray, Juan Miguel Irigaray, el grupo Yoloak, el grupo Oskarbi y, más tarde, José María Zabala. En aquellos primeros orígenes de la canción vasca se consiguió llenar un vacío, el gran vacío y la tremenda pobreza ocasionada dentro de la cultura vasca por la represión franquista. Para eso había que crear nuevas canciones, que reflejaran la situación del momento, y enraizadas dentro de una canción popular. El grupo Ez Dok Amairu dio muchos festivales y con el tiempo se vio obligado a tener que hacer frente también a otros problemas, la profesionalidad, las condiciones de su estructura, las relaciones con los organizadores, etc.
Los oyentes en un principio se conformaban con ser meros auditores de canciones en euskera, pero luego vino la solicitud cada vez más apremiante de temas políticos y los cantantes tuvieron que dar una respuesta a las muchas exigencias de su público. La necesidad de tener que pasar una censura gubernamental les ocasionó no pocos quebraderos de cabeza. Los primeros discos cosecharon algún éxito. Dicho grupo tuvo dos líderes: Joxean Artze, dentro de lo que llamaríamos reflexión artística, y José Angel Irigaray dentro del área política, dando una coherencia y un ideario al grupo. Dentro de su estrategia estaba el cometido de contactar con otras culturas minoritarias. Así pues, en el año 67 se fueron a Barcelona, yendo a su vez algunos cantantes catalanes a Euskal Herria. Con todo esto este grupo se convirtió en un punto de discusión y de controversia extendiéndose esta polémica a toda Euskal Herria por la incipiente prensa en euskera del momento. En el año 1970 se produjo un espectáculo con el cometido de sensibilizar al público llamado: “Baga, Biga, Higa. Era un espectáculo dividido de dos partes; por un lado, la danza y por otro lado se entremezclaban la txalaparta, las canciones y los recitales. El éxito fue impresionante. Las gentes de Euskadi Norte quedan impresionadas por este espectáculo, sobre todo por la lengua y la música utilizadas y la nueva forma de expresión. De este modo se decidió publicar un doble LP con el contenido de dicho espectáculo, pero debido a problemas ideológicos que surgieron durante la grabación del disco esto no se llevó a cabo. Y así se llegó a la disolución del grupo Ez Dok Amairu tras largas polémicas, estando ya grabado el material del disco.
Al margen del grupo Ez Dok Amairu surgieron otros cantantes; los más importantes en Euskadi Norte, como son Etxamendi ta Larralde, Peio y Pantxoa, más tarde Niko Etxart y el grupo Errobi casi al mismo tiempo. En Bizkaia se creó el grupo Oskorri, aparecieron Maite Idirin y Gontzal Mendibil. La muerte de Franco y el comienzo de una nueva era política tuvieron una gran repercusión dentro de la historia de la canción vasca. Se puede hablar de una generación perdida al mencionar al grupo de cantantes que se originaron desde el 1975 hasta el 1979. Surgieron los mítines; a los cantantes se les pedía mensajes políticos determinados y con una fuerza y una pujanza mayor que antes. Estos cantantes, por ejemplo, Urko, fueron amparados por un inmenso gentío y muchos de ellos consiguieron la fama. A esta generación se le llamó la “generación de los champiñones”, Txanpinoien Aroa. Los cantantes de esta época consiguieron un tremendo éxito a nivel popular pero este éxito fue limitado porque no se produjo -salvo excepciones- inquietud por la calidad musical de las canciones, ni interés por formar grupos, y a la larga han sido olvidados y marginados los cantantes “boom” que surgieron al amparo de esta generación. Esta generación, sin embargo, tuvo un lado positivo: surgieron otros grupos renovadores y revestidos de una gran calidad. Estos fueron los que le dieron un gran empuje a la Nueva Canción Vasca. Primeramente, el grupo Haizea organizado por Txomin Artola, estando entre ellos Amaia Zubiria. Segundo, el grupo Errobi intentando introducir el Rock en inglés, consiguió un gran éxito.
Tercero, el grupo Izukaitz cultivando el Folk, sin olvidar el Jazz y el Rock. Cuarto, el grupo Itoiz que cultivó el Rock Sinfónico de aquella época. El grupo Oskorri quiso hacerle un homenaje al gran escritor Gabriel Aresti que había fallecido un año antes; este disco fue algo que tendría una decisiva influencia en todos sus sucesores. Para ponerle fin a esta época hay que mencionar las primeras deserciones. Son muchos los que por diversas razones personales y de otra índole abandonan el mundo de la canción. Xabier Lete en el año 1978; Peio y Pantxoa al año siguiente; en los comienzos de los años 80, Txomin Artola y Mikel Laboa; en el año 1979 desapareció el grupo Errobi. Cada vez se les exigía más calidad a los cantantes. Se acabó el hecho de ir a los festivales por pura militancia. Se ha conseguido el punto culminante de la evolución que se perseguía y todos aquéllos que no consiguieron esa calidad, por la razón que sea, se vieron obligados a dejar el mundo de la canción. El cantante solitario, como tal, desapareció. Comenzaron a aparecer grupos, y el cantante solitario que deseaba seguir adelante, tenía que buscarse el apoyo de un grupo. Se produjo el momento del cambio y esto condujo como consecuencia a otra nueva época; la década de los 80, la década del renacimiento de los grupos Pop/Rock. La primera sorpresa fue la aparición de Ruper Ordorika con el disco titulado “Hautsi da Anphora”. La letra de su música está basada en autores de gran talla literaria y se convirtió en modelo de cantautores nuevos e intelectuales. El decisivo grupo Itoiz se sumergió en el mundo Pop después del disco personal “Ezequiel”. El movimiento del Rock Radical Vasco surgió hacia el año 1982 a raíz de la organización del Premio musical por la Diputación foral de Gipuzkoa titulado “Guipúzcoa Star Rock”. Hacia el año 1985 puede decirse que la Canción Vasca llegó a su maduración total. Hay grupos que permanecen juntos durante mucho tiempo y es notoria la compenetración y la tendencia a la perfección que esto produce.

 

 

Fuentes:

 

• Aunamendi.eusko-ikaskuntza.eus

• Stagelivebilbao.com

 
















































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