Durante la denominada Era de la Reconstrucción, entre 1863 y 1877, los estados del Sur extendieron el rol del convicto a una forma de servidumbre involuntaria con el objetivo de rescatar la fallida economía de la región.
Con
una infraestructura hundida después de la guerra y la bancarrota de sus
negocios, el Sur era incapaz de afrontar los gastos requeridos para llevar a
cabo la tarea. La solución consistió en mirar hacia los convictos para suplir
los trabajos en la construcción de diques, la reconstrucción de vías férreas,
desecación de pantanos, minería, agricultura, labores madereras, etc. El
arrendamiento de los convictos no era nada nuevo, se había originado en
Massachusetts a finales del siglo XVIII y consistía en la cesión de presos
encadenados para trabajar en explotaciones privadas. Las reformas a principios
del siglo XIX introdujeron la institución de la penitenciaría, en la que los
internos fabricaban todo tipo de artículos comerciales, desde zapatos a componentes
de vagones de tren. Al mismo tiempo, la temprana industria maderera del Sur
crecía alimentada por la abundancia de cipreses del bajo Valle del Mississippi.
El trabajo de esclavos y convictos consistía en cortar y arrastrar los árboles
fuera de los bosques. Los aserraderos de New Orleans, Baton Rouge, Natchez y
Vicksburg procesaban la madera que los esclavos transportaban río abajo desde
las áreas madereras. Las deplorables e inhumanas condiciones de trabajo a las
que se sometía a los reos atrajeron las críticas sociales desde el principio.
Los convictos vivían en tiendas de campaña o vagones, vestidos con uniformes
andrajosos, comiendo insuficientemente, sufriendo latigazos y trabajando a
punta de pistola desde el amanecer hasta el ocaso.
Los propios políticos del
Sur a menudo cerraban lucrativos contratos bajo el sistema de arrendamiento de
convictos cuyas condiciones fueron vistas por muchos observadores como aún
peores que la esclavitud. Aunque las cadenas de presos incluían tanto a blancos
como a negros, una vez más el trato no era el mismo para todos. Las cortes de
justicia sentenciaban injustamente a los negros a varios años por crímenes tan
insignificantes como el robo de comida. Los blancos, en contraste, recibían
sentencias mucho más livianas por delitos semejantes o más graves. Los
convictos incluían hombres, mujeres y adolescentes. Trabajaban bajo un sistema
conocido como “gang and task” (cuadrilla y tarea), el mismo que había regido a
los esclavos en las plantaciones. Las cuadrillas trabajaban con objetivos
asignados por los capataces y, si no se lograban esos objetivos, sus miembros
recibían palizas. A principios del siglo XX, este sistema, que hasta entonces
había estado controlado de forma privada, fue reemplazado por un control estatal.
Louisisana transfirió la penitenciaría de Angola de la gestión privada a la
estatal en 1901, Mississippi hizo lo mismo con la prisión de Parchman en 1904.
Ambas localizaciones serían piezas claves para el Blues más tarde, cuando
folkloristas e investigadores como la familia Lomax recalaron en ellos en busca
de las raíces de la música afroamericana. El trabajo controlado por el Estado
para la construcción de carreteras como forma de castigo continuó hasta bien
entrado el siglo XX.
El gobierno permitió este sistema de trabajos forzados
hasta 1935. La construcción de carreteras y su mantenimiento por convictos a
nivel estatal y local continuó después de 1936. La experiencia de muchos de
aquellos convictos negros conformó el contenido lírico y las formas musicales que
se encuentran en la música Blues. La referencia “11-29” o
eleven twenty-nine se puede encontrar en un buen número de canciones. Alude a
las sentencias de la corte en los estados del Sur por comportamiento criminal.
Una sentencia de 11 meses y 29 días, es decir justo por debajo de un año, era
el tiempo que pasaba el preso bajo la autoridad local antes de pasar a la
autoridad estatal. Si el “11-29” era un destino deseable sigue siendo una
cuestión de opinión. La sentencia a menudo era el máximo para un crimen menor,
aunque las autoridades locales trataban de mantener al convicto bajo su
jurisdicción tanto tiempo como fuera posible. La experiencia de encarcelamiento
durante este período dio forma a muchas de las primeras letras de Blues.
Fuente:
No hay comentarios:
Publicar un comentario