El 8 de marzo se conmemora a las grandes mujeres que lideraron importantes
sucesos históricos en búsqueda de la igualdad de derechos y la equidad de
género. El Día Internacional de la Mujer nació tras una serie de
movimientos mundiales en el que miles de mujeres levantaron la voz.
El Día
Internacional de la Mujer tiene sus raíces en el movimiento obrero de
mediados del siglo XIX, en un momento de gran expansión y turbulencias en el
mundo industrializado, en el que la mujer comenzó a alzar cada vez más su voz. La
vida de la mujer en Occidente por aquel entonces era una continua historia de
limitaciones: ni derecho a voto, ni a manejar sus propias cuentas, ni formación
y con una esperanza de vida mucho menor que la masculina por los partos y los
malos tratos. En ese entonces las mujeres dependían completamente de los
hombres y de su aprobación para poder realizar casi cualquier actividad. En
1791 Olympe
de Gouges escribió la Declaración de los Derechos de la Mujer y la
Ciudadana, como contrapartida a los Derechos del Hombre y el
Ciudadano, creados tras la Revolución Francesa. A partir de este
documento se comenzó a generar literatura de carácter liberal a favor de la
mujer. A mediados del siglo XIX, en medio de un mundo turbulento e
industrializado, cada vez más mujeres comenzaron a alzar la voz contra los
abusos a los que eran sometidas cotidianamente. En 1848, en un pequeño pueblo
cercano a Nueva York, dos de las pioneras del feminismo, Elizabeth Cady Stanton y Lucretia
Mott convocaron a cientos de personas a la primera convención nacional
por los derechos de las mujeres. Una reunión que concluyó con una declaración
que se convertiría en el primer documento oficial en favor del feminismo en los
EEUU. Ambas mantuvieron que “todos los hombres y las mujeres son creados
iguales” y exigieron derechos civiles, sociales, políticos y religiosos para el
colectivo.
Entonces, recibieron burlas, especialmente en cuanto al derecho de
las mujeres a votar, pero pusieron una semilla que en los siguientes años fue
creciendo. El 1 de enero de 1863, Abraham Lincoln decretó el fin de la
esclavitud y la igualdad de derechos y privilegios para todos y aún con el
carácter oficial de este mandato, las condiciones precarias y abusivas seguían
existiendo, lo que dio paso a numerosas manifestaciones. Más tarde, en
Inglaterra aparecieron la suffragettes, mujeres activistas por los derechos
civiles, lideradas por Emmeline Pankhurst. El 8 de marzo de
1857, las mujeres que trabajaban en la industria textil, que eran llamadas “garment
workers” en inglés, en Nueva York, organizaron una huelga. Ellas demandabam la
reducción de la jornada laboral a 10 horas, un salario igualitario al que
percibían los hombres que hacían las mismas actividades y la mejora de las
condiciones de trabajo. Sin embargo, al momento de alzar la voz, los agentes de
la policía las detuvieron. Dos años más tarde, las manifestantes crearon su
primer sindicato para pelear por sus derechos. 51 años después, el 8 de marzo
de 1908, 15.000 mujeres volvieron a tomar las calles de Nueva York para exigir
un aumento de sueldo, menos horas de trabajo, derecho al voto y prohibir el
trabajo infantil. El eslogan que utilizaron fue “Pan y Rosas”. Ya que, el pan
representaba la seguridad económica, y las rosas, una mejor calidad de vida. El
día 28 de febrero de 1909 se celebró en todo el territorio de EEUU el Día
Nacional de la Mujer. La fecha elegida fue el último domingo de
febrero. A principios del siglo XX, en Inglaterra aparecieron las suffragettes
(sufragistas en español); un grupo de mujeres activistas por los derechos civiles
lideradas por Emmeline Pankhurst.
Gracias a las luchas contantes, en 1918 se
instituyó el voto para mujeres mayores de 30 años en Inglaterra y en 1928 la
edad para votar se reguló a la de los hombres. En la Segunda Conferencia Internacional
de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague en agosto de 1910, las
delegadas norteamericanas Lena Morrow Lewis y May
Wood presentaron la moción de celebrar en todo el mundo el Día
Internacional de la Mujer. En este encuentro participaron más de 17
países y acudieron cientos de participantes. Una de las propulsoras fue Clara
Zetkin. En 1911 se celebró por primera vez el Día Internacional de la Mujer
en varios países de Europa y EEUU. El día elegido fue el 19 de marzo. Una
terrible tragedia ocurrió el 25 de marzo de 1911. Ya que, más de 100
trabajadoras textiles, mujeres inmigrantes en su mayoría de Europa del Este e
Italia, perdieron la vida en un incendio en la fábrica de Triangle Shirtwaist
en Nueva York. Un total de 123 trabajadoras y 23 hombres murieron. El número de
heridos fue de 70. La víctima de más grande tenía 43 años y la más joven, 14
años. Esto impulsó a las mujeres a continuar la lucha. En 1917, y como
reacción a los millones de soldados rusos muertos, las mujeres de ese país
vuelven a salir a las calles el último domingo febrero, bajo el lema “pan y paz”.
Se trata de una huelga que continúa varios días y acaba forzando la salida del
zar. “Los trabajadores de la metalúrgica se unieron a su protesta (de las
mujeres) pese a que los Bolcheviques veían la movilización de las mujeres como
precipitada.
El 25 de febrero, dos días después de que comenzara la
insurrección de las mujeres en el Día Internacional de la Mujer, el
zar ordenó disparar si fuera necesario para acabar con la revolución de las
mujeres”, explica la historiadora estadounidense Temma Kaplan, en “Sobre
los orígenes socialistas del Día Internacional de la Mujer”. La medida
del zar fracasó y en su lugar comenzó “la revolución de febrero”, dice Kaplan,
que acabó con la abdicación del zar Nicolás II ese mes de marzo. El éxito de
las mujeres rusas se consagró poco después: el gobierno provisional que se
formó tras la retirada del zar les reconoció el derecho a voto. La fecha en la
que comenzó esa huelga de las mujeres rusas en el calendario juliano, entonces
el de referencia en Rusia, fue el domingo 23 de febrero. Ese mismo día en el
calendario gregoriano fue el 8 de marzo, y esa es la fecha en que se celebra
ahora. En 1945, se forman las Naciones Unidas para fomentar la cooperación
internacional tras la devastación de la II Guerra Mundial y la Carta de este
organismo multilateral se convierte en el primer acuerdo internacional que
consagra la igualdad de género. Fue hasta 1975 que las Naciones Unidas
declararon al 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer.
Según datos recientes de la ONU:
• 2.700 millones de mujeres no pueden acceder a las mismas opciones
laborales que los hombres.
• En 2019, menos del 25% de los parlamentarios eran mujeres.
• Una de cada tres mujeres sigue sufriendo violencia de género.
• De las 500 personas en puestos de jefatura ejecutiva que lideran las
empresas con mayores ingresos en el mundo, menos del 7% son mujeres.
• En los 92 años de historia que tienen los Premios Oscar, sólo cinco
mujeres han sido nominadas en la categoría de Mejor Director; de las cinco,
sólo una ganó el premio (Kathryn Bigelow).
• Y hasta 2086 no se cerrará la brecha salarial si no se contrarresta la
tendencia actual.
Estas son algunas de las palabras o términos en inglés relacionadas a los
retos que las mujeres se enfrentan a diario en nuestra sociedad:
• Manterrupting (man + interrupting): Esta expresión se refiere a los casos en que los
hombres interrumpen a las mujeres mientras hablan y no las dejan terminar lo
que están diciendo.
• Mansplaining (man + explaining): Algunos hombres tienden a devaluar o incluso
desacreditar el conocimiento de una mujer al explicar temas sobre los que ella
sabe más y asumen que, simplemente porque son mujeres, realmente no pueden
entender los problemas.
• Bropriating (bro + appropriating): Esto ocurre cuando un hombre se apropia de una
idea que se le ocurrió a una mujer y actúa como si fuera suya, llevándose el
crédito.
• Body-shaming: Esta
expresión se usa para degradar a una mujer que expresa su sexualidad y su
cuerpo libremente, partiendo de la definición de cuál es el comportamiento
“apropiado” para las mujeres que, en sí, es limitante y sexista. Además,
promueve la idea de que solo ciertos tipos de cuerpo son celebrados y aceptados
en nuestra sociedad.
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