domingo, 20 de noviembre de 2022

Samba de breque (Brasil)

 


El Samba delineó el hacer artístico de los compositores brasileños desde inicios del siglo XX. Los grandes nombres del hacer musical brasileño poseen Sambas entre sus obras, como el caso de Caetano Veloso, Chico Buarque, Tom Jobim, Gilberto Gil, Milton Nascimento, Ary Barroso, etc. Otros grandes compositores del Brasil se dedicaron exclusivamente al Samba con primacía.

Típicamente brasileño y marcado con compositores como Moreira da Silva (ícono del estilo) y Sinhô (probablemente el primero en insertar un pequeño verso o recitado entre pausas del Samba). João Nogueira también arriesgó sus versos en pausas elaboradas. Y uno de los pioneros fue el compositor Luis Barbosa. La marca del texto del Samba de Breque es el humor. Siempre con una temática divertida, irónica y, a veces incluso, maliciosa. El Samba de Breque, iniciado entre las décadas de 1920 y 1930, con auge en la década de 1950, posee un ideario cuyo hombre es el personaje principal. El texto en crónica revela situaciones cotidianas de la época. La característica principal del Samba de Breque es la pausa en el acompañamiento que está marcadamente sincopado para una intervención declamatoria del intérprete. Estas paradas bruscas son llamadas “breques”, adaptación brasileña del inglés “brake”, es decir, los frenos de los automotores. El compositor Sinhô insertó tres rondas más pequeñas que constituyen un verso de quince sílabas en “Cansei”, de 1929. La canción fue interpretada por Mário Reis. En 1933 se grabaron otras dos canciones que tenían “frenos”: “Minha Palhoça”, por J. Cascata; y “O Orvalho vem caindo”, de Noel Rosa y Kid Pepe. Esto llevó a las Sambas sincopadas de Geraldo Pereira, un experto en acoplar frases al corte melódico como en “Escurinho”, donde el espacio abierto parece el relato de un comentario de trombón. La Samba de Breque se dio a conocer con la interpretación de António Moreira da Silva en un episodio que se volvió legendario. Moreira fue a cantar el Samba “Jogo Proibido” en el Cine-Teatro Meier, una noche de abril de 1936 e insertó versos improvisados en los intervalos. La iniciativa fue exitosa y Moreira comenzó a ampliar sus comentarios hasta el punto de que el guitarrista que trabajaba en su grupo, se quejó por estar acostumbrado a acompañar la música y no hablar.
El Samba de Breque tiene una letra sincopada, lo que permite que se interrumpa la línea rítmica-melódica para que las frases habladas se puedan insertar sin romper la unidad de composición. A partir de 1931 Ismael Silva y Nilton Bastos comenzaron a insertar un pequeño breque después de la segunda parte de sus composiciones, lo que permitió una modulación para la reanudación de la melodía. El Samba de Breque comenzó a llamarse así desde finales de 1936 cuando comenzó a diferenciarse del Samba-Choro. El Samba de Breque tuvo una vida de unos veinte años, período en el que Moreira da Silva y Jorge Veiga lo cantaron mucho en programas de radio brasileños. En los 50, el Samba comenzó a sufrir la influencia de los Boleros y cayó en el gusto del público. Como resultado, el Samba-Choro y Samba de Breque comenzaron a cantarse poco y fueron marginados de las radios. Sin embargo, en 1954, dos compositores redescubrieron los dos géneros y los relanzaron: Billy Blanco y Miguel Gustavo. Sin embargo, la Nueva Ola de Samba de Breque fue efímera y dio paso a las canciones de protesta de los años 60. El tono machista no falta el Samba de Breque, ya que posee un ideario cuyo hombre es el personaje principal. El texto en crónica revela situaciones cotidianas de la época. Apartando la cuestión moral de la música, el Samba de Breque es un estilo precioso de música brasileña muy poco conocido internacionalmente. Actualmente, hay jóvenes de Brasil que se dedican al Samba de Breque, como es el caso de la brillante cantante Paula Sanches.

 

 









 























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