La voz de Falsete (o "falsetto") es un tipo de registro vocal que consigue tonos más agudos que el registro natural (o modal), permitiendo al cantante acceder a notas más altas (más agudas), aportando por lo general hasta una octava suplementaria por arriba a la tesitura natural del cantante. Desde el punto de vista fisiológico, la voz de falsete emplea solamente la vibración de la parte mucosa de las cuerdas vocales, sin implicar al cuerpo de las cuerdas vocales.
En realidad, el proceso de la emisión en Falsete no está del todo claro sino
que más bien parece que puede variar entre unos cantantes y otros. En general
se distinguen dos registros en la voz humana, un registro grave, o de pecho y
un registro agudo, o de cabeza, que es más aguda que la voz natural y en
ocasiones inestética. La voz de cabeza (italiano voce di testa) es uno de los
dos registros básicos de la voz humana. La palabra de cabeza describe la
percepción de la resonancia de ese sonido. Las vibraciones son sentidas por el
cantante "en la cabeza". Frecuentemente también se encuentra el
término cúpula o fondo para describir la misma sensación. Sin embargo, la
función de la voz de cabeza se produce a través de una función especializada de
los labios vocales. En la voz de cabeza, solo la capa mucosa de la laringe
vibra, mientras que el músculo vocal y el ligamiento (las "cuerdas
vocales") quedan inmóviles. Esa función es la base para un buen piano y un
agudo controlado. En la técnica del bel canto, la voz de cabeza y la voz de
pecho se mezclan y así camuflan el passaggio de la voz, a esto se le conoce
como "voz mixta" y es esencial dominar esta técnica para los
cantantes profesionales, ya que esto es casi la garantía de que el instrumento
(la voz) se verá en menor riesgo de afectarse por algún tipo de esfuerzo extra
por recorrer a base de presión excesiva de aire todo el registro que cada
tesitura exige, se debe tomar en cuenta que el dominio y madurez de esta fusión
de colocaciones se consigue poco a poco, con ejercicios precisos para ello, es
conveniente ser conscientes que el primer paso para llegar a esto es el Falsete,
que a diferencia de lo que muchos cantantes creen, el Falsete es la voz natural
que obtiene esa relajación y descenso de la laringe al pasar a otro registro,
esto es una defensa del cuerpo para no lesionar las cuerdas vocales. Para
empezar, aunque muchos expertos sostienen que el falsete pueden realizarlo
tanto hombres como mujeres, hay escuelas que niegan esta posibilidad en la voz
femenina y prefieren emplear en ellas únicamente el término (algo ambiguo
quizás) de voz de cabeza. Otros expertos en cambio reconocerían en las mujeres
un registro de pecho, otro de cabeza y finalmente un Falsete, pero lo cierto
es que los estudios científicos no muestran una evidencia clara de diferencias
entre los dos últimos tipos. Lo que parece claro es que la voz en Falsete
por lo general logra un volumen de sonido menor que la voz natural, además de
que su timbre es diferente y, especialmente cuando no está bien trabajado, su
sonoridad puede resultar algo opaca o nasal. El canto de Falsete ha contado con
grandes escuelas a lo largo de la historia que han perfeccionado este método de
emisión de voz. A lo largo de
la historia de la música vocal, el Falsete
ha tenido ciclos sucesivos de auge y decadencia, tanto en el campo de la música
clásica, como en el de la música ligera moderna.
En la Europa medieval y
renacentista, las mujeres tenían prohibido cantar en las iglesias. Por esa
razón se utilizaban falsetistas varones que imitaban la voz de las mujeres.
Algunos compositores como Giovanni Pierluigi da Palestrina,
escribieron obras destinadas a ser interpretadas especialmente por falsetistas,
muchos de ellos habían perfeccionado de tal forma la técnica, que poseían un timbre
de gran claridad y magnífica sonoridad, de tal forma que los visitantes de Roma
quedaban sorprendidos cuando escuchaban la música que se interpretaba en sus
iglesias, pues creían que era interpretada por mujeres a pesar de que estaba
prohibido. A mediados del siglo XVI, el papa Paulo IV (1476-1559) prohíbe la
presencia de cantantes casados en la Capilla Pontificia, a partir de entonces
los falsetistas comenzaron a ser sustituidos por cantantes castrados
(castrati). Los castrati no eran en realidad falsetistas, pues poseían una voz
infantil, no falsa, por lo que se les debe considerar sopranistas. No podemos
decir que la voz de Falsete sea mejor ni peor, sino que en un determinado momento
puede estar más de moda o más demodé. El término contratenor se suele emplear
para los cantantes especializados en cantar en Falsete con una técnica
vocal específica dirigida a potenciar la sonoridad de su timbre y el volumen
del sonido emitido. En la música popular del siglo XX, la introducción del
micrófono hizo que el Falsete no quede en tanta desventaja
a cuenta de su menor potencia de sonido, y apareció un renovado interés por el Falsete,
por ejemplo, el canto Yodel, así como en diversos géneros
musicales, como el Rock y el Pop. Prince, Freddie
Mercury, de Queen, Chris Martin, de Coldplay
y Bono,
de U2
son algunos de los cantantes que, en las últimas décadas, se lucieron con su Falsete.
Existe también el término "hacer un Falsete" el cual es
comúnmente utilizado en la música folclórica mexicana; como Mariachi,
Huapangos,
Sones
Huastecos, etc., este tipo de técnica consiste en pasar abruptamente de
voz de pecho a voz de cabeza. Algo que distingue el Falsete mexicano de otros
tipos de Falsete, es que la melodía no se mantiene en voz de cabeza, sino
que es tan solo un salto de al menos una segunda mayor hasta una octava
completa, lo más parecido a un Falsete mexicano, es la técnica de Yodel.
En el Falsete mexicano se considera que se hizo un "buen
falsete" cuando la voz se rompe y se logra apreciar lo que en México
coloquialmente se le conoce como "un gallo" pero lo difícil de esta
técnica es que a pesar de intencionalmente "romper la voz" hay que
lograr hacer un intervalo controlado, afinado, y con un buen balance entre el
aire que se permite escapar y la nota a la que se va a aterrizar, ya que el Falsete
mexicano debe sonar roto y aireado para posteriormente caer a la nota de
descanso. El Falsete es habitual en la música tradicional africana, sobre
todo en el estilo llamado Mbube de Sudáfrica, interpretado a
capela por un coro de cantantes varones.
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