martes, 1 de noviembre de 2022

Cyberpunk

 

 

La palabra Cyberpunk fue creada por Gardner Dozois, editor de la revista Isaac Asimov's Science Fiction Magazine, que incluye dos términos indivisibles de este género de la ciencia ficción: Cyber, en referencia a la tecnología cibernética, y Punk, como emblema de una sociedad opresiva, sin ley, dominada en este caso, por la tecnología.

Tratar de definir qué es el Cyberpunk es un poco difícil, es algo así como “low life, high tech”. La palabra Cyberpunk apunta en dos sentidos. Por una parte, hace referencia a la cibernética, la ciencia y la tecnología; y por otro lado, está el Punk, que tiene como filosofía la rebelión contra el sistema, contra lo establecido. Donde el sistema busca que todo esté ordenado, el Cyberpunk crea el caos a través de la tecnología. Así se lleva al máximo nivel la frase “la calle encontrará su propio uso para las cosas”. Los protagonistas en el Cyberpunk tienen a ser forasteros, antihéroes, marginados, inadaptados, criminales, visionarios o disidentes. Hay que remontarse a enero de 1960 cuando surgió la idea de los organismos cibernéticos, los cyborgs, y la posibilidad de que un humano pudiese combinarse con partes mecánicas y conformar un producto de ambos. La aparición del concepto “cyborg” en la ciencia ficción, representó un precursor directo del Cyberpunk. Unos meses después de 1960, se hizo referencia a que el periodista norteamericano y escritor de ciencia ficción Alfred Bester y muchos otros autores, crearon la ola del pensamiento Cyberpunk. Su novela “Las estrellas, mi destino”, es considerada la pionera de este movimiento, pues fue publicada en 1957 y recoge las bases de este estilo literario. En 1982, la publicación de la colección de cuentos “Burning chrome”, de William Gibson, abanderó a este escritor como uno de los más destacados del género Cyberpunk. Bruce Bethke añadió una página más a esta evolución, con su cuento “Cyberpunk”, de 1983, que provocó el empleo generalizado de este término.
En literatura se pueden destacar claramente tres etapas del Cyberpunk que son: • Cyberpunk clásico (durante los años 80), con autores tan representativos como William Gibson, Bruce Sterling, John Shirley, Pat Cadigan y Rudy Rucker; • la Nueva Ola Cyberpunk (durante los años 90), donde el género dio el salto al cine, la televisión y el manga japonés, entre otras cosas; y por último, • el Post Cyberpunk, encuadrado en el siglo XXI y que nació del género madre. No se pueden olvidar dos momentos históricos importantes en la historia del Cyberpunk: la portada de la revista Time en febrero de 1993, que en ese número trató de dibujar y dar difusión a la historia y pensamiento Cyberpunk a través de sus páginas, y el estreno de “Matrix” en marzo de 1999, que es considerada una de las películas del género más populares de la historia, pues retrata temas típicos de un futuro distópico dentro de la línea del movimiento. En el ámbito musical, el término Cyberpunk puede referirse a dos categorías algo superpuestas. Primero, puede denotar la amplia gama de trabajos musicales que las películas Cyberpunk utilizan como banda sonora. Estos trabajos varían en género, desde la música clásica y el Jazz, hasta el Noise y la música electrónica. Típicamente, las películas hacen uso de la Electrónica, Electronic Body Music, Música Industrial, Noise, Future Pop, Rock Alternativo, Rock Gótico, Synthpop, Retrowave, Synthwave, Vaporwave e Intelligent Dance Music, derivados y fusiones para crear la “sensación” apropiada. Lo mismo sucede con los videojuegos. Mientras que los trabajos escritos están asociados a bandas sonoras con tanta frecuencia como las películas, la alusión a trabajos musicales es usada para el mismo efecto. Por ejemplo, la novela gráfica “Kling Klang Klatch”, de 1992, una fantasía oscura sobre un mundo de juguetes vivos, donde un oso de peluche amargado tiene una adicción al azúcar y una predilección por el Jazz.
La música Cyberpunk también describe los trabajos asociados con la tendencia de la moda que emergió del desarrollo de la ciencia ficción. El libro “Future shock”, de Alvin Toffler, influyó tanto en los creadores del Techno de Detroit a principios de los 80, como Juan Atkins y su grupo Cybotron, así como a los pioneros europeos del sintetizador Kraftwerk, produciendo canciones de clara inspiración distópica. La banda canadiense de Thrash/Punk/Progressive Metal Voivod fue una de las primeas en autodenominarse como Cyberpunk. En los años 90, la cultura popular comenzó a incluir un movimiento en la música y en la moda que llamaron también “Cyberpunk” y que llegó a ser particularmente asociada con subculturas Rave y Techno. Punks y Okupas se armaron con equipos digitales y fusionaron la tecnología con sonidos callejeros. Ningún compositor se amolda a unas reglas concretas para escribir o componer música Cyberpunk. No hay un estilo preestablecido ni pautas a seguir. Cada músico aporta una novedad distinta. También hay que tener en cuenta factores como la época en la que se compone la música, las canciones que se utilizaban en la banda sonora junto al carácter comercial y la influencia que puede tener sobre otras producciones del género. Ciertos estilos musicales como el Drum & Bass, fueron directamente influenciados por el Cyberpunk, incluso generando un estilo nuevo llamado Neurofunk. Un claro ejemplo del Cyberpunk en la música es la banda Sigue Sigue Sputnik, así como el video del tema de Duran DuranUnion of the snake”. En la actualidad, puede decirse que el género que representa el espíritu del Cyberpunk es el Futurepop, de la mano de bandas como Mind.In.A.Box, VNV Nation, Rotersand, Covenant, Colony 5 y bandas de Synthpop como Neuroactive, Neuroticfish y Seabound. Estos grupos destacan por el intenso uso del Vocoder (sintetizador de voz) en sus canciones, ritmos bailables entre 120-140 bpm, letras futuristas, y melodías pegadizas que provoca un efecto adecuado a la atmósfera Cyberpunk.



















































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