El valor de las danzas en las culturas asiáticas es de una magnitud incomparable, puesto que no sólo forman parte del imaginario colectivo, trayendo reminiscencias del pasado de la nación y de su historia, sino que contribuyen a generar un efecto cohesionador en los miembros del grupo, aglutinándolos en un todo cultural común.
En Bali, un baile tradicional es algo
más que una forma de arte. Es una expresión de gratitud, una forma de dar
gracias a los dioses por sus bendiciones y bondad. En este caso, la danza Kecak,
o Kechak,
llevada a cabo en Bali (Indonesia), es una de las danzas más populares de ese
país. La danza Kecak se hizo famosa en todo el mundo, por lo que miles de
personas de varios países visitan Bali para disfrutar de su belleza y cultura.
Los extranjeros quedan realmente asombrados con este baile, que les brinda una
experiencia muy espiritual al verlo. El baile no se parece a los demás de Bali,
ya que se realiza por un gran número de participantes y porque cuentan una historia
a través del baile. El Kecak tiene sus raíces en una danza
de exorcización llamada Sanghyang. El Kecak comenzó a
practicarse desde los años 30, principalmente por grupos de hombres, aunque
últimamente también hay grupos femeninos. El Kecak consiste en un
grupo de aproximadamente cien personas que se disponen en forma de círculo o
semicírculo, sentados en torno a un líder. Están uniformados con sarongs
(especie de pareo o falda) a cuadros blancos y negros, con el torso desnudo, a
veces usan flores rojas en la cabeza. Los bailarines entran en escena cantando
“cak” repetidas veces, en un ritmo organizado y en armonía, levantando las
manos al cielo mientras pisan fuerte el suelo. Estos sonidos polirrítmicos se
ejecutan durante casi toda la actuación. Esta sorprendente orquesta de voz
humana está dirigida por un solista, quien se encarga de indicar las notas
altas y bajas, y también actúa como narrador. El efecto, después de un rato, es
proporcionar un muro de sonido dramático contra el cual se representa la acción
de la obra. Se representa sin ningún acompañamiento de música instrumental,
sólo con el coro de los bailarines, cuyas sacudidas, palmoteos y canciones
forman el fondo para contar la historia de Ramayana, la versión hindú de Romeo
y Julieta, aunque con un final feliz.
Los bailarines forman círculos
concéntricos, en medio de los cuales se encuentra una lámpara de aceite de coco
tradicional balinesa. Primero mueven sus cuerpos rítmicamente hacia la
izquierda y hacia la derecha, cantando “chak, ke-chak, ke-chak” continuamente a
un ritmo lento, imitando el sonido del gamelán con sus voces. Poco a poco, el
ritmo se acelera y, por turnos, levantan las manos temblorosas al aire. La
duración de la actuación es de alrededor de una hora. Durante la ceremonia, el
líder guía los cambios en los movimientos y en el canto. Los aficionados a la danza en Bali argumentan que los sonidos
inquietantes del Kecak representan a un ejército de primates al servicio de la
guerrera Vanara (parecida a un mono); duplica los sonidos de percusión de los
tambores y gongs de una orquesta de Gamelán; imita el sonido del lagarto
doméstico gecko, o en su nivel básico, se inspira en el canto “cak” de los
granjeros que se escucha por la noche desde las carreteras. Los primeros
informes del Kecak son anteriores a la ocupación neerlandesa de Bali,
cuando, según el folklore local, el pueblo de Bona fue asediado por una
epidemia mortal que se cobró un gran número de vidas. Se ofrecieron oraciones
por la salvación en un templo local, cuando un médium sanghyan, profundamente
en trance, entregó un mensaje de las deidades residentes, exigiendo una nueva
forma de música y danza sin la ayuda de los instrumentos de bronce de una
orquesta tradicional balinesa.
Crónicas más contemporáneas afirman que la danza
fue rejuvenecida y reelaborada en el pueblo de Bedulu en los años 30, por el
bailarín nativo Wayan Limbak, quien ayudó al pintor alemán Walter Spies a crear
los movimientos de la danza a partir de los relatos del Ramayana y del
Sanghyang. El resultado fue un baile de carácter tradicional, pero también apto
para todos los turistas que visitaban la isla en aquella época. Luego llevaron
la innovación a una gira mundial, por lo que el baile se hizo popular desde
entonces. En principios, la danza Kecak sólo se organizaba cuando
había ceremonias religiosas seguidas de un ritual de trance para invocar
instrucciones de los espíritus ancestrales. Luego, debido a la gran demanda de
los turistas para poder ver el baile, finalmente comenzó a realizarse con fines
de entretenimiento. La danza Kecak cuenta la historia del poema
épico Ramayana. Trata sobre Rama, el rey de Ayodhya, el cual, por culpa del
conflicto interno del reino, fue enviado al exilio. Sita, su fiel esposa, y su
hermano Lakshmana, insistieron en seguirlo al bosque. Entonces, la trama de la
historia empieza a complicarse con Rama y su séquito, teniendo interesantes
encuentros en el bosque, el Secuestro de Sita y la batalla entre el rey de los
monos blancos y el rey de los gigantes. Los bailarines que representan los
personajes centrales del Ramayana se consideran una parte esencial del baile.
Rama, Sita, Lakshmana y el ciervo dorado, cuyos movimientos suaves, a veces son
interpretados por bailarinas entrenadas en tales estilos de movimientos. Por su
parte, los hombres interpretan a personajes musculosos como Ravan, Hanuman, Sugriwa,
etc. Las representaciones del Kecak tienen lugar todos los días a
las 18:00 horas en templos hindúes balineses, como el Templo de Uluwato o Tanah
Lot. También hay escenarios de baile utilizados exclusivamente para actuaciones
de Kecak
en varias ciudades de Bali. Celebrada al aire libre al atardecer, generalmente
sobre un acantilado frente al mar, el drama depende completamente de la luz
natural del día. Comenzando al anochecer, la historia continúa en la oscuridad,
cuando solo la luz proviene de las parpadeantes antorchas de bambú.
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