jueves, 4 de agosto de 2022

Dembow (República Dominicana)

 


El Dembow es un estilo musical popularizado en la República Dominicana, desarrollado a mediados de los años 90 pero ha tenido su auge en la década del 2010. En los 90, cuando en Puerto Rico estaba en su apogeo el boom del Reggaeton con The Noise I y Playero 37, que eran beats de Reggae sobre instrumentales de Rap.

Mientras los boricuas ya explotaban dicho género, en la República Dominicana apenas se empezaba a trabajar en este tipo de música, con exponentes como Manuelito, MC Pay, MC Vi y MC Curdy, quienes en 1995 grabaron la canción “El poco tiempo”, bajo el nombre de Grupo Unico. Las estrellas nacientes del Dembow son jóvenes procedentes de barrios marginales, que por lo general no realizan sus producciones con fines de expresión artística, sino como un medio rápido para salir de la pobreza. El Dembow es un negocio rentable, que cuenta con varios mecenas dispuestos a invertir en las grabaciones. El Dembow tiene una serie de características típicas. La primera, es su ritmo, tomados de la misma base del Reggaetón y el Dancehall, aunque generalmente marcado por un elemento rítmico constante y mucho más rápido que el Reggaetón, y una estructura más simple. El ritmo y la melodía tienden a ser sencillos y repetitivos. El perreo es una danza que forma parte del Dembow, surgida en los años 90 en República Dominicana, más tarde asociada al Reggaetón y el Dancehall. Puede ser rápido y agresivo o bien lento. En cualquier caso, la actitud de los participantes es   de bailar como si estuvieran tratando de seducir a la pareja en medio de la pista de baile, con movimientos lascivos y sensuales. También se suele hacer un baile muy rápido con los pies y bastante complicado. Este pariente del Reggaetón tiene de cabeza a la sociedad de Santo Domingo. Fue parido en los barrios bajos del país caribeño. Sus letras y sus bailes explícitos causan cada vez más furor entre los jóvenes locales. Si bien el Dembow tomó identidad como género y baile en Santo Domingo en la década pasada, su creación está estrechamente relacionada con los orígenes mismos del Reggaetón.
Al igual que sucedió con el Reggaetón boricua, el Baile Funk brasileño y el resto de las manifestaciones del Tropical Bass, la respuesta latinoamericana del Bass Music, la corriente sonora de esta parte del Caribe es cuestionada por sus canciones, que describe con vehemencia el entorno en que se desarrolla, y especialmente por su discurso sexualmente explícito. No obstante, en este complejo ida y vuelta de sonidos y culturas de la cuenca caribeña, la cadencia fue creada inicialmente en Panamá, en los años 80, durante el auge del movimiento Reggae en español que encabezaron Nando Boom y El General, quienes asimilaron a la imagen y semejanza de la idiosincrasia de la nación ístmica al folklore jamaiquino, lo cautivó al incipiente movimiento de Rap de la isla más chica de las Antillas Mayores, ansioso por hacerse de un sonido propio. Aunque el Dembow se sostiene en los rasgos seminales de la consonancia que le debe su nombre al artista jamaiquino de Dancehall Shabba Ranks, los productores quisqueyanos subieron las perillas de sus equipos y los llevaron hasta niveles de contoneo epiléptico, lo que ha sido muy bien representado por el doggy style, el perreo local, en el que los chicos, con atavíos afines a los de los hípsters, apelan al viejo break de los barrios del Bronx, para desarrollar batallas de piruetas de proporciones pirotécnicas, tan agresivas y sexuales como las propias canciones. A pesar de que la canción “El poco tiempo”, del Grupo Unido, lanzada en 1995, es considerada la detonadora del Dembow, DJ Bollo, llamado el “padre” de la expresión musical, afirma que su tema “Mujeres andadoras”, fue el verdadero precursor ya que fue lanzado un año antes. Sin embargo, la realidad es que en 2009, el éxito “Pepe”, de Los Pepes, fue el que sacó a la escena del anonimato, al punto que rankeó en la lista Billboard. A este hit lo secundaron “Victoria”, de Nipo y Griselito; “El Dembow del mono”, de Monkey Black; “Hoy se va a beber”, de Vakero; y “Tú no bailas Dembow”, de Papi Jordan, abriendo así un universo que hoy ostenta su propia Vía Láctea.

  




































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