Todas aquellas tareas, ya sea la construcción de líneas ferroviarias, cortando madera o levantando diques, ya fueran ejecutadas por esclavos, hombres libres o convictos, eran realizadas al ritmo de las Canciones de Trabajo o Worksongs.
En ellas se encuentra el sonido más similar entre todos los estilos que
precedieron al Blues. Eran entonadas por los hombres negros que realizaban las
tareas más duras y lo hacían al ritmo de “llamada y respuesta”. Debido a la
continua y metódica naturaleza de la labor física realizada por los
trabajadores, ya fuera cortando leña, machacando grano o remando en barcos,
estas canciones de llamada-respuesta cayeron inevitablemente en cadencias
rítmicas regulares. Las Work-Songs provenían de la tradición
africana de cantar durante las monótonas labores del campo. La diferencia,
psicológicamente abrumadora, era que en África el trabajador lo hacía
habitualmente mientras laboraba en su propio beneficio mientras que en EEUU
esas labores tenían lugar bajo el yugo implacable de los blancos; de ahí que la
letra de las Work-Songs expresasen normalmente el dolor que suponía romperse
diariamente el espinazo como herramienta en propiedad de un tercero. Los
propietarios de las plantaciones y los capataces de las compañías se mostraban
tolerantes con ellas ya que les proporcionaban una seguridad auditiva de que el
trabajo era continuo y productivo. El uso de las canciones de trabajo en grupo
en el sistema penitenciario mantuvo la tradición más allá de su aplicación en
los tiempos de la esclavitud. Después de la Guerra Civil, las Canciones
de Trabajo eran cantadas por las cadenas de presos en las líneas
ferroviarias y las tropas de trabajo de reconstrucción. Las cuadrillas solían
designar un portavoz que dirigía al grupo en la canción. Este portavoz (o
”caller”) marcaba el paso de la Canción de Trabajo para completar la
tarea asignada y los miembros de la cuadrilla respondían a coro. A menudo, los
portavoces transmitían las instrucciones con los detalles específicos que
requería el trabajo y la respuesta de la cuadrilla informaba al portavoz sobre
el avance del trabajo. Las Canciones de Trabajo también
distraían la atención de los convictos de su intolerable situación y hacían que
el día pasara más rápido. Los Gandy Dancers eran trabajadores
afroamericanos de las líneas ferroviarias a principios del siglo XX, cuyos
movimientos rítmicos mientras tendían y reparaban las vías recordaban a una
danza. Trabajaban en pequeños grupos y cantaban al tiempo que se movían
físicamente.
Las Canciones
de Trabajo las cantaban los afroamericanos para hablar de sus
condiciones vitales, o en palabras de John Little “para mantener los problemas
alejados y evitar que nuestros corazones estuvieran totalmente rotos”. En la Canción
de Trabajo se produce una simbiosis de ritmo y trabajo que contiene la
estratagema de los afroamericanos para sobrevivir. Mediante una cadencia casi
hipnótica los negros le hacían frente al trabajo extenuante y atrapados en un
ritmo frenético, el cansancio y el esfuerzo dolían menos. Cantaban como un coro
palabras que a muchos les hubiera parecido una jerga ininteligible, pero que
sin embargo, para ellos estaban cargadas de significado. También reproducían
expresiones guturales (gemidos, gruñidos, gritos). Una variedad de canciones en
distintos tempos marcaba el paso de los trabajadores durante las tareas de
arrastrar, levantar y alinear raíles, poner clavos en las vías y apisonar el
lastre en los lechos de grava. Debido al enorme peso de los raíles, era
esencial un esfuerzo unificado por parte de la tropa para la precisión, el
éxito y la seguridad del trabajo. Las canciones mezclaban ritmos, piezas de
baladas folk y espirituales, al tiempo que introducían líneas improvisadas. Con
frecuencia, en los momentos finales de un duro día de trabajo, las letras
dejaban de recitar instrucciones y se orientaban hacia las mujeres y el sexo.
Tanto la forma rítmica como el contenido lírico de la Canción de Trabajo
tuvieron una importancia esencial en la música de Blues. Tal vez el mejor
exponente es Huddie “Leadbelly” Ledbetter, que trabajó como convicto en
Sugar Land, Texas y, más tarde, en Angola, Louisiana. La habilidad para el
canto de Leadbelly le valió la libertad por dos sentencias criminales.
Su experiencia en prisión dio forma a su "Angola Blues"
grabada en 1933 por John y Alan Lomax. Por su parte, Bukka
White estuvo un tiempo trabajando en Parchman y grabó "Parchman
Farm Blues" en 1940, tras conseguir su libertad. Existía también
una “variedad” de Canciones de Trabajo que se diferenciaba de esta por ser
interpretada fundamentalmente en solitario (si bien podía ser contestada por
otros trabajadores); se trata del Field Holler.
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