La Ópera Bufa, también denominada Commedia per Musica o Dramma
Giocoso per Musica, es una Ópera con tema jocoso que se
desarrolló en Nápoles en la primera mitad del siglo XVIII. En oposición a la Ópera
Seria, con sus argumentos basados principalmente en asuntos de la
antigüedad clásica e históricos con sus trágicos finales, floreció la Ópera
Bufa, que presentaba un nuevo contenido, de carácter burlón y satírico.
Su música era chispeante y tenía poco que ver con la grandeza de la Ópera
Seria, aunque lo sentimental estaba presente. Los personajes eran
extraídos de la vida cotidiana y se mezclaban los de origen humilde con la
nobleza. La Ópera Bufa nació por iniciativa de los empresarios napolitanos
que vieron que al pueblo llano le gustaba la Ópera, pero no le
interesaba ni la mitología ni la antigua historia griega o romana, y el pueblo
llano era un amplio sector de público que también merecía tener Óperas
que fueran de su interés. Varios compositores intentaron, a mediados del siglo
XVIII, cambiar las prácticas operísticas. Introdujeron formas distintas del da
capo en las arias y fomentaron la música coral e instrumental. El compositor
más importante de esta época fue el alemán Christoph Willibald Gluck. Uno de
los factores que contribuyeron a la reforma de las prácticas operísticas
durante el siglo XVIII fue el crecimiento de la Ópera cómica, que recibía
varios nombres: en Inglaterra se llamaba Ballad Opera; en Francia, Opéra
Comique; en Alemania, Singspiel y en Italia Opera
Buffa. Todas estas variaciones tenían un estilo más ligero que la Opera
Seria italiana. Algunos diálogos se recitaban en lugar de cantarse y
los argumentos solían tratar de gentes y lugares comunes, en lugar de
personajes mitológicos. Estas características pueden verse claramente en la
obra del primer maestro italiano de la Ópera Cómica, Giovanni Battista Pergolesi,
quien, aunque también escribió Óperas de carácter serio, pasó a la
historia de la Ópera por ser el autor de un intermezzo cómico: "La
serva padrona" (1733), que se representaba en dos partes en los
descansos de su Ópera Seria ”Il prigioniero superbo”.
"La
serva padrona" constituyó un éxito sin precedentes ya que poseía
una instrumentación simple y un argumento cómico que sólo utilizaba tres
personajes. Su color radiante, melodismo y ligereza con gran influencia de la
canción popular napolitana, atrajeron el interés de sus espectadores,
convirtiéndose un éxito en otros escenarios europeos. En los inicios, el idioma
empleado en la Ópera Bufa era el napolitano, que era el que hablaban los
espectadores y entendían perfectamente. En los intermezzi, los cantantes no
eran castratis, ni sopranos o tenores de primer nivel, ya que aparecían bajos y
barítonos que apenas tenían cabida en las Óperas Serias, sopranos y tenores de
menos nivel también actuaban en esas piezas. Dado que las Óperas cómicas ponían más énfasis en la naturalidad que en el
talento escénico. Ofrecieron la oportunidad a los compositores de Óperas
Serias de dar más realismo a sus composiciones. Un acercamiento a la
realidad era que cada personaje tenía la voz que correspondía a su personaje y
a su sexo. Las normas también eran mucho más relajadas, y se interpretaban dúos
y tríos, algo que no se veía, o muy raramente, en otros tipos de Óperas.
En cuanto a la temática que se trataban en estos intermezzi, lógicamente debían
ser del interés del público. Así se encuentran temas críticos con las modas o
costumbres locales del momento, se ridiculizaban diversos tipos de personajes
públicos, etc. Poco a poco, el público se mostró más proclive a presenciar una Ópera
completa de carácter cómico, y así fue como nacieron las Óperas Bufas. Los
comienzos de la Ópera Bufa pueden rastrearse hasta las obras de Domenico
y Virgilio
Mazzochi, y de Marco Marazzoli.
Ya los venecianos
acostumbraban a intercalar intermezzi cómicos entre los actos de Óperas,
pero fue en Nápoles donde el género alcanzó mayor desarrollo. Como
reminiscencia de lo que fueran los intermezzi que se representaban en dos
actos, las Óperas Bufas también tenían sólo dos actos, las arias eran más
cortas y los temas argumentales eran mucho más ligeros. La Ópera Bufa no logró
alcanzar su verdadera expresión, sino hasta la llegada de Giovanni B. Pergolesi,
excepcional compositor que, a pesar de su corta vida, dejó una copiosa
producción de Óperas, Cantatas y música instrumental. El
músico que transformó la Ópera Bufa italiana en un arte serio fue Wolfgang
Amadeus Mozart, quien escribió su primera Ópera, ”La finta semplice”, a los
doce años. Sus tres obras maestras en lengua italiana, "Las
bodas de Fígaro" (1786), ”Don Giovanni” (1787) y “Così
fan tutte” (1790), muestraron la genialidad de su caracterización
musical. Una de las funciones que desempeñaba la Ópera en ese momento era
aplicar algunas técnicas y estéticas propias de la música seria, como el
oratorio y la cantata, en contextos más accesibles para los músicos y el
público. La razón para el gran éxito de la Ópera en general, ha sido este tipo
de acercamiento a temas más populares y entendibles, junto con el acercamiento
contemporáneo al teatro, de comprensión relativamente universal. Los ejemplos
de ópera bufa son muy variados: desde “Il barbiere di Siviglia”, de Rossini;
hasta ”Le nozze di Figaro”, de Mozart. Algunos compositores relevantes
en la Ópera Bufa en Nápoles fueron Adolf Hasse, Leonardo
Vinci, Leonardo Leo, Gaetano Latilla, Francesco
Corradini, Antonio Caldara y Niccolò Porpora. La Ópera
Bufa cayó en desuso hacia finales del siglo XIX, siendo para muchos la
última composición de este género es ”Falstaff”, compuesta por Giuseppe
Verdi en 1893.
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