Las danzas burlescas tienen su máxima expresión en la Sorgin Dantza, o Danza de Brujas/os. Mezcla de jocosidad y movimientos un tanto obscenos, se ha logrado mantener o recuperar en lugares determinados del País Vasco.
Este popular y curioso baile de los carnavales, revela en sus signos
indicios de ironía. La Sorgin Dantza de Lazarte-Oria, ha
provocado estos años en las almas de la nostalgia de los ciudadanos la
nostalgia hacia sus antepasados. Hace tiempo, había en Oria un taller de
tejidos fundado por la familia Brunet. Este taller de tejidos resultó ser el
entorno fundamental, al cual llegaron trabajadores de Vergara y resucitaron la Sorgin
Dantza en el barrio industrial; donde ha quedado plasmada en su
devenir. En el barrio de Oria acogieron el nuevo patrimonio cultural con
atención y celeridad, y fue precisamente la industria la que hizo revivir al
viejo folklore que en otros pueblos se había perdido. Los trabajadores de Oria
recibieron el nuevo patrimonio de los vergarareses en propias manos, tomaron la
tradición de Vergara y la conservaron hasta la actualidad. Aunque se la conozca
como Sorgin
Dantza de Oria-Lasarte, sus orígenes habría que buscarlos en Vergara,
desde donde fue importada por los obreros. También fue introducida por
trabajadores vergareses en la villa de Zarautz, sin embargo, allí ya no se
conserva. Fueron los obreros Lorenzo de Zabaleta, Martín José de Labaka, José
Luis de Berregi y Francisco de Arocena, quienes junto con familias de Lasarte,
perpetuaron esta danza. El primer lasartearra en colaborar, fue el entusiasta
dantzari Alberto de Orotegui, cuya familia se cuidó de guardar con celo la
indumentaria de la danza. Luego se alió el txistulari Joaquín de Irigoras y
finalmente, Manuel de Guyarán, capitán de la ronda.
Antiguamente, el día de
celebración era el Domingo de Carnaval, pero en la actualidad se ejecuta el 28
de junio (víspera de San Pedro), a partir de las 18:30 en la plaza de Oria. En
Antzuola, la Sorgin Dantza estuvo presente durante el primer cuarto del
siglo XX hasta su prohibición a partir de la Guerra Civil, hasta que en 1990,
un grupo rescató esta danza. La Sorgin Dantza se compone de un capitán o sargento que porta una
bandera, y un grupo compuesto por dos filas, en número indeterminado, aunque
normalmente entre 8 y 12. Una de las filas viste de blanco a la usanza del
país, y llevan sobre la cabeza un alto sombrero cónico de color azul y rematado
con una borla de lana. Los miembros de la otra fila van vestidos con ropas
femeninas, al estilo de las aldeanas guipuzcoanas de principios del siglo XX.
Después de una introducción, la marcha, que es bailada por todo el grupo y el
capitán, sigue una parodia del comportamiento hombre-mujer: abrazos, caricias,
movimientos ostentosos de faldas, provocaciones, todas ellas de la parte
masculina sobre la femenina. Se procura que sea muy divertido y provocar el
chiste y la risa entre el público, continúa el baile con una danza de conjuro,
donde los dedos índices de los dantzaris parecen querer lanzar todo tipo de
males. La coreografía de la danza tiene tres partes diferenciadas: la primera
donde los dantzaris realizan la clásica boastitzea guipuzcoana; la segunda
donde se parodia la relación entre hombres y mujeres, y una tercera más moderna
donde se baila Fandango y Arin-Arin. En 1992, se amplió la
comparsa con la incorporación de los personajes que antaño fueron prohibidos:
el hartza (oso) con domadores y el tximinoa (mono). Los investigadores no
encuentran una explicación clara a esta presencia y únicamente apuntan a que la
figura del mono, en otros tiempos, representaba al diablo. A finales del siglo
XIX, como apunta el investigador Gervasio Legorburu, el grupo salía por las
mañanas por los caseríos pidiendo dinero o alimentos. Al mediodía volvían al pueblo
para celebrar una comida y continuar la fiesta por la tarde. Hoy en día, esto
no se realiza, y a las 10:00 horas, el grupo de Sorgin Dantza con sus
tres figuras, recorre las calles de la parte de arriba y una comparsa de
dantzaris, interpretando algún carnaval de Euskal Herria, recorre la parte de
debajo de la localidad, interpretando los diferentes bailes. Una vez recorridas
todas las calles, se reúnen para tomar el merecidísimo caldo. Antiguamente, el
día de la celebración era el Domingo de Carnaval, pero en la actualidad, las
celebraciones de la Sorgin Dantza son el 28 de junio.
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