martes, 17 de agosto de 2021

Cachaca (Paraguay)

 


El Paraguay no tiene mucha riqueza y variedad en sus expresiones musicales folklóricas como otros países. Los principales sonidos paraguayos siguen siendo la Polca, con nombre de danza europea, y la Guarania, del gran José Asunción Flores, con otras creaciones como la Avanzada, de Oscar Nelson Safuán, que no tuvieron gran suceso. Durante décadas, el folklore paraguayo se estancó y dejó de reflejar el sentir popular.

En los años 70, músicos campesinos crearon el Purahéi Jahe'o (cantar llorando), un subgénero de la Polca que expresaba el sentir profundo de una cultura agonizante, pero los sectores intelectuales lo ignoraron y despreciaron. Cuando los campesinos, expulsados por la guerra de la soja, migraron a las ciudades, sufrieron otro proceso de transformación. Necesitaban una nueva música que expresara esa identidad suburbana de violencia, machismo, humor fácil, fatalismo, amores desgraciados, etc., y que se pudiera bailar con mucho ritmo. Como los compositores paraguayos no fueron capaces de crear esta música, la gente se apropió del ritmo que llegaba de otros países latinos. El Cumbión mexicano, la Cumbia colombiana, la bailanta y la Cumbia villera argentina dieron las bases y así emergió la Cachaca (o K-cha-k), feminizado del vocablo “cachaco”, que en Colombia designa con cierto desdén a los bogotanos. La Cachaca caló hondo en el sentir popular. Tanto en las villas suburbanas, así como en los ranchos campesinos más distantes. Lo que sonaba ya no era la tradicional Polca, sino las loas a la minifalda de Reinalda o la historia de Sergio el Bailador. Aunque a los nacionalistas les duela, la nueva música folklórica del Paraguay ya no era la Polca o la Guarania, sino la Cachaca, cuyos intérpretes locales, con temas propios, pronto surgirían en la forma de kachorras, marilinas y talentos de barrios. La Cachaca se caracteriza por la reiteración rítmica, sin variaciones, y por los textos generalmente de carácter erótico y vulgar. Su difusión es alta en las zonas rurales de Paraguay y México, así como con mayor auge en la zona oeste y norte mexicano. En Argentina, se escucha en menor medida en provincias como Corrientes, Formosa y Misiones; también en Buenos Aires por la cantidad de inmigrantes paraguayos. A principios de los 70, varias bandas y solistas de Cumbia Norteña de México empezaron a interpretar Cachacas. Más tarde, el género tuvo gran repercusión en Bolivia y, especialmente en Paraguay, donde recién en los años 2000 empezaron a surgir nuevos intérpretes de Cachaca paraguayos. Los Carlos fue un grupo pionero de la Cachaca paraguaya en los 80, donde necesitaban un género musical que representara a la crisis económica y el ambiente con que se vivía en los espacios rurales de los 70, por lo que tomaron varios ritmos tropicales para crear el nuevo sonido de la Cachaca. Varios grupos mexicanos empezaron a interpretar este género, haciendo giras por Paraguay, Bolivia y México. 

A partir de los años 80, fueron números los conjuntos musicales y discotecas ambulantes, como Mbarete Bronco, que difundieron al movimiento Tropicalísimo y a los remixes de la Cachaca, que dio origen a los remixes de Cachengue. Actualmente, este género sigue sonando en los barrios marginales y zonas rurales del interior. La Cachaca, al igual que otros géneros cumbieros extendidos por Latinoamérica, por su carácter vulgar y/o erótico, está lejos de ser una música para las elites culturales. En Ciudad del Este, por ejemplo, había personas que decían que la Cachaca se acabó. Según Daniel Benítez (vocalista de Refugio de Amor), aún mantiene vigencia a pesar del ingreso al Paraguay de muchos estilos musicales. Pero, para el pueblo y la gente humilde, la Cachaca es un sentimiento. En tierra guaraní, este tipo de música se caracteriza por la ausencia del acordeón, un instrumento muy presente en la zona limítrofe con Argentina y Brasil. En la frontera, se consume mucha música Sertaneja (del sur de Brasil), pero los cachaqueros no cambian su estilo, son de pura cepa. Si cambian un poco el ritmo de la percusión, deja de gustar, por eso son celosos de su estilo. La Cachaca parece tocar una fibra en el corazón de millones de paraguayos. Es una expresión que les dice algo, que pueden compartir y disfrutar juntos. Y, aunque hay números adeptos a la Cachaca en Paraguay que parecen tener un celo evangelizador y la comparten a todo volumen hasta en los parlantes de los colectivos, sin haber obtenido antes el consentimiento de familiares, vecinos, amigos, clientes, mascotas u otras posibles víctimas de la fauna y la flora local, esta falta de urbanidad y buenos modales, no se limita sólo a los cultivadores de este género musical. Lejos de ignorar o despreciar este fenómeno, hay que estudiarlo, entenderlo, otorgarle su verdadera significación. El Paraguay del siglo XXI es otro, rico en expresiones como el Rock, el Metal, la música clásica o sinfónica, el folklore fusión, la canción social urbana, el Jazz, el Hip-Hop, etc. Pero, en los escenarios de las manifestaciones sociales masivas del pueblo guaraní, la música que le da banda sonora a la vida cotidiana, sigue siendo la Cachaca.



Los Facheros

Grupo Komando

Frecuencia Trío

Grupo Show Madrigal

Los Ponys

Potrankos

Los Rollers

The Fenders

Los Ángeles De La Kchak

David Alejandro Y Su Grupo

Los de 100pre

Refugio de Amor

Rolo y los Impecables

Corazón Latidos

Los Mimados Concepcion

Javier Mora

Alfa

La Kostumbre

Los Rehenes

Los Chinos

Los Elegidos Paraguay






















No hay comentarios:

Publicar un comentario