Entre la música popular mexicana existe un género que se denomina y se conoce como Canción o Canto Cardenche, cuyas principales características son que sus letras relatan historias de tragedia y desamor, llenas de un profundo dolor, entonada por hasta tres voces a capela, cuya su subsistencia se debe a grupos cada vez más pequeños de adultos mayores, campesinos que habitan en zonas rurales.
El Canto Cardenche se ejecuta por tres voces a capela: la primera, fundamental, es la que dirige y lleva el tono, recurre a los silencios para tomar un trago o fumar un cigarrillo, o con un movimiento reconocido por los intérpretes, reincida el canto. La segunda voz, de arrastre o marrana, es una voz grave de textura invariablemente bajo; mientras que la tercera, contralta o requinto, le da su característica principal con su tono agudísimo, que da la sensación de lamento y de dramatismo especial. La evidencia más antigua encontrada sobre el Canto Cardenche es la obra del historiador Jean Meyer “Yo, el francés”, que es una recopilación de testimonios históricos sacados de cartas y escritos de los soldados franceses que fueron a México en apoyo del Imperio de Maximiliano en los años 60 del siglo XIX, y que se encuentran en la biblioteca de los Inválidos en París. Hay un relato de uno de ellos donde menciona estar en la hacienda de Avilés (hoy ciudad Juárez, Durango). Allí “entonaron un canto muy singular al que denominaban ‘Cardenche’, el coplero lanzó sus versos y después de varios intentos escuché con asombro la respuesta de los coyotes. Los lobos repetían la misma armonía y hasta los falsetes del coplero. Cuando terminaban los coyotes, el jinete cantaba, luego los coyotes repetían, y al final, todos a coro, mexicanos y franceses, hombres y animales, entonamos los falsetes con entusiasmo”. Para explicar el origen de este estilo polifónico para cantar a capela del Canto Cardenche, han surgido varias líneas generales que pueden ayudar, aunque no del todo, a desentrañar las dudas. Una teoría sostiene que este estilo de canción es originario de La Laguna, pues sus antiguos habitantes (negros, indígenas y castas), ya lo interpretaban al imitar los aullidos de los coyotes o cantando en las cuevas y haciendo una segunda voz que producía el eco. Por otro lado, los estudiosos de música concluyeron que, posiblemente el origen del género sea de la época colonial, pues presupone ornamentación del Renacimiento y del Barroco, así como un marcado lirismo, arquetípico de las expresiones románticas del siglo XIX. Aunque algunos campesinos conservaron cuadernos de letras, esto es una extravagancia en el contexto del Canto Cardenche, ya que el sustento del género es la oralidad: las melodías y los adornos se conservan en la memoria, listos para interpretarse por la tarde, después de las faenas del campo, enmarcados por una languidez del paisaje que parece penetrar en el fraseo de las canciones: arbustos bajos, cerros distantes, cactus y polvo flotando en el aire. La ejecución del Canto Cardenche es único e irrepetible, de ahí la imposibilidad de la transcripción al lenguaje impreso de la música.
Cardenche (cylindropuntia rosea), origen del nombre del canto |
Desierto de Durango, el lugar de nacimiento del Canto Cardenche |
Tras un siglo de su creación, este estilo musical se mantiene vivo gracias a tres herederos directos de la tradición |
Genaro Chavarría dedicó su vida al campo y a promover el Canto Cardenche |
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