Demasiadas Noches: Space Rock

Las clasificaciones de los géneros musicales son a menudo arbitrarias e imprecisas, pero está claro que son necesarias para no perdernos en el maremágnum de corrientes, subgéneros, derivaciones y subdivisiones de este gran árbol del Rock cuyas ramas se extienden desde hace décadas.

Hoy trataremos de un subgénero del Rock Progresivo: el Space Rock o Rock Espacial, que tiene insignes representantes que han dejado profundas huellas en su paso por la historia musical. El punto de partida de este subgénero se localiza en un hecho muy apartado del Rock como es el nacimiento de la era espacial. Las proezas que tanto los norteamericanos como los rusos protagonizaron en los 50 y 60 en la astronáutica, incendiaron la imaginación de una generación de jóvenes, que con el tiempo, aprendieron a tocar instrumentos y a componer, incorporando toda la imaginería del espacio en sus obras. Si bien se considera que se trata de un subgénero surgido a finales de los 60, en 1959 Joe Meek publicó “I Hear a New World”, disco considerado como antecesor del Space Rock, ya que incorporó dos de sus características más importantes: la pasión por la temática espacial y el uso de modernas técnicas de estudio y teclados eléctricos. A finales de los 60, la llegada del Rock Psicodélico y de Rock Progresivo sirvieron como caldo de cultivo para el nacimiento del Space Rock como subgénero. En 1967, Syd Barret creó “Interestellar Overdrive" y "Astronomy Domine", pertenecientes al álbum “The Piper at the Gates of Dawn”, debut de su banda Pink Floyd, por aquel entonces, los niños terribles de la Psicodelia, que se vieron favorecidos por el hecho de que los dejaron hacer lo que les diera la gana y disfrutaron de total libertad para experimentar con el sonido. En su segundo disco “A Saucerful Of Secrets”, ahondaron en los temas espaciales en varias canciones como “Set the Controls for the Heart of the Sun”. Más moderado en los planteamientos, el también británico David Bowie publicó en 1972 “Space Oddity”, considerado como uno de los álbumes más representativos del Space Rock, sobre todo con el tema que da nombre al disco, que es sin dudas legendarias.

Poco a poco el Space Rock se fue definiendo a sí mismo, mediante el uso generalizado de teclados y sintetizadores, guitarras eléctricas muy retocadas con efectos de estudio para dotarlas de un sonido más etéreo, más atmosférico, tiempos lentos o muy lentos, utilización de argumentos de ciencia ficción para las letras y ambientes cósmicos. Tal vez la banda que mejor representa este estilo sea Hawkwind, quienes a principios de los 70 grabaron discos que giraban en torno a la temática espacial, desde un punto de vista bastante psicodélico. Hawkwind dio un paso más en el desarrollo del Space Rock, con el montaje de impresionantes espectáculos, que incluían luces láser, bailarinas desnudas e imaginería psicodélica. El Space Rock se transformó en un espectáculo completo, que trascendía lo puramente musical. No tan conocidos, los ingleses Flaming Youth publicaron en 1969 el álbum conceptual “Ark 2” en el que narraban las vicisitudes de una raza humana abocada a abandonar un moribundo planeta tierra. Parece ser que a mediados de los 70 el Space Rock se diluyó en el torrente del Rock Progresivo y su pista se perdió en el tiempo, hasta que a finales de los 80, a alguien se le ocurrió que la denominación Space Rock encajaba muy bien con el estilo de determinados grupos de Rock Alternativo que surgieron en EEUU e Inglaterra como una contracultura frente a la mecánica y enlatada música ochentera. El nuevo Rock Espacial estaba encarnado en varios subgéneros, principalmente el denominado Shoegaze y el Noise Pop, que experimentaron con texturas sonoras de manera similar a los antiguos grupos de Space Rock. Estos nuevos nombres eran Tool, Slowdive, The Verve, My Bloody Valentine, Ride, The Flaming Lips, Failure y Hum. El género también ejerció una notable influencia en el llamado Stoner Rock, encabezado por Kyuss. En la primera década del siglo XXI, el estilo fue retomado por varias bandas británicas, especialmente por Porcupine Tree y The Pineapple Thief. Estos grupos mezclan el Rock Espacial con Heavy Metal y Pop respectivamente, haciendo que su propuesta sea más accesible comercialmente.