Al son de la quenilla, tambor, bombo, manguaré (tambor indígena hecho
con un tronco de árbol), y maracas, la música es partícipe de una danza
exuberante en la que resalta la presencia de serpientes vivas (en este caso
boas), que son protagonistas de este arte costumbrista.
La Danza de la Boa es un
homenaje a la serpiente y una ceremonia ritual para evitar que las desgracias o
maldiciones caigan sobre las cosechas. Es una danza típica de la Amazonía
peruana, especialmente de los nativos de Alto y Bajo Ucayali. El pueblo
uyacalino es uno de los más ricos en costumbres y tradiciones, las cuales están
plasmadas en su música y sus danzas. Los nativos de esa zona no fueron
contaminados por la cultura europea, por lo que conserva sus danzas y rituales
típicos con gran autenticidad. Los incas supieron integrar a varias etnias en
su “confederación”, y aceptaban con curiosidad y respeto, esta danza-ritual. En
la novela ”Inkakuna - Los hijos del sol”, se describe a una sacerdotisa
principal bailando con boas vivas, con movimientos rítmicos y sensuales. Las
primeras noticias del río Amazonas en la selva peruana, fueron proporcionadas
por los miembros de la expedición de Gonzalo Pizarro y Francisco de Orellana.
Entre ellos, Orellana divisó en un paraje una comunidad de hermosas mujeres,
exuberantes pero muy agresivas con los extraños. Esto sucedió el 12 de febrero
de 1542 entre el bullicio de los tambores. Desde esa época existen grandes
mitos, cuentos y leyendas sobre las amazonas, que dan vida a las legendarias
historias. Según los trabajos arqueológicos del norteamericano Donald Lathrap,
sobre la ocupación prehistórica del Ucayali, la cultura comancaya representaría
a los Panos, ancestros de los Shipibos, Conibos y Shetebos.
Lathrap refiere que en un comienzo los distintos grupos formaban una
unidad llegados del sur, descendientes de una misma cultura. Con el tiempo se
repartieron en el Ucayali y progresivamente se fueron dividiendo, ocupando los
Shipibos la parte media del valle, mientras que los Conibos y los Shetebos la
parte sur. Actualmente los Shipibos se establecen sobre las márgenes del
Ucayali. Los nativos de Alto y Bajo Ucayali rinden pleitesía a la boa, que no
se caiga la maldición sobre sus cosechas. Generalmente las cosechas de los
nativo de la zona de Ucayali eran de tres tipos de alimentos básicos en la
culinaria de la región de la Amazonía peruana, incluso en la gastronomía
peruana: el plátano conocido por los Incas como inguiri, unos de los tubérculos
más cultivado en la época prehispánica hasta nuestros días, la yuca; y la
bebida que se difundiría tradicional de América: el café. La base de la
alimentación de las comunidades se fundamentaba bajo estos tres rubros, por eso
era importante rendir culto a las deidades para evitar plagas, hambruna y
grandes catástrofes. Dioses olvidados que emergen de las profundidades del lago
del Quistococha y realizan la danza ritual de la Warmi Boa, mitad mujer, mitad
boa. Janulf con pómulos sobresalientes y carnada dentadura ama a sus ofidios;
Warmi Boa de movimientos sensuales, frota a las serpientes por entre sus
piernas, amándolas noche y día. Es una danza netamente ritual, en donde resalta
la presencia de boas vivas. Es una danza basada en hechos reales, en la cual
las amazonas demuestran gran destreza, agilidad y habilidad en la coreografía,
ya que las amazonas eran muy peligrosas. El "Warmi Boa" o ”Mujer
Boa”, es un ritual que simboliza, entre las nativas, el pedido de caza
a la madre de la abundancia. Las mujeres con sus cuerpos casi desnudos imitan
el movimiento de boas y bailan al ritmo de tambores. Sin miedo y con mucho
respeto y orgullo ellas llevan a estas boas en su cuello. Es una danza de igual
número de hombres y de mujeres de entre 20 y 24 años de edad. El ritmo de la
música tiene gran similitud a Cajada de ritmo guerrero.
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