El folklore de la Comunidad Autónoma de Galicia tiene un rico patrimonio
de canciones y danzas populares, siendo la Muñeira la más representativa. La Muñeira,
en gallego “molinera”, es una danza que se baila tanto en Galicia como en
Asturias y en territorios de Catilla y León limítrofes a Galicia.
Según algunos
estudiosos, en otras regiones de España, se la conoce como “gallegada”. Esta
danza tiene un parecido a las Gigas irlandesas. No existen
referencias documentales inequívocas anteriores al siglo XVI, siendo el
registro más antiguo conocido, el de 1789, escrito por un maestro de la
Catedral de Santiago de Compostela, pero seguramente los orígenes se sitúen
mucho más atrás en el tiempo sin poder determinar una fecha aproximada ya que
es una danza surgida en el ámbito rural gallego. La Muñeira se ha hecho tan
popular que ha sufrido múltiples variantes. Si bien todas tienen la misma
estructura musical, su ritmo es más rápido y alegre. El nombre Muñeira
se piensa que evoca las jornadas de trabajo en los molinos –en gallego muiños-,
referente de la economía de esa época, y a los bailes que los campesinos
ejecutaban mientras esperaban recoger la harina. La Muñeira era la mujer que
trabajaba en esos molinos. Hay otras danzas y cantos populares que destacan en
Galicia: Pandeirada, Jota Gallega, Alborada, Alalás,
etc. La Pandeirada guarda una gran similitud con la Muñeira,
incluso algunos creen que es la antecesora de esta. Dentro de las modalidades
de la música popular gallega juega un papel importante el aturuxos, que es un
grito que se utiliza en las fiestas y para darle ánimos a los bailarines. Suele
ser fuerte, agudo y prolongado. Se apunta varias veces que el aturuxos puede
tener que ver con las manifestaciones musicales del norte de África, que
habrían llegado a Galicia por mar. El aturuxos, junto con el representativo
ritmo percusivo de la Muñeira, posible herencia de las
bandas militares de los suevos, demuestra que podría estar vinculada con las
guerras históricas gallegas.
La Muñeira es siempre un alarde de ritmo, rapidez y vistosidad.
Suele representarse en las romerías gallegas y fiestas, donde suele haber un
ambiente tradicional ya que se recoge el costumbrismo popular. Se acostumbra a
bailar en parejas, aunque si el número de danzantes es mayor a seis, puede
bailarse en círculos. Es una danza caballeresca, en la cual el varón rinde
homenaje a su acompañante con movimientos airados mientras ella se mueve más
discretamente. En su versión antigua se bailaba con los clásicos trajes de
trabajo de los molineros y de las mujeres de esa época. En aquel tiempo se
calzaban los zuecos, los cuales tienen su importancia en esta danza por el
sonido que emiten contra el suelo a modo de ritmo. Una de las Muñeiras
más características es el Espantallo, que se trata de una
danza inspirada en un espantapájaros. En medio del baile, el Espantallo
cobra vida para bailar con las mozas. En realidad, este baile es un culto al
sol, al agua por las buenas cosechas y el homenaje al espantapájaros que las protege.
A fines del siglo XIX y principios del XX se produjo una importante migración
de gallegos a América, y la Muñeira los acompañó en su tránsito
a las nuevas tierras. En algunos países donde la emigración gallega tuvo mayor
fuerza, se puede encontrar academias para aprender a bailar la Muñeira.
La música de la Muñeira suele estar representada por un cuerpo de gaitas que
consta de: gaita gallega, cuyo origen es incierto pero se supone que procede de
los celtas; el tamboril, el bombo, de mayor diámetro y que se bate con una sola
mano; pandeiro, que es un cuadrado de madera, algunos con cascabeles en su
interior; pandereta, uno de los instrumentos más enraizados en la percusión
tradicional gallega; charrasco, es un palo largo de madera con un artilugio con
sonajas en su extremo, se golpea en el suelo para hacerlo sonar; cunchas do
vieira (conchas marinas). La “Muñeira de Chantada” es la pieza más
famosa del repertorio de los gaiteros gallegos y la única que traspasó
fronteras como ritmo de la modernidad discográfica, pudiéndosela escuchar en
los años 70 en las discotecas europeas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario