Demasiadas Noches: Mugham (Azerbaiyán)

El Mugham azerbaiyano es un género musical tradicional caracterizado por un alto grado de improvisación. Considerado como una música clásica y académica, el Mugham utiliza melodías, ritmos y técnicas de interpretación de origen popular y bardo, y se practica en numerosas ocasiones en todo el país.

Las interpretaciones contemporáneas de este género musical reflejan distintos períodos de la compleja historia de Azerbaiyán, particularmente su contacto con los persas, armenios, georgianos y con ciertos pueblos turcos. Durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX, la escuela Mugham de Karabaj alcanzó un alto grado de desarrollo. En ese período algunos de los intérpretes y ejecutantes más destacados de esta escuela fueron: Haji Husu, Mir Mohsun Navváb, Mirza Sadig Asadoghlu (Sadigcan), Mashadi Mammad Farzaliyev, Abdulbaqi Zulalov (Bulbulcan), Mahammad Kechechioghlu, Jabbar Garyaghdioghlu, Islam Abdullayev, entre otros. La primera escuela fue creada por el más famoso cantante de Şuşa, Kharrat Gulu, quien atrajo a la escuela a niños talentosos con buena voz y les enseñó las canciones populares. También prestó especial atención a la pureza del sonido. Pero escuela de Kharrat Gulu sirvió principalmente a la religión, preparando a sus alumnos para participar de ritos religiosos. Tras la muerte de Kharrat Gulu, la enseñanza del Mugham quedó a cargo del músico Kor Khalifa y luego Molla Ibrahim. La distinguida poetisa azerí Khurshud Banu Natavan fue la creadora de la sociedad literaria “Majlisi - uns” (”Sociedad de Amigos”), en cuyas reuniones se debatía sobre música, pintura, literatura y arte, prestándole mayor atención a los problemas estéticos de la música. Por este motivo, las complejas melodías del Mugham, los instrumentos musicales fueron mejorados. Un ejemplo de ellos fue Mirza Sadig Asadoghlu, quien creó un nuevo tar de 11 cuerdas y 17 trastes con el que obtuvo nuevos sonidos. A fines del siglo XIX el arte del canto encontró su espacio en las salas de conciertos y teatros dejando su ámbito habitual de bodas, fiestas y reuniones. Por primera vez los cantantes participaron con gran éxito en representaciones teatrales en las ciudades de Tbilisi y Şuşa.

El Mugham comparte algunas características artísticas con el Maqam iraquí, el Radif persa y el Makam turco. Antiguamente se tocaba sólo en bodas y tertulias, aunque esta forma de arte era practicada por miembros de órdenes sufíes y actores que interpretaban dramas religiosos llamados ta’zie o sabih. Se organizaban certámenes oficiales y encuentros informales que servían para dar a conocer al público a estos músicos consumados. El Mugham asocia a un cantante, hombre o mujer, con músicos que tocan instrumentos tradicionales como el tar (laúd de mástil largo), el kamancha (violín de cuatro cuerdas con remate en punta) y el daf (especie de pandero). Como esta música no puede ser transcrita de forma definitiva, las múltiples versiones son transmitidas por maestros que forman a sus discípulos en el arte sutil de la improvisación. La original cultura del Mugham se formó sobre una rica base filosófica, musical y literaria. El intérprete del Mugham es percibido frecuentemente por el oyente como el portador de una síntesis musical arcaica y mágica, que debe ser transmitida de una generación a otra, regalándole a la gente la posibilidad de acercarse a la verdad eterna y adquirir la paz espiritual. En los años 20, el arte del Mugham se empezó a enseñar en el Conservatorio Oriental, más tarde en la Escuela Técnica Musical de Bakú, en el Conservatorio Estatal de Azerbaiyán (en la Academia de Música de Bakú), y actualmente, en la Universidad de Arte y Cultura, en el Conservatorio Nacional. En 1977, una grabación de este género fue lanzada al espacio en el Disco de Oro de la nave Voyager. En 2003, la UNESCO reconoció al Mugham como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. El Mugham, hasta los días de hoy, se conserva como una especie de culto de un micro mundo, siendo por un lado una herencia del pasado y por el otro, un arte contemporáneo máximo, aunque ha perdido algunas de sus características estéticas a causa de las influencias europeas, particularmente influyentes en cuanto al modo en que los músicos interpretan y transmiten su arte.