Un Himno Nacional es una composición musical emblemática de una
nación, que la identifica y que une entre sí a quienes lo interpretan. En
general, los Himnos Nacionales tratan de reflejar la unión, sentimiento de
solidaridad y la glorificación de la historia y las tradiciones de un país. En
muchos casos, no fueron escritos con ese objetivo, sino que adquirieron esa
función después de conmemorar algún acontecimiento histórico o militar
especialmente durante el despertar del sentimiento nacional durante los siglos
XVIII y XIX.
Durante ese período, con el crecimiento del número de países
independientes, muchos de ellos adoptaron Himnos Nacionales que, en algunos
casos, coexistían con canciones populares de carácter patriótico utilizadas. El
himno de los Países Bajos, titulado “Wilhelmus",
es sin dudas el más antiguo del mundo del que exista partitura y data de 1568.
Curiosamente, este Himno proviene de una canción soldadesca cuya letra hace
referencia al príncipe Guillermo, quien huyó de su país a Nassau en 1567 en
épocas de la dominación española. A diferencia de la generalidad de los Himnos
Nacionales que se refieren al país, este Himno alude a un monarca.
Los Himnos
Nacionales florecieron en Europa en un estilo musical típico del siglo
XIX, que fue utilizado en la creación de nuevos himnos. Aún en África y Asia,
donde la música orquestal occidental no proliferaba, sus Himnos Nacionales,
adquirieron el mismo estilo musical. Sólo en aquellos países donde no hubo
colonialismo europeo, permanecieron sus estilos característicos, como Japón,
con su Himno Nacional ”Kimi ga yo”, Irán, Sri Lanka y Myanmar.
La mayoría de los Himnos Nacionales son marchas militares o poemas líricos. Los
países de Iberoamérica tuvieron tendencia al estilo lírico, mientras que una
gran parte de los países utilizan marchas. Debido a su brevedad y relativa
simplicidad, muchos Himnos Nacionales tienen poca complejidad musical.
Cada campeonato mundial de cualquier deporte tiene la particularidad de
despertar una pasión: cantar el Himno, generalmente en versiones
reducidas. Cada país tiene el suyo, pero hay algunos que merecen que se
recuerde su historia. Existe el mito de que el himno más bello es el de
Francia, pero no es verdad. Si bien la Marseillaise es una pieza de
extraordinaria inspiración, el mejor Himno del mundo es el que cada uno
entona desde su infancia. Pasemos a algunas curiosidades. El Himno
más largo es el de Grecia, con 150 estrofas, mientras que el más corto es el de
Japón con sólo cuatro líneas. El de Perú se eligió por concurso entre
compositores de ese país y tiene su versión en quechua. El mexicano ha sido
traducido a doce lenguas aborígenes. El de Chile ha experimentado varias
modificaciones en su letra para hacerlo menos hostil y acorde con los tiempos.
El Himno
argentino tomaría veinte minutos cantarlo en su versión completa. El de
Colombia originalmente fue un cántico de Independencia de una de sus
provincias, que por su popularidad fue adoptado como nacional. La sentencia más
proclamada por los Himnos latinoamericanos es ”Patria o Muerte”. Algunos
Himnos
Nacionales carecen de letra y se componen sólo de melodía, siendo el
caso más conocido el de España, cuya “Marcha Real” o “Marcha Granadera”, es una
marcha militar de Carlos III. Australia tiene dos Himnos Nacionales. El
oficial se llama “Advance Australia Fair” y el no oficial es “Waltzing
Matilda”. La única nación sin Himno Nacional es Chipre, que en
1960 adoptó el de Grecia. Hay también naciones que comparten la misma música en
su Himno
Nacional: Rusia y la Unión Soviética, compartiendo la misma música pero
con letra diferente; Estonia y Finlandia; Liechtenstein y Reino Unido (”God
Save the Queen”); Polonia y la antigua Yugoslavia; Tanzania, Zambia y
Sudáfrica. Los países cuyos Himnos Nacionales fueron compuestos
por músicos ilustres son: Alemania (Haydn), Austria (Mozart); Ciudad del
Vaticano (Charles Gounod); Bangladés e India (Rabindranath Tagore); Noruega
(Rikard Nordraak); y Singapur (Zubir Said).
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