Ball Pagés (España)

Un golpe de castañuelas y empieza el espectáculo de esta danza típica tan primitiva y colorida que aún hoy se desconoce su origen exacto. El Ball Pagés de Ibiza, y Formentera (declarado Bien Material Cultural Inmaterial), es una danza en la cual el hombre invita a bailar a la mujer con un toque fuerte de castañuelas, ataviados con vistosos trajes, y según la ocasión, adornadas ellas con espectaculares joyas llamadas emprendadas. El Ball Pagés es el nombre con que se designa al conjunto de danzas tradicionales de las Pitusas. Son bailes pertenecientes a la sociedad rural que tiene como característica común una clara diferenciación entre los papeles del hombre y la mujer.

La mujer, con actitud sumisa, recoge los brazos en el cuerpo y fija la mirada en el suelo y no en el bailador, mientras con pasos muy cortos y rápidos va describiendo círculos dentro de los cuales actúa el hombre, quien no tiene unos pasos predeterminados y baila haciendo grandes saltos y lanzando las piernas, esforzándose por alcanzar a la bailadora con la mirada, pero nunca le debe dar la espalda. Tradicionalmente, los bailes se celebran en las casas de campo, coincidiendo con las principales tareas colectivas, como las carneadas, desgranar el maíz, etc. El origen de la danza es desconocido aunque parece ser muy antiguo. La influencia cristiana puede ser la más fuerte, porque es la más reciente que ha sufrido la cultura en esa región. Aún así, se reconoce el carácter profano de la danza, especialmente en los bailes de pozos y fuentes. Todos estos bailes cerca de pozos y fuentes, se iniciaban por San Juan, coincidiendo con la celebración del solsticio de verano, y se alargaban durante todo el período estival. Estos bailes podrían estar relacionados con un posible antiguo culto al agua, de origen pagano, que con el tiempo se hizo coincidir con diferentes festividades cristianas. Los bailes son realizados por grupos conocidos como colles. Las colles son las depositarias de los conocimientos, como instrumentos típicos (tambor, fluatas, castañuelas, espasí y xeremia), así como los distintos trajes típicos y de la joyería que los acompaña.

La forma de ejecutar el Ball Pagés, varía sensiblemente de un pueblo a otro. Existen principalmente cuatro tipos de danza: la curta, la llarga, sa filera y ses nou o dotze rondades. Por otro lado, en todos los bailes organizados de forma espontánea existían jerarquías. En primer lugar, siempre había un hombre encargado de organizar el baile y de poner orden en caso de enfrentamientos entre diferentes jóvenes. El nombre con que se les conoce normalmente es “esporta ball”, y se encuentra presente en todos los bailes. Él se encargaba de sacar a la primera bailadora a hacer el primer baile, que solía ser “la curta”. Antes se consideraba un privilegio ser el primero en bailar y se solía dar prioridad a la chica que había limpiado y decorado los alrededores del pozo donde se bailaba, a los propietarios del pozo o de la era donde se hiciese el baile, y en el caso de encontrarse en una casa particular, se daba prioridad a la chica soltera, con su prometido o bien con su hermano. Una vez que el ”esporta ball”, había sacado a la primera bailadora, otro joven ya podía bailar con ella y así sucesivamente. Mientras tanto, se sacaba a la segunda bailadora y se continuaba hasta que habían bailado todas las chicas presentes. Se solía ser muy estricto con esta norma. Ya iniciado el baile se tenía muy en cuenta el tiempo que se bailaba, sobre todo entre los jóvenes que cortejaban a una misma muchacha, ya que se podían provocar discusiones o peleas. En cuanto a las variantes rítmicas del baile, se distinguen dos tiempos que coinciden con las dos principales modalidades del baile: ”la curta” y “la llarga”. La primera es una danza con la que los más viejos inician el ciclo de baile, mientras que “la llarga” es una danza de aires más enérgicos, más propia de los jóvenes. Una variante de “la llarga” es un baile llamado “sa filera”, en la cual un hombre danza con más de una bailadora. Otro baile es “ser dotze rodades”, también llamado “ses nou rodades”, que es una danza de gran carga ritual.