Bollywood es
el alias usado para la industria cinematográfica en idioma hindi, ubicada en
Bombay, la ciudad más poblada de la India. El término es utilizado
incorrectamente para referirse a toda la industria cinematográfica en la India.
Este término, acuñado en la década de 1970, proviene de un juego de palabras
entre Bombay y Hollywood. La música Filmi es el nombre que recibe la
música compuesta para los intermedios musicales bailados obligatorios en los
filmes hindúes. Generalmente, las canciones están disponibles en cassettes y
cds (piratas) mucho antes de que se efectúe la proyección oficial del filme, es
decir, los espectadores conocen las canciones cuando se estrena la película.
Cabe destacar que hay filmes cuyos únicos beneficios provienen de la venta de
la banda de sonido original. El nacimiento de la música de películas en la
India se remonta al advenimiento de la primera película sonora en 1931. Esta
película se tituló "Alam Ara" y se anunció en una
nueva era de las películas indias. Al mismo tiempo, sembró las semillas de un
nuevo género musical. Los primeros años de esta industria fueron muy
fructíferos. Entre 1931 y 1940, India produjo 931 largometrajes hindi con un
promedio de 10 canciones por película. Los números para las películas
regionales de Madras y Calcuta fueron mucho más bajos, pero la orientación
hacia la música fue similar. Este período es notable para una serie de grandes
artistas. Algunos directores de música como Pankaj Mullick, Keshavrao
Bhole y Anil Biswas son algunos de los que vienen a la mente. Es
interesante observar que este primer período no favoreció a los cantantes de
"playback". Muchos de los actores y actrices originales cantaban sus
propias canciones. Muchas veces, los actores fueron elegidos específicamente
por sus habilidades de canto, Bal Gandharva y Baburao Pendharkar son
dos ejemplos. En los años 1940 y 1950, el negocio comenzó a cambiar de los
grandes estudios cinematográficos a los productores independientes. Aunque esto
abrió las puertas a muchos nuevos músicos y directores de música, la influencia
en general no fue positiva.
Las redes de
distribución comenzaron a depender en gran medida de las "fórmulas"
(es decir, el número de actores de renombre, el número de canciones y el número
de danzas, etc.). Estas películas de fórmula son conocidas en hindi como "películas
masaala". Estas fórmulas fueron determinadas por consideraciones
comerciales y no artísticas. Estas fórmulas fueron determinadas por
consideraciones comerciales y no artísticas. A partir de ese momento la música
de fórmula se convirtió en la norma. El número y la variedad de las canciones
de la película se afianzaron firmemente en su lugar. Los resultados artísticos
de hacer música por fórmula en lugar de inspiración son obvios. La calidad de
las composiciones mejoró notablemente, yendo de la mediocre a la excelente.
Como exponente de esta última podemos citar a A.R. Rahman. Algunos
cantantes alcanzan fama casi "heroica", como la popular Lata
Mangeshkar. Muchas películas son filmadas en diferentes versiones, por
ejemplo en hindú y en tamil. En esos casos la música Filmi sufre una
adaptación de acuerdo a la nueva lengua de rodaje. Las versiones de A.R.
Rahamn resultan más que satisfactorias a los oídos de las distintas
zonas de la India. Remarcamos que incluso en las películas que le hacen un
guiño al público occidental, los números musicales siguen presentes. Tal es el
caso del filme "El casamiento de los monzones"
de Mira
Nair, más cercano por su contenido y realización al cine de arte y
ensayo que al hollywoodense. Los musicales se mantienen en los trabajos de
jóvenes realizadores ingleses de origen hindú o pakistaní, como "Juega
como Beckham" de Gurinder Chadha, en donde Blondie
y Texas
comparten melodías con Malkit Singh y Bally Sagoo. En cierto
modo, el cine indio genera gracias a esta mezcla de música, danzas y
dramaturgia el ideal que Bhârata definió en su tratado Nâtya-shâsta,
en el cual describe las bases del arte hindú en el escenario.
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