El Fest-Noz es una reunión festiva basada en la ejecución
colectiva de danzas tradicionales de la región de Bretaña (Francia), al compás
de cantos o músicas instrumentales. En bretón Fest-Nos significa
“Fiesta de Noche”. El potente movimiento cultural bretón ha preservado la
práctica, viviente y constantemente renovada, de repertorios de danzas
heredados del pasado que contienen centenares de variantes y miles de melodías.
Cada año se celebran unos mil Fest-Noz, con un número de
participantes que varían entre cientos y varios miles. Además de la práctica
del baile, esta fiesta se caracteriza por el gran espíritu de camaradería que
reina entre los cantantes, músicos y bailarines, la gran variedad social y
generacional de los participantes y la apertura a los demás. Existen
principalmente dos tipos de música que se puede escuchar en las Fest-Noz.
La primera sería la que se canta a cappella, que en algunas ocasiones se
acompaña con un fondo musical. La otra forma son las canciones interpretadas
por pequeños grupos de música tradicional o bandas llamadas Bagad.
Los instrumentos más frecuentes son la bombarda (de la familia de los oboes) y
la gaita bretona llamada Binioù. También se pueden encontrar acordeones
diatónicos, clarinetes y gaitas. Uno de los principales Fest-Noz se lleva a cabo
en el Festival Yaouank, en Rennes, que se celebra el mes de
noviembre. Yaouank, que en bretón significa joven, nos enseña la increíble
capacidad que tienen las tradiciones bretonas para estar siempre vigentes, ya
que han sabido evolucionar sin miedo desde una sociedad rural a una sociedad
moderna y mucho más urbana. Por ello, más allá de los instrumentos
tradicionales, hoy en día se pueden encontrar grupos que varían las tendencias,
mezclando lo tradicional con el Rock, el Jazz, el Ska, el Reggae, el Punk o el
Rap.
Antiguamente las danzas bailadas en los Fest-Noz, en las que se dan
muchos golpes con los pies en el piso, servía para batir el terreno con los
zuecos de madera para luego construir una casa, para preparar los terrenos para
plantar el trigo o para separar el grano de la paja. En las tareas participaba
todo el pueblo, de manera que se acelerara el trabajo. Los bailes se ejecutaban
unos frente a otros, pero la iglesia lo prohibió por lo que se comenzó a bailar
agarrados por alguna parte del cuerpo, por ejemplo un dedo, lo que fue tolerado
por la mayoría de las parroquias, aunque en algunos lados se impuso el baile
unidos con un pañuelo. Con el tiempo, las danzas fueron una oportunidad para
que los jóvenes se conocieran socialmente. Hoy en día se practica especialmente
por el placer de bailar en grupo y compartir esos momentos juntos. De alguna
manera, participar en una Fest-Noz tal y como se organiza en
Bretaña, se asemeja a una salida a un club nocturno, pero al aire libre. La
fiesta no sigue pautas establecidas en la mayoría de los casos. Antes de la
llegada de los músicos ya conocidos, el escenario está disponible para cualquier
músico, cantante o grupos de voluntarios. Entre cada grupo, los bailarines
encuentran cerca pequeños puestos donde pueden recuperarse del esfuerzo con crêppes
y galettes con salchichas típicas de la cocina bretona, acompañados de dulces
como el far bretón (especie de tarta) o el kouign-amann (pastel de
mantequilla), regado todo ello con sidra de la tierra o cerveza. Actualmente
los Fest-Noz
se organizan incluso fuera de Bretaña, pudiéndolos encontrar en el resto de
Francia o en Canadá, manteniendo viva la cultura bretona más allá de sus
fronteras. En el mes de mayo, los bretones celebran Saint-Yves, patrono de
Bretaña. El clásico festival celta de Buenos Aires adhiere a estos festejos
celebrando un Fest-Noz en la Semana de Bretaña en Buenos Aires.
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