miércoles, 2 de enero de 2019

Mapalé (Colombia)


El Mapalé es una danza de Colombia que se baila con movimientos eróticos entre el hombre y la mujer. Esta tonada conserva características musicales típicamente africanas, en donde los tambores, en función coral, se alternan con el canto y las palmas. Se emplea para enmarcar un juego coreográfico en el que los bailarines ejecutan diversas figuras con miras a conquistar a las mujeres. Algunos investigadores lo definen esquemáticamente como “ritmo orillero por excelencia”, de los contornos del litoral norte colombiano. Esta definición parece limitante en la medida que en otros pueblos no ribereños, hubiesen participado activamente en la creación de piezas de este ritmo, o por lo menos, en la representación de bailes que llevan el mismo nombre. Los registros indican que el término “orillero” refleja su origen. En sus comienzos, la tonada estuvo asociada a la pesca y procesamiento de un pescado denominado mapalé, que era capturado en forma masiva por hombres y mujeres en épocas de crecientes. Los pescadores se reunían por las noches en las playas, a la luz de fogones encendidos, para procesar el pescado y celebrar el fin de la jornada. Con toques de tambor, recreaban una atmósfera de espontánea e incuestionable africanía. Estas reuniones dieron origen a los festejos denominados Festividades del Mapalé. Este baile afrocolombiano surgió gracias a la influencia cultural de los esclavos africanos llevados desde el Golfo de Guinea durante la conquista de América. Los esclavos reinventaron y adaptaron su música a sus nuevas condiciones de vida, asignándole un estilo particular.
El Mapalé fue introducido a lo largo de las orillas del río Magdalena. En sus orígenes fue una danza de labor pero con posterioridad se produjo una transformación de su temática, atribuyéndosele un énfasis de regocijo con carácter sexual y asignándole la evolución frenética que hoy presenta. La coreografía actual mantiene rasgos de su esencia africana, tanto en el vestuario, que es en extremo sencillo, como en la presencia del machete, instrumento de trabajo utilizado para el procesamiento del pescado. El conjunto musical tradicional consta de tambor alegre, tambor llamador, guache o maracas y tambora. El Mapalé ha sido descrito también como “ritmo del frenesí” y se ha hablado de una especie de “brujería” que logra que los bailarines se vayan atraídos por algo inexplicable que parece salir de los golpes del tambor hasta caer en un desenfreno de pasión, de deseo carnal. A mediados del Siglo XX el Mapalé se adaptó a la instrumentación de grandes orquestas. Dado que surgió en un clima caluroso las mujeres bailan por lo general con vestidos cortos, ceñidos, de colores vivos, y con arandelas en hombros y faldas para resaltar el movimiento, usan zapatos planos o van descalzas y portan flores en la cabeza o turbantes sencillos. Los hombres usan pantalones pesqueros, bayetilla roja y no usan camisa, en algunos casos camisas blancas arremangadas. Se baila con pasos cortos, ritmo acelerado y palmoteos constantes. Los movimientos son frenéticos y con un alto contenido de erotismo. Los de las mujeres se destacan por ser más excitantes y eróticos.







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