El Mapalé
es una danza de Colombia que se baila con movimientos eróticos entre el hombre
y la mujer. Esta tonada conserva características musicales típicamente
africanas, en donde los tambores, en función coral, se alternan con el canto y
las palmas. Se emplea para enmarcar un juego coreográfico en el que los
bailarines ejecutan diversas figuras con miras a conquistar a las mujeres.
Algunos investigadores lo definen esquemáticamente como “ritmo orillero por
excelencia”, de los contornos del litoral norte colombiano. Esta definición
parece limitante en la medida que en otros pueblos no ribereños, hubiesen
participado activamente en la creación de piezas de este ritmo, o por lo menos,
en la representación de bailes que llevan el mismo nombre. Los registros
indican que el término “orillero” refleja su origen. En sus comienzos, la
tonada estuvo asociada a la pesca y procesamiento de un pescado denominado
mapalé, que era capturado en forma masiva por hombres y mujeres en épocas de
crecientes. Los pescadores se reunían por las noches en las playas, a la luz de
fogones encendidos, para procesar el pescado y celebrar el fin de la jornada.
Con toques de tambor, recreaban una atmósfera de espontánea e incuestionable
africanía. Estas reuniones dieron origen a los festejos denominados
Festividades del Mapalé. Este baile afrocolombiano surgió gracias a la
influencia cultural de los esclavos africanos llevados desde el Golfo de Guinea
durante la conquista de América. Los esclavos reinventaron y adaptaron su
música a sus nuevas condiciones de vida, asignándole un estilo particular.
El Mapalé fue
introducido a lo largo de las orillas del río Magdalena. En sus orígenes fue
una danza de labor pero con posterioridad se produjo una transformación de su temática,
atribuyéndosele un énfasis de regocijo con carácter sexual y asignándole la
evolución frenética que hoy presenta. La coreografía actual mantiene rasgos de
su esencia africana, tanto en el vestuario, que es en extremo sencillo, como en
la presencia del machete, instrumento de trabajo utilizado para el
procesamiento del pescado. El conjunto musical tradicional consta de tambor
alegre, tambor llamador, guache o maracas y tambora. El Mapalé ha sido descrito
también como “ritmo del frenesí” y se ha hablado de una especie de “brujería”
que logra que los bailarines se vayan atraídos por algo inexplicable que parece
salir de los golpes del tambor hasta caer en un desenfreno de pasión, de deseo
carnal. A mediados del Siglo XX el Mapalé se adaptó a la instrumentación de
grandes orquestas. Dado que surgió en un clima caluroso las mujeres bailan por
lo general con vestidos cortos, ceñidos, de colores vivos, y con arandelas en
hombros y faldas para resaltar el movimiento, usan zapatos planos o van
descalzas y portan flores en la cabeza o turbantes sencillos. Los hombres usan
pantalones pesqueros, bayetilla roja y no usan camisa, en algunos casos camisas
blancas arremangadas. Se baila con pasos cortos, ritmo acelerado y palmoteos
constantes. Los movimientos son frenéticos y con un alto contenido de erotismo.
Los de las mujeres se destacan por ser más excitantes y eróticos.
lo de danzas
ResponderEliminarnombe esto no me sirvio pa na
ResponderEliminarproba en google.com, capaz encuentres lo que buscas, suerte
Eliminar