La Champeta es un fenómeno cultural de hecho social y género musical de
origen autónomo y local de las zonas afrodescendientes de las ciudades
colombianas de Cartagena de Indias y Barranquilla, influenciado por géneros de
colonias euroafricanas así como del continente africano. La palabra Champeta
hace alusión al cuchillo o machete pequeño, utilizado en el trabajo, en la
cocina y como arma de ataque y de defensa de esta cultura del mismo nombre. La
Champeta surgió como apelativo y hecho social en la década de 1920, como baile
en los años 70 y como género musical en los 80. Sin tener una fecha exacta, los
investigadores han determinado que desde antes de los años 20 se les ha llamado
“champetudos” a los habitantes de los barrios alejados del centro de Cartagena,
asociados a los estados más pobres y de características afrodescendientes. Este
apelativo fue puesto por la elite de la clase alta en un intento de
menospreciar a esta cultura. Este nombre se originó por la relación de la
mencionada población con la machetilla “champeta”, que se asociaba con
elementos de vulgaridad, pobreza y negritud. Esta cultura tiene un pasado
históricamente marcado por la esclavitud y el maltrato, ubicado en los barrios
más antiguos de la isla Caimán y el barrio Pozón. En los inicios de los años 70
este proceso cultural, que hasta ese momento incluía sus entornos, su modo de
hablar, su modo de ser y sus fiestas, se hizo más visible en Colombia por el
desarrollo de una serie de bailes complejos con base en la Salsa y el Jíbaro.
La música en los bailes Champeta se ponía a todo volumen, en grandes
altavoces llamados “picós” por la población, basándose en el término inglés
pick-up. Estos primeros bailes, por su condición relajante y desentendida de
los problemas del país, fueron llamados Terapia. Pero sólo hacia 1981 nació
por primera vez la música cantada e interpretada: la Terapia Criolla, creada
por personajes cartageneros afrodescendientes, en la que luego incursionaron
otros cantautores del resto del país. Luego el género musical pasó a llamarse Terapia
Colombiana, hasta adoptar su denominación actual de Champeta. El género
nació como una adaptación de ritmos africanos (Soukous, Highlife, Juju, etc.);
con vibraciones antillanas (Ragga, Kompa, Zouk, Reggae, Calipso y Soca), e
influenciado de la música descendiente de
lo aborigen y afrocolombiano (Bullerengue, Mapelé, Zampalo y Chalupa).
Esta fusión de ritmos configuró una nueva cultura musical urbana en el contexto
caribeño, que se consolidó en las barriadas cartageneras a mediados de los años
80. Los instrumentos empleados para la ejecución de este alegre y contagioso
ritmo son: batería, guitarras y bajo eléctricos, congas y sintetizadores que
añaden efectos rítmicos. Con un lenguaje popular y lleno de inventiva, los
champeteros cantan sus vivencias. Las letras sobrepuestas a pistas africanas o
con música original, evidencian la actitud contestataria de los sectores
afrocartageneros discriminados. En los 90 sufrió una serie de cambios, tanto en
sus contenidos como en su música, siendo tanto amada como rechazada por la
elite colombiana.
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